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Izquierda Unida insiste y como ya ha propuesto en anteriores ocasiones considera que El Ejido debería ser una ciudad libre de utilización de animales en circos y atracciones de feria, “no como sucede en la actualidad, que desde el ayuntamiento el PP sigue dando licencias a este tipo de ‘atracciones’, como podemos comprobar”, explica el portavoz, Serafín Pedrosa, en referencia a la instalación de un circo para este fin de semana.
Por ello, IU registró ayer una moción para su debate en el próximo pleno en la que se recogen cinco acuerdos muy concretos:
1. Manifestar el compromiso del Ayuntamiento de El Ejido con los principios éticos, sociales y medioambientales y con el respeto a no causar sufrimiento a los animales ya sean domésticos, de compañía o salvajes. Declarando al municipio como “Libre de utilización de animales en Circos y Atracciones de feria”.
2. No permitir la entrada e instalación en el municipio (tanto en terrenos privados como públicos) de circos con animales salvajes, aunque éstos no participen en el espectáculo circense. Garantizando la seguridad ciudadana ante posibles huidas de los animales.
3. No permitir la instalación en el término municipal de El Ejido de atracciones feriales en las que se utilicen animales de cualquier tipo.
4. Instar al alcalde a realizar las modificaciones pertinentes en las ordenanzas municipales para adecuarlas a las circunstancias aprobadas.
5. Comunicar el presente acuerdo al Gobierno de la Junta de Andalucía; a la Diputación Provincial de Almería; y a las Asociaciones Ecologistas y Protectoras de Animales que existan en la provincia.
“Ni aún con las mejores intenciones los circos pueden ofrecer a los animales salvajes unas condiciones de vida en las que reproduzcan sus hábitats nativos, o donde puedan llevar a cabo sus comportamientos naturales más básicos. Los animales salvajes, ya sean capturados en su hábitat natural o nacidos en cautividad, mantienen sus instintos y sufren, no solo física sino también psicológicamente, viviendo en constante movimiento, siendo trasladados en remolques de camiones y forzados a realizar comportamientos contrarios a su naturaleza. A pesar de no ser observable por el público, todos los animales de un circo sufren diferentes patologías o alteraciones de conducta por el enclaustramiento y manejo, que van desde situaciones moderadas de estrés, hasta otras muy graves que determinan conductas agresivas (en muchos casos se recurre a sedantes para evitarlas) o conducen a incrementos muy importantes de la corticosterona. En ciertos casos podemos ver cómo se producen movimientos repetitivos, apatías alimentarias u otras muchas dolencias que pueden desencadenar cuadros depresivos funcionales”, recuerda Serafín Pedrosa.
Los circos con animales implican una enorme crueldad hacia éstos, tanto por las condiciones de alojamiento, alimentación, transporte y socialización como por los brutales y violentos métodos de entrenamiento. Asimismo, los circos ofrecen una visión de la realidad distorsionada y anti educativa. Los niños, público mayoritario de estos espectáculos, deberían ser educados en el respeto hacia los seres vivos y la naturaleza, y estos espectáculos no contribuyen en nada a esta educación y sensibilización.
“Los representantes políticos de un pueblo tienen la obligación de ser pioneros en la promoción de los valores positivos a la ciudadanía. Una sociedad moderna, como la nuestra, no se puede permitir fisuras en el terreno de los derechos de los animales y sería un error terrible no hacer todo lo que esté en nuestras manos para defender a aquellos que no disponen de voz ni voto. Como decía Gandhi: "Un país, una civilización, se puede juzgar por la forma en como trata a sus animales".
Izquierda Unida indica que el municipio de El Ejido no es ajeno a los circuitos que establecen regularmente algunos circos y otros espectáculos, como los carruseles de ponis, que todavía utilizan animales salvajes en cautividad. Estos animales sufren un continuo maltrato: extirpación de garras y dientes; son sometidos a crueles entrenamientos basados en el maltrato físico que incluye restricción de agua y comida, garrotes, palizas... para conseguir que un animal realice o adopte una figura antinatural; pasan la mayor parte de su vida atados o encerrados en jaulas, en las que apenas pueden darse la vuelta, cuando la mayoría de estos animales en libertad recorren habitualmente decenas de kilómetros al día. Asimismo, muchos de ellos han sido capturados del medio natural, sustituyendo su forma de vida en libertad y de acuerdo a su especie, con la cautividad y una forma antinatural de vida.
IU en tiende que “es una incoherencia que convivan la cultura y la tortura como forma de diversión y teniendo, por otra parte, que avanzar en el respeto de los derechos de los animales, para evitarles un sufrimiento inútil y menos por diversión, además, recordamos que existe legislación al respecto, como la Ley 11/2003, de 24 de noviembre, de Protección de los Animales, prohíbe emplear animales en exhibiciones, circos, publicidad, fiestas populares y otras actividades, si ello supone para el animal sufrimiento, dolor u objeto de tratamientos antinaturales”.
Serafín Pedrosa advierte que se deben considerar cuestiones como que todos los animales, sean de la especie que sean, tienen derecho a ser respetados, no deben ser víctimas de maltratos, esfuerzos desmedidos, ni ser sujetos a actos crueles que les impliquen sufrimiento o les causen estados de ansiedad o miedo; deben recibir el trato que, ateniéndose a sus necesidades etológicas, procure su bienestar, y en los circos suelen vivir en condiciones de cautividad, alojados y transportados a largas distancias en remolques de camiones que no satisfacen sus necesidades físicas y sociales más básicas. El mantenimiento de animales salvajes en circos no contribuye ni aporta un beneficio a la conservación de las especies.
IU El Ejido matiza además que ya son más de 160 los Ayuntamientos en España que han prohibido los circos con animales, en Andalucía también como Málaga, o pueblos de Sevilla y Cádiz, y un creciente número de países de todo el mundo, como Austria, Noruega, Suecia, Dinamarca, Portugal, Bolivia, etc. Están promoviendo leyes y ordenanzas para prohibir o limitar los animales en los circos.
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