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El “puedo prometer y prometo” de Adolfo Suárez. El “por consiguiente” de Felipe González. El “mire usted” de J.M. Aznar. El “Europa nos obliga” de Mariano Rajoy.
Son frases recurrentes a la que acude con frecuencia la persona y allanan el camino del conocimiento ajeno para emparejar su personalidad con su oral identificación.
Hay frases y palabras que remotamente nunca nos hemos imaginado que existían pero que gracias a nuestros políticos y personajes públicos de cierto relieve, nos ha obligado a que la visita al Diccionario haya ocupado más tiempo de los que Bárcenas va a pasar en la cárcel. “Hechos puntuales” “Intoxicadora arenga” “Desafortunada declaración” “Manifiesta tendencia” “Cohecho” “Caudales públicos” “Menú de recortes ricos y variados” entre otras, están a la orden del día gracias a los personajes antes reseñados.
Hoy sabemos, por ejemplo; que un despido en diferido, es un despido aplazado. “Una indemnización en diferido en forma de simulación, o lo que hubiera sido en diferido, en parte…”Hoy conocemos que el ser requerido por un Juez, es colaborar con el. Hoy sabemos por fin, gracias a Montoro, a quien corresponde el número catorce de un D.N.I aunque no estaba claro de cuantas posesiones disfrutaba dejando otra frase testimonial: “Un engorroso despiste” A nadie se le escapa la noticia de que aumenta el cupo de nuevos millonarios en España y una gran mayoría de parados ya no se sorprende. (En la cola de parados del INEM de Almería, uno de la ventanilla dio la noticia que la revista Forbes, ha anunciado que el tercer hombre más rico del mundo era español. Toda la cola, aplaudieron, vitorearon y jalearon a este insigne patriota, contentos y orgullosos de tal asignación).
Sin embargo, paradójicamente, si medio entendemos lo que nos viene de fuera que es mucho más enrevesado y aunque lo pronunciamos mal, conocemos su significado.
Una de esas palabras es STRIP-TEASE, que en mi ingles de zapatillas, entiendo como. “Ataques israelitas contra la población palestina que…” ¡Perdón! ¡Me he perdido…! Según nuestro Diccionario, significa algo así como: “Exponer a miradas lascivas un cuerpo semi-desnudo, provocativo en gestos y ademanes para solaz recreación y disfrute de la peña asistente”
Siempre he oído hablar de la “erótica del poder”; de la libido que engendra la persona al ostentar un cargo con mando decisorio; contemplando en pleno éxtasis donde ha llegado y su inquebrantable voluntad de mantenerse en el. Sobre todo, a los que nunca vivieron al sol. Hoy en día, gracias a nuestra ministra María Dolores de Cospedal, afortunadamente hemos pasado de la erótica del poder a la porno-política. Aclara la ministra que este destape político se debe a que su partido, el PP, se ha desnudado para ofrecer, de esta guisa, transparencia en la gestión del gobierno. Nitidez, rigor y limpieza en acuerdos y servicios siempre pensando en el bien ciudadano. Que no tienen nada que ocultar y para ello, si es preciso, desnudan hasta sus almas. Que todo es diáfano en ellos y lo demás, son calumnias difamatorias. “Erosionar; desgastar al Gobierno”- proclama decoradamente vestida.
Claramente, nuestra ministra no se dio cuenta de que ese conato oral pornográfico, iba a dejar,- nunca mejor dicho- con el culo al aire a muchos de sus allegados. Habría que imaginarse a los “boys” de la trama Gürtel, el Caso Nazeiro, el mas reciente, Grupo El Árbol entre miles de casos que capitaneado por el bien dotado y estrella de la noche; Bárcenas-Capitán Salami, iban a representar en el Night-Club- Alcalá Meco una mayor “transparencia” en sus actuaciones morbo-eróticas.
De todas formas, ya tenemos una palabra más que añadir al enriquecedor vocabulario de nuestra ministra. Haciéndonos eco de ella, nos induce a practicar un número de strip-tease cuando duden que nuestras palabras y hechos ofrezcan ciertas dudas. Despelotarnos cuando queramos que nos crean. Mostrar nuestras “cuestiones” cuando pongan en duda nuestra sinceridad. Abofetear con nuestros atributos a los que nos difaman. Mostrar despectivamente nuestro desnudo trasero al que nos anima sugiriendo lo conveniente de lucir un chaleco de Matías Prats.
En suma: Hoy en día, el despelote va a ser sinónimos de honradez y honestidad. Mostrar un cuerpo desnudo en un dialogo, una reunión, ya sea en el Parlamento o en la terraza de un bar, es santo y seña de una virtud de la que carecen los que por un falso pudor, o tienen algo que ocultar, permanecen vestidos. No habrá mayor verdad que un cuerpo desnudo contorneándose lascivamente para demostrar su sincera propuesta. Desconfiemos de nuestro interlocutor cuando no se despoja siquiera de la corbata. Como fidedigno patrón a seguir, según nuestra ministra, habría que crear un Decreto Ley que obligara al presidente del Gobierno cuando se pronuncie sobre el Estado de la Nación, la obligatoriedad de subir al estrado en tanga. Solo así, seria más creíble y verosímil sus declaraciones. Hasta los Bancos aprovecharían la novedad para copiar la formula y los empleados recibirían a los clientes en pelotas y abrazos sugerentes.
- Soslaya hábilmente el referente féminas – aduce mi regadera.
- ¡No me atrevo! – reconozco avergonzado.
Juan Marcelo
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