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Desde el pasado 30 de julio, la ciudad de Almería vive inmersa en una agria polémica -la enésima- a cuenta de los actos conmemorativos por el Milenio del Reino de la Taifa. Resumiendo los hechos, una empresa privada (Diario de Almería) celebraba un acto cerrado en la Alcazaba de Almería con la presencia de representantes públicos del ayuntamiento, la Diputación y la Junta de Andalucía. el mundo de la empresa y la cultura. el debate se produce porque no queda claro si el acto es público o privado.
Para algunos, entre los que me incluyo, el hecho de que en el anuncio del acto, la delegada de Junta de Andalucía en Almería lo describiera como el “acto inaugural del Milenio” apoyaba la tesis de que era público, que además, se celebrara en la Alcazaba, un espacio que, amén de ser público, es un Bien de Interés Cultural (aunque no se le cuide como tal) apoyaba la tesis, aunque el hecho de que estuviera referenciado con un logotipo “no oficial” indicaba lo contrario.
Lo realmente cierto es que lo organizó una empresa privada y se divulgó con un logotipo del Milenio distinto del oficial elegido públicamente. Además, como no podía ser de otra manera, el organizador invitó según su criterio y no estuvieron presentes las organizaciones sociales más comprometidas con dicha conmemoración (Amigos de la Alcazaba, Amigos del Milenio, Plataforma del Milenio) ni aquellas más próximas y activas relacionadas con el casco histórico de nuestra ciudad (Asociaciones de Vecinos, Foro Almeria Centro, etc.).
En cualquier caso, como evento privado, nada que objetar, salvo agradecer al Diario de Almería que tuviese la original idea de participar en el Milenio con esta gala y traer hasta Almería el espectáculo de un músico y compositor del prestigio del Sr. Malikian, sin duda un placer para los que tuvieron la oportunidad de estar allí. Una idea que animo a que sea tomada por otras empresas y organizaciones de la provincia.
No obstante, como ciudadano de a pie, me hubiera gustado que el acto se hubiera realizado de forma coordinada con el resto de actos oficiales (algo que echo de menos en toda la programación del Milenio, quizá por esa inquina de las administraciones de tan solo apoyar “de palabra” la celebracion del Milenio almeriense); con la necesaria proyección exterior, una proyección que, a mi juicio, deben tener todos los actos del Milenio (algo que quizá se hubiera conseguido invitando a representantes del mundo árabe, tanto de la cultura como de la empresa o la política, tal y como vienen proponiendo desde la Plataforma, o buscando la conjunción con efemérides reales del otro lado del Mediterráneo), y por supuesto, con la presencia de una representación significativa de la población, invitando a algunas asociaciones como las citadas, o estudiando la posibilidad de que asistieran ciudadanos anónimos, “de a pie” mediante un sorteo de algunas entradas, o incluso habiendo colocado una gran pantalla fuera del recinto para que los ciudadanos y visitantes hubieran participado de tan magnífico acto; esto hubiera evitado el carácter restringido que tuvo. Todo ello, respetando el derecho del organizador a coordinar el acto desde su leal saber y entender, a proyectarlo desde su perspectiva empresarial, e incluso a invitar a quienes considero oportuno.
En cualquier caso ha quedado claro que el acto fue privado, así que, además de felicitar al organizador, hemos de preguntar a nuestras instituciones cuál va a ser el acto público de inicio del milenio del reino de Almería. Como almeriense y como representante de UPyD en Almería quiero pedir a las administraciones que se unan de una vez por todas para la celebración del acto inaugural y del resto de actos de nuestro Milenio, porque no hay excusas para que no se pongan, más allá de las palabras, de una forma decidida al frente de una efeméride que ha de tener como objetivo primordial, además de la conmemoración histórica, social y cultural de la época, mejorar la imagen turística de Almería y transformar nuestro turismo de P.P.P (pipas, paseo y playa) en turismo integrado e integrador en el que tengan cabida la naturaleza, el sol y playa, las tradiciones, la costa y el interior, los negocios, la cultura y por qué no, el Milenio, y todo ello enfocado al exterior, turismo Halal (70.000 millones de euros en europa), economía e intercambios económicos (los países árabes suponen el principal mercado para los productos españoles y crece a un 15% anual), y todo ello con participación de la ciudadanía.
También hemos de preguntar a las administraciones qué no tiene Almería que tenga Granada para que la celebración en la ciudad vecina haya contado con un presupuesto de más de 17 millones (digo más de 17 porque a fecha de hoy no se pueden o no se quieren cerrar las cuentas, que podrían arrojar un saldo muy superior) y aquí no podamos contar con casi nada. Las administraciones deben explicar a los almerienses por qué no dejan de hablar de lo importante que es el Milenio y le dan, de hecho, la importancia que merece. Almería no necesita palabras, necesita hechos, porque una cosa es predicar y otra dar trigo, y la celebración del Milenio está en la fase de necesitar trigo para que sea la oportunidad histórica que puede ser.
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