Tal y como se habÃa anunciado la semana anterior, el astrofÃsico alemán Reinhard Genzel, quien en el año 2020 fue galardonado con el Premio Nobel de FÃsica junto a Roger Penrose y Andrea Ghez, ha estado al alcance de los especialistas y aficionados a la AstronomÃa para conversar desde la cercanÃa. Se ha tratado de una de las actividades que la UAL, a través de su Unidad de Cultura CientÃfica y de la Innovación, aporta a las XI Jornadas Astronómicas de AlmerÃa, y que tendrá continuidad esta misma semana, el jueves 1 de junio, con una acción similar que protagonizará la astrofÃsica gallega Begoña Vila Costas.
Con formato de charla-coloquio, se ha conseguido hacer posible un diálogo abierto con un cientÃfico de tanta relevancia internacional, teniendo como lugar de encuentro la Sala de Conferencias del nuevo Edificio de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de AlmerÃa. Antes, ha sido recibido por el rector de la Universidad de AlmerÃa, Carmelo RodrÃguez, a su llegada al campus en un acto protocolario en el que Genzel ha dejado para la posteridad su firma en el Libro de Honor de la UAL. Lo ha hecho en presencia del vicerrector de Investigación, José Antonio Sánchez, el profesor de Investigación del CSIC, John Beckman, el director de Divulgación CientÃfica del Vicerrectorado de Comunicación y Extensión Universitaria, José Antonio Garrido, y el coordinador de las Jornadas Astronómicas, Pedro San José.
Reinhard Genzel, que dirige desde 1986 el Instituto Max Planck de FÃsica Extraterrestre, recibió el Nobel, junto a sus compañeros, por el descubrimiento de un objeto compacto y supermasivo en el centro de la VÃa Láctea, a más de 25.000 años luz de la Tierra, lo que les permitió comprobar la velocidad de las órbitas de sus estrellas circundantes. A ello ha hecho referencia durante su encuentro con los numerosos asistentes a una actividad con el nombre genérico de ‘Coloquios sobre astronomÃa’, propiciando en todo momento la interacción. Ha explicado sus orÃgenes en el campo de la investigación, bromeando sobre sus deseos de haber sido deportista en las Olimpiadas: “Esa carrera tuvo un colapso, y empecé a estudiar FÃsica, porque mi padre era fÃsico; la AstronomÃa llegó después”.
En el contexto de la Alemania de postguerra, tomó la decisión de que “el camino a seguir lo tenÃa en Estados Unidos”. De ese modo se produjo algo muy importante en su carrera, ya que “estaba extremadamente feliz de cumplir un sueño al encontrar como mentor a un gran fÃsico como Charles Hard Townes, quien recibió el Premio Nobel de FÃsica por sus trabajos sobre la teorÃa y sobre las aplicaciones del láser y del máser”. Curiosamente, este reputado cientÃfico vino a hablar en 2009 a estas Jornadas Astronómicas de AlmerÃa. Genzel ha relatado que “ahà comenzó realmente mi carrera como astrofÃsico experimental”, textualmente, “porque aprendà a construir instrumentos y los usamos inicialmente para el llamado infrarrojo lejano, longitudes de onda que no se pueden hacer desde el suelo, volando en un avión de la NASA, el observatorio aerotransportado”.
El Premio Nobel ha seguido por una confesión sobre “por qué me enamoré de los agujeros negros”, detallando que “son cosas que salen de la teorÃa de Einstein, de la relatividad general, y son bastante obvios, bastante simples, en realidad”. Ha añadido más en su explicación: “Tienen mucho que ver con ese hecho los fotones, o la luz, también la gravedad; conocéis la gravedad, ¿verdad?, si saltas, bajas, de ninguna manera vuelas al espacio; hacemos a la Tierra gravitacionalmente más atractiva de lo que es ahora, en la que ni siquiera la luz puede escapar, entonces, estamos en un agujero negro”. Siguiendo en esa lÃnea ha recordado que “en los años 60 del siglo pasado por la astronomÃa los primeros candidatos a agujeros negros fueron descubiertos”.
Se pudo calcular que “la cantidad de energÃa saliendo era enorme, ráfagas de radio muy poderosas, pero muy distantes, y luego los teóricos se preguntaban que cómo se podÃa generar tanta radiación, siendo la respuesta muy sencilla: agujeros negros”. Además, en el tono cercano y distendido que ha caracterizado el encuentro, ha explicado que comenzó a trabajar en los años 80 con Townes en la búsqueda de estrellas cerca del centro de nuestra galaxia “pensando que sus movimientos podrÃan relatar la presencia de un agujero negro, y casi habÃamos llegado a encontrar uno, pero he tardado 40 años, asà que lo que hace falta es mucha paciencia e ilusión”.
Tres vicerrectorados de la UAL han unido fuerzas, a través de sus respectivos servicios y secretariados, para hacer posible el doble evento de divulgación cientÃfica sobre astronomÃa del máximo interés internacional, que ya ha tenido su primera parte este lunes y que seguirá el jueves dÃa 1. Está coordinada, como se ha apuntado anteriormente, por la UCC+i de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación – OTRI de la UAL, y colaboran junto al Vicerrectorado de Investigación dos vicerrectorados más, los de Comunicación y Extensión Universitaria, a través del Secretariado de Divulgación CientÃfica, y Estudiantes, Igualdad e Inclusión, con la Unidad de Igualdad de Género.
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