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Ha vuelto a ocurrir. Cuando no han pasado ni dos meses desde el genuino cartel turístico aprobado y colocado por el ayuntamiento de Almería para indicar el camino a la “Chatedral” (léase “Catedral” en el inglés inventado por los concejales del PP almeriense), vuelven a sangrarnos los ojos por culpa de otro cartel colocado en las calles de Almería, y que obviamente tiene el visto bueno del equipo de gobierno de Luis Rogelio.
El cartel en cuestión anima a los almerienses a participar en las escuelas municipales deportivas. Hasta aquí, todo correcto. El problema viene cuando, en letras bien grandes, se nos alienta a “ELEJIR” (sí, con ‘j’) un deporte concreto. Increíble pero cierto lo de ese letrero, que al igual que el de la ‘Chatedral’ cuenta con la supervisión de la empresa que lo ha hecho y, en última instancia, de la concejalía de turno, sin que a nadie le haya dolido en el alma semejante patada al diccionario sufragada con el dinero de nuestros impuestos.
Que los ediles del PP de Almería no dominen el inglés no nos extraña demasiado; que unos concejales que no saben ni escribir correctamente gobiernen nuestra ciudad, es algo más preocupante. Por eso, animamos al alcalde Luis Rogelio a que apunte a sus ediles a algún club de lectura, para que errores garrafales como este no se repitan más.
Aunque parezca un tema menor, la imagen que se traslada de la ciudad de Almería a cualquier visitante que se tope con la cartelería oficial del ayuntamiento es la de una ciudad en la que sus representantes públicos no aprobarían ni un examen de Primaria.
Laura Rodríguez-Carretero, portavoz local de UPyD-Almería
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