|
|
| PUBLICIDAD
|
Por increíble que resulte, el presidente Rajoy no ha tenido mejor idea que responder a las galopantes cifras del paro pidiendo “paciencia”. Cuando hemos rebasado la barrera de los seis millones de parados y el propio Gobierno prevé que hasta 2016 se perderán 1,3 millones de empleos más, lo último que cabría esperar de quien nos gobierna es que se siente a esperar a que amaine el temporal. Y, sin embargo, la respuesta del presidente, el viernes pasado, a la pregunta que todos nos hacemos -¿hasta cuándo?- fue reclamar confianza en sus políticas y paciencia. Con 6,2 millones de parados, ¿qué paciencia?
Lo que el Gobierno propone para salir de la crisis es sentarse a verlas venir, en lugar de dar un paso adelante. Después de un año y medio de gobierno del PP, es evidente que las políticas con las que pretendía sacar a España de la crisis no funcionan. Donde dijo “cuando yo gobierne, bajará el paro”, Rajoy admite hoy todo lo contrario. Pero a pesar de ello, no da su brazo a torcer.
Los socialistas se lo hemos dicho de todas las maneras posibles. España no necesita paciencia y no puede asumir más recortes sin ton ni son: es la hora de sentarse a hablar con quien pueda aportar algo.
Las propuestas del PSOE están claras. Creemos que, antes que nada, es necesario alcanzar un pacto por el empleo que aporte soluciones al principal problema que tienen hoy el país. Además, ese pacto debe ir acompañado por un plan de modernización de la economía, que no puede pasar por desplomar los costes laborales y deprimir la negociación colectiva, sino que debe apostar por invertir en educación, en I+D+i, en sostenibilidad y en internacionalización.
Junto a esos dos objetivos, es más necesario que nunca firmar un gran pacto para consolidar el modelo de protección social y diseñar una estrategia nacional contra la exclusión social que proteja a todos aquellos que están siendo empujados hacia el abismo de la marginación por la pérdida de ingresos y el endeudamiento. Algo similar a lo que este mismo martes aprobó en Andalucía el Gobierno de Pepe Griñán, a través de un decreto ley de Medidas Urgentes contra la Exclusión Social, dotado con más de 120 millones de euros, y que refuerza la atención a los colectivos más vulnerables con planes de contratación, garantía alimentaria y atención a la dependencia. No es una utopía: lo que en Andalucía funciona es perfectamente extrapolable al resto de España. Estamos, más bien, ante una cuestión de voluntad.
|
