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El Sindicato Médico de Almería-SIMEAL, integrado en el Sindicato Médico Andaluz-SMA, denuncia el trato discriminatorio que sufren todas las médicas contratadas que trabajan en el Hospital de Poniente y Hospital de Alta Resolución del Toyo, respecto a sus colegas del Servicio Andaluz de Salud-SAS, en lo que se refiere a permisos y licencias y especialmente en aquellos relacionados con la lactancia y el bienestar de sus hijos e hijas. Hay que recordar que la Agencia Pública Sanitaria Hospital de Poniente-APSHPO y el SAS forman parte del mismo Sistema Sanitario Público Andaluz y que la ‘APSHPO’ está adscrita funcionalmente al SAS desde finales del 2013.
Las médicas contratadas de los hospitales del Poniente, Toyo, Guadix y Loja, denuncian que optan a un menor tiempo para atender a sus recién nacidos tras el parto en comparación con las médicas del SAS: en concreto son cuatro semanas menos, ya que las contratadas se incorporan cuando sus bebés cumplen cinco meses y las del SAS cuando tienen seis. Y esto es como consecuencia de la acumulación de horas de lactancia, ya que las médicas contratadas obtienen un día de permiso por cada siete horas de lactancia acumuladas dentro de un periodo de doce meses, frente a los 16 que llegan a disfrutar las doctoras del SAS, con lo que al final éstas últimas obtienen un mes más de permiso retribuido.
Las médicas contratadas de la Agencia Pública Sanitaria Alto Guadalquivir (Córdoba y Jaén) sufren peor suerte, ya que sólo pueden disfrutar del permiso hasta que el bebé cumple nueve meses. Esas diferencias entre ambos colectivos de profesionales se agrandan aún más cuando se acumulan los permisos de maternidad con los de lactancia, llegando a ser casi el doble para las médicas del SAS.
Difícil conciliación vida laboral y familiar
Esto hace que las afectadas por esta discriminación tengan mayores dificultades para conciliar su vida laboral con la familiar, por lo que piden a los responsables de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía que se les equipare en derechos a sus colegas del SAS.
Las médicas almerienses, especialmente las que trabajan en áreas como Urgencias, UCI, Ginecología, Traumatología, Cirugía, Pediatría u Anestesia, donde realizan guardias obligatorias de hasta 24 horas, encuentran grandes dificultades para la conciliación en su vida laboral y familiar y se ven obligadas a retirar la lactancia materna a sus hijas e hijos con apenas cinco meses de vida, así como a darse de baja por enfermedad cuando están embarazadas por no poder desempeñar su trabajo con las debidas garantías de seguridad para su salud y la de su embarazo.
Además, en casos como son las médicas de urgencias, las anestesistas o las intensivistas, tienen difícil adaptarse a un nuevo puesto de trabajo en caso de embarazo, ya que les supone ver reducidos sus sueldos a la mitad, y también se ven expuestas a riesgos laborales como infecciones, radiaciones ionizantes, gases anestésicos. Por todo ello, exigen que, ante una situación así, les sea reconocido realmente su derecho de suspensión laboral por riesgo durante el embarazo, que hasta ahora en los cuatro hospitales públicos de la ‘APSHPO’ Poniente ha sido una verdadera utopía.
Ni un solo día libre
Las médicas denuncian además el trato discriminatorio que supone no poder faltar ni un solo día al trabajo sea por enfermedad propia o de sus hijos e hijas, debido a la fuerte penalización salarial, cosa que no les sucede a los empleados del SAS que pueden ausentarse del trabajo hasta cuatro días sin justificación ni penalización alguna. Todo esto, con la amenaza de dicha Agencias sobre imponer al médico o la médica una sanción muy grave en el caso de ausentarte del trabajo por enfermedad propia o de sus hijos e hijas, sanciones que han sido ejecutadas en algún caso y desestimadas posteriormente en un Juzgado.
Los médicos y médicas de las Agencias Públicas Sanitarias tampoco disfrutan del mismo derecho que sus colegas del SAS a poder solicitar una reducción de la jornada por interés personal, y sólo hasta el 50 por ciento para cuidado de hijos e hijas, familiar o hijos e hijos afectados de cáncer; tampoco tienen la opción de solicitar permisos sin retribución para colaborar con ONGs, con actividades de cooperación internacional o humanitarias urgentes, o para asistir a cursos de formación y perfeccionamiento que redunden en una mejor atención a los y las pacientes.
También sufren diferencias en otros aspectos importantes como la ordenación de la jornada de trabajo, ya que no todos y todas tienen exención de jornada complementaria, ni disfrutan de día de permiso los días festivos que coincidan en sábado, como sí les sucede a los médicos del SAS, quienes en estos casos disfrutan de hasta dos días libres.
El SMA ha trasmitido dichas quejas por estos temas en numerosas ocasiones tanto a su anterior gerente, María García Cubillo, como a Martín Blanco García, de la misma Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales. Desde el SMA se hace una llamada de atención a dicha Consejería, ya que actualmente se caracteriza por no hacer honor al primero de sus nombres.
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