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…”vacaciones de verano a costa de ti, paseando por la playa soy feliz…”
- …y hoy en día: – aclaró Pepón – no comprendemos como se nos tacha de caraduras o desvergonzado y vivir del cuento precisamente a través de una incorrecta definición, cuando la costumbre usual que emplean con nosotros es precisamente echarnos en cara nuestro honorable proceder que ya forma parte de nuestras vivencias. Vivir del cuento no es una experiencia fácil. Se requiere años de prácticas y un sinfín de situaciones embarazosas que continuamente tienes que combatir: por eso, nuestro orgullo de caras, no lo puede dañar nadie por el simple hecho de que al tratarse de familiares, piensen que todavía nos queda algún ramalazo de decencia y pudor. Eso no lo podemos permitir ni siquiera como atenuante. Además, es intolerable que nos afeen nuestra conducta cuando no tenemos nada que ocultar. Somos conscientes de que somos unos caras pero no estamos dispuesto a que encima, no los recuerde.
- …es denigrante – apoyo Marieta - la poca vista de la gente de pueblo que año tras año y siempre provisto de la misma cantinela, no puedan darse cuenta de nuestra infatigables y honrada conducta tachándonos de frescos. Infatigable por que siempre decimos lo mismo y honrada por que no cambiamos un ápice nuestra percha de vivir del cuento y sentirnos plenamente satisfechos de encontrarnos gentes que nos sirvan y agasajen. Como decía Pepón: vivir de la cara dura no es…
“…vivir de cuento y ocupar sus casas de familiares todos los años y en plena canícula – atajó Graciana mientras se relamía sus sensuales labios; en pleno embeleso – es el paradigma del éxtasis contemplativo…”
- Desde luego que sí, mi niña .- sentencio Pepón - por eso lanzamos hace cuatro años nuestra primera edición del nuestro primer libro “COMO PASAR LAS VACACIONES POR LA CARA EN CASA AJENA”, donde explicamos con todo lujo de detalles nuestras experiencias por el “morro” y en el cual epilogaron sus vivencias algunos “cáras” de reconocido renombres. Zaherirnos en incriminarnos por nuestra conducta de vivir y pasar las vacaciones a costa de los familiares, es un secuencia que no estamos dispuesto a consentir ya que no ocultamos nada…
- “… ni tolerar…- irrumpió Graciana con firmeza haciendo un gesto con la mano, como de cansancio.
- …ni tolerar – corroboro Pepón en con un gesto de agradecimiento y ternura hacia su hija - Personas pertenecientes al Gremio de Caraduras Vacacionales, se han sentidos impotentes y agraviados al explicarles este hecho de critica que mis familiares han tenido con nosotros por la simpleza de que año, a tras año, ocupemos sus casas sin pagar alquiler, agua y luz. Todo ello, sin saber o notar que nuestro Gremio no permite ningún gesto contributivo ni agradecimiento. El maltrato que hacemos de la vivienda, también esta justificado, Tenemos, (y así lo exige nuestros estatutos) que dejemos la casa para el arrastre, seña inequívoca de nuestros paso por ahí. En nuestro segundo libro: “COMO PASAR LAS VACACIONES EN CASA AJENA, INCLUIDOS TRES PERROS”- esperamos disipen algunas dudas en cuanto a nuestro perfil gorrón y lleguen a la conclusión de que somos fieles al guión que todos los años, sobre todo en verano, no improvisamos nada nuevo. Somos honestos en pasar las vacaciones a costa de los demás y si son familiares, mucho mejor. Por todo ello: no estamos dispuestos a soportar críticas que dañen nuestro “modus vivendis” que año tras año, enriquece nuestro gorroneo vacacional.
“… El tener cara dura: – susurro Graciana con un estudiado mohín seductor – es el paradigma del éxtasis contemplativo…”
-El próximo año – amenaza Marieta – hemos decidido ir de nuevo a usurpar vuestras casas con la prudencia, algo raro en nosotros, de alquilar una habitación en el Hotel Felipe para los perros – alquiler que sin duda, pagareis vosotros – mientras, nosotros nos encargaremos, como siempre, de ocupar vuestra viviendas y a ser posible sembrar la cizaña y discordia en la familia. Os recordamos que no os vamos a creer ninguna estrategia de ausencia para coartar nuestra presencia. La muerte de un familiar ya esta muy desgastada. Que habéis emigrado y olvidasteis nuestra dirección, no os resulto hace dos años. Es más. Os encontramos recluido en el Monasterio de la Esperanza Perdida. Ítem más: Una llamada urgente a nuestra casa comunicándonos que estabais en pleno desahucio fue fallida ya que tenemos, en un descuido vuestro, fotocopiar la hipoteca de la casa y la tenéis pagada. Que un tsunami ha desvastado el litoral Carbonero, nuestro centro meteorológico nos informo de la falsedad de la noticia. Y mandar una postal de Egipto, no nos hizo desistir de personarnos. Pudimos comprobar que la postal era del desierto de Tabernas y hasta el camello sonreía La pirámide la sacasteis en fhotoshop de una portada de un disco de Alan Parsons “Pyramid”.
- Crear malos modos en la familia y exponer pretextos o excusas para que no aparezcamos por allí - exclamo Graciana, jocosa y divertida - es el paradigma… ¡es el no va mas…! ¡¡¡Es demasié…!!!
Lágrimas y frustración. Impotencia y desconsuelo. Tristeza y desamparo rodeaba a la familia “carota” allá donde fueren. Habían saturado todos los recursos de acercamientos familiares y rumiaban su tragedia en las cuatro paredes de su casa madrileña, Buscaban apellidos que estuvieran en consonancia con los suyos pero el árbol genealógico no daba para más. El verano del 2013, se lo pasaron escudriñando la heráldica de la familia deseando contactar con alguien de parecido linaje. Fue todo en vano: Los parentescos, ya avisados por los damnificados - sobre todo, los que no tuvieron la desdicha de haber caído en sus garras - cambiaron rápidamente la enseña y colores del escudo. Solo dejaron un castillo donde se podría ver unas sombrías mazmorras.
Yo, por mi parte, y aun no fiándome de que al cambiar de vivienda puedan encontrarme, he pedido asilo social en la Isla Perejil, pero conociéndolos como los conozco, estos se me presentan allí aunque se tengan que disfrazar de cabras.
No siento decirlo: No soporto a familiares en vacaciones ni en Navidad. Son fechas que me invisto cual anacoreta. A veces, como en estos casos, me usurpan hasta la estrategia.
Juan Marcelo
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