Durante el acto de homenaje a las víctimas de la Guerra Civil española bajo el título Memoria es Democracia, se ha vivido un momento muy especial cuando Lucía Izquierdo, nuera de Miguel Hernández, ha explicado como Vicente Aleixandre intervino económicamente para que el poeta de Orihuela no fuese enterrado en una fosa común “nosotros tuvimos suerte si es que se puede llamar así”, un hecho que al paso de los años ha logrado que sea “la sepultura más visitada de toda la provincia de Alicante”.
La amistad entre Miguel Hernández y Vicente Aleixandre nació en la primavera del año 1935 donde se conocieron tras la carta que Hernández le escribió rogándole que le regalara su último libro porque su escasa economía le impedía comprarlo “He visto su libro La destrucción o el amor, que acaba de aparecer… No me es posible adquirirlo… Yo le quería muy reconocido si pudiera Vd. Proporcionarme un ejemplar… Voy a vivir ahora en Madrid, donde estoy”.
El que sería más tarde Premio Novel se vio intrigado por aquel joven que había tenido la valentía de enviarle aquella carta con tanta franqueza y decidió invitarlo a que se conocieran personalmente. A partir de ahí muchas tardes se llenaron de largos paseos que forjaron una amistad que ni la muerte pudo fracturar.
