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…y estoy hasta los ovarios – exclama cabreada mi terraza – de pisarme el suelo para ejercer una supuesta gimnasia de ida y vuelta y todo ello, sin saber si vas o vuelves debido al encasillamiento que las autoridades sanitarias ha aconsejado. Llevas nueve días así, y ya no te soporto. ¡Hasta el desagüe lo has estrechado!
-Cierto – corrobora mi regadera - Aquí me encuentro apalancada y perversamente arrinconada por este ejemplar. Intentó convencerme que el Coronavirus era un fluido maligno que desaparecía en unos días y ahora trata de persuadirme que en dos semanas, abandonaría la gimnasia de tu terraza. A este paso y según pronostica las autoridades sanitarias previniendo que está por llegar lo peor, este tipo se está preparando para participar en las Olimpiadas de Tokio.
- A ver…, a ver… - contesto con miras a una adherente comprensión
- Yo no puedo estar en esta clausura solidaria mirando el reloj para saber la hora en que tengo que comer o cenar. Engordar sin habérmelo propuesto y ver películas donde cuatro niños salvan al mundo que ya me resulta hasta patético. No puedo estar todo el día viendo un amanecer y esperando una oscuridad para irme la cama…, para contabilizar los días que permanezca en estado pseudo-febril debido al confinamiento y los que me restan para pasar a otro pseudo-normal. Tengo que hacer algo y ese algo, es no dejar macilento y mortecino mi serrano cuerpo.
-Desde luego – musita mi terraza – escusas no te faltan.
-Desde luego – añade mi regadera – justificación no te faltan.
- ¿Qué queréis? - increpo en el paradigma de mi aburrimiento haciendo constar el mismo con energía oral que me resulta muy afín a mis propósitos - ¿Que juegue conmigo mismo al dominó y me ahorque el seis doble? ¿Jugar al bingo y escoger las bolas del bombo que coincidan con los números de mi cartón? ¿Ponerme una y otra vez la discografía de Manu Tenorio donde es deseable que Covid-19 no se olvide de mí? ¿Recordar con añoranza los tiempos de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes? ¿El acierto de Mariano Rajoy en recortar la Sanidad y la Investigación? ¿Recopilar los discursos de Torra insolidario y prácticamente “torrao”? ¡Pues no….! Yo hago gimnasia importándome un huevo voces como las vuestras que no necesitáis mascarillas. Por lo menos, he aprendido bien a lavarme las manos. Distanciarme de personas no muy gratas a mi entorno. Guantes que solo utilizaba cuando entraba en un Banco para actualizar mi cartilla de ahorros y no salir con cara de tonto de tan magno building. ¡Os prevengo! – Sigo con mi retórica que viendo la expresión expectante de las dos me da cierta ventaja oral – que seguiré haciendo gimnasia hasta que el virus Agujetas-72 me indique parar o vea desconchones en la terraza. Mientras, paciencia y mucha voluntad de no contribuir a que un virus destruya todo lo que hemos construido con muchos esfuerzos. Mucha calma, entereza y concienciados a lo que no queremos males para nosotros, no nos da el derecho a distribuirlo con los demás.
Gimnasia, terraza, regadera, chistes a través de redes sociales. Anécdotas divertidas y no aviesos comentarios que desconcierta a la población. Ahora, me propongo adquirir el libro de mi amigo Jorge Barroso y su estudio sobre Napoleón en Egipto que debe ser suculento e interesante. Es de imaginar que Napoleón sobre su conquista, exhiba su enorme cabezón ocultando su exigua picha. Hay que leerlo.
Juan Marcelo
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