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Manuel López Jerez
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A quienes nos gusta escribir, le prestamos mucha atención a las palabras; y sabemos que hay: sinónimos y antónimos. No es lo mismo degenerar que regenerar. Los que creemos en la superación; en cómo podemos mejorar las situaciones, las organizaciones, un país, nos aliamos con la palabra cambio, en toda su acepción y profundidad. Cambiar para mejorar en todas las vertientes, en todos los aspectos. Mejorar, cambiando nuestra idiosincrasia, nuestras conductas improductivas y dañinas. ¡Cuánto miedo nos da cambiar!
Una organización política tiene como cometido esencial, desde mi punto de vista, liderar el presente, visionando el futuro, con valentía para mejorar la calidad democrática de la sociedad. El PSOE de Almería ciudad, necesita una regeneración auténtica y profunda, en todos los aspectos organizacionales, de estilos de liderazgo y comportamientos constructivos.
¿Quién tiene miedo al cambio? A ese que reclaman a voces los ciudadanos, al que muchos militantes deseamos que se produzca de verdad para iniciar una nueva etapa edificante políticamente para liderar una socialdemocracia moderna que nos ayude a todos a vivir mejor en nuestra tierra.
Para que se produzca el cambio debemos caminar hacia adelante, no hacia atrás. Aquellos militantes que públicamente comunicaron que iban a dar pasos hacia atrás y que colaborarían con el partido para que se produjera un cambio, una regeneración; deberían reflexionar sobre sus comportamientos actuales, tan perjudiciales para una gran organización política como el PSOE. "Mérito y valía", dijeron. Pero el tiempo ha demostrado que para estos militantes lo importante es: ¿Y tú de quién eres? Un criterio de selección y posicionamiento propio de organizaciones poco democráticas.
La socialdemocracia debe avanzar, modernizarse para solucionar los problemas de los ciudadanos, y para ello sobran palabras retóricas y buenas intenciones, y se necesitan nuevas caras, personas valientes, con perfiles de preparación, autenticidad, coherencia, y vocación de servicio que garantice la regeneración democrática que necesita nuestro país.
Como militante del Psoe y consultor de mejora organizacional, animo a los militantes socialistas de la ciudad a que reflexionen sobre la gran diferencia que hay entre regenerar y degenerar.
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