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El sector de la automoción se ve obligado a innovarse constantemente para adaptarse a las demandas del mercado, y la tecnología de impresión 3D, también llamada fabricación aditiva, supone una herramienta imprescindible para que estos cambios se produzcan a la velocidad que el sector requiere, ya que sus características logran que se alcancen niveles de fiabilidad, tiempo y ahorro hasta ahora inalcanzables.
Prototipado rápido y diseño personalizado
La impresión 3D permite a los fabricantes de automóviles crear prototipos reduciendo el tiempo de fabricación de una manera extraordinaria ya que en pocas horas se puede obtener un componente impreso que de otra forma se tardarían semanas en crearlo para poder evaluar su funcionalidad. Otra singularidad que aporta la impresión 3D es disponer de piezas y componentes que aporten un diseño personalizado e incluso único que la fabricación en serie impedía si no era con un coste altísimo de fabricación y por lo tanto de venta.
El interior del vehículo está compuesto por cientos de piezas que determinan la forma en que nos sentimos en el interior de este espacio por lo que es un lugar muy dado a ser personalizado por el comprador. En su mayoría estos componentes no están relacionados con la seguridad en la conducción y no es necesario que pasen las lentas y rigurosas regulaciones para obtener los certificados de calidad.
La producción de piezas a medida, aunque fuesen de un simple llavero, eran muy costosas y esto las hacía estar reservadas a coches de lujo, sin embargo, con la impresión 3D el coste se ve reducido considerablemente logrando que su personalización se vuelva más asequible.
Producción de piezas finales y reducción de peso
La impresión 3D en automoción no se queda solo en prototipos de diseño para su futura fabricación en serie sino que va mas allá con la producción de piezas finales ya sean en plástico o en metal, aportando idéntica o superior resistencia además de una reducción de peso que puede llegar incluso al 50%, repercutiendo directamente en el consumo del vehículo.
La producción de piezas finales se está abriendo camino con fuerza en la fabricación de repuestos que evitan el costoso almacenaje de millones de componentes, tengamos en cuenta que cada vehículo está formado por decenas de miles de piezas, teniendo como segunda opción la fabricación individual de una pieza con métodos tradicionales lo que supone un coste prohibitivo y un dilatado plazo de entrega. Todos estos inconvenientes se reducen sustancialmente con la impresión 3D.
Fabricación sostenible y reducción de residuos
La aportación a la mejora del medio ambiente por parte de la impresión 3D la podemos comprobar en varios aspectos de la fabricación de componentes. Por ejemplo la huella de carbono se ve reducida a mínimos ya que si necesitamos una pieza para un vehículo no será necesario su envío desde miles de kilómetros como sucede en la actualidad, y bastará con pulsar un botón para que la información alcance la máquina más cercana a nosotros para su fabricación.
Otro ejemplo de la fabricación sostenible que ofrece la impresión 3D se produce al reducir el desperdicio de materiales en la fabricación de componentes al hacerlo de forma más eficiente, y a esto hay que sumar la posibilidad de reciclaje de las piezas viejas o defectuosas para crear nuevas por lo que el impacto ambiental disminuirá considerablemente.
En el complejo mundo de la automoción, donde el sistema eléctrico ha tomado el mando, el diseño y desarrollo del esquema eléctrico automotriz constituye una de las herramientas indispensables para la resolución acertada de problemas, lo que demuestra que es necesario adaptarse de forma efectiva para lograr en la medida de lo posible que todo sea más rápido y sencillo como así lo hace la impresión 3D aportando cambios de mejora sustanciales en el sector de la automoción, razón por la cual las principales marcas de fabricantes cuentan cada vez más con esta tecnología que aunque aún está lejos de ser la primera opción de sus cadenas de montaje, avanza con paso firme y ya es con nombre propio una herramienta imprescindible.
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