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Ricardo García
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¡Viva la madre que me parió! Afirmación rotunda y contundente de mi sentimiento ante el 28 F. Porque es la mejor, la mía, lo que más quiero y con quien me identifico. (Lo que no sé, es si ella me quiere a mí).
En 1980, el 28 de Febrero, concluyó un proceso reivindicativo y político, de justicia histórica, que fue el reconocimiento de Andalucía como una Comunidad Autónoma con los máximos derechos de autogobierno, solo igualados por Cataluña, País Vasco y Galicia y reconocidos en la Constitución Española.
Pero realmente celebramos el 35 aniversario de la voluntad manifestada el 4 de Diciembre de 1977, cuando las calles de Almería se llenaron de andaluces diciendo que Andalucía somos todos. Que los andaluces somos de primera. Que aunque nos lo pusieran casi imposible para que no se consiguiera el SI, Andalucía triunfó. Y empezó el periodo más ilusiónate y dinámico de la historia moderna de Andalucía.
Y en ese periodo de 2 años (1978 y 1979) el trabajo que los andalucistas hicimos en cada uno de nuestros pueblos, nuestros territorios, las Instituciones Andaluzas y el Congreso de España (tuvimos grupo parlamentario con Alejandro Rojas Marcos de Portavoz) hizo que se consiguiera. Porque era imprescindible cambiar muchas cosas: éramos la comunidad autónoma más pobre de España, la más analfabeta, la menos industrializada, la más aislada, etc. Y nos pusimos todos a la obra.
Han pasado 35 años y hay que volver a revelarse. No puede ser que los andaluces sigamos estando a la cabeza en España y Europa en desempleo, pobreza, desahucios, corrupción, mendicidad… Hemos de reconocer que en estos 35 años hemos avanzado, pero menos de lo que necesitábamos.
En 2015 celebramos que somos andaluces, hijos de una tierra antigua y rica, con posos de Los Millares, Abdera o Pechina, hijos de una tierra orgullosa.
No se nos puede olvidar el respeto que nos merece nuestra tierra, formada por las cenizas de todos los andaluces que amaron esta tierra y miles de años de cultura en nuestro bagaje.
Blas Infante Pérez, declarado en nuestro Estatuto de Autonomía como Padre de la Patria Andaluza, nunca perdió la esperanza. El que hoy conmemoremos el 28F, también hay que agradecérselo a él: consiguió transmitir en la sociedad de su época ese sentimiento rebelde y orgulloso del andaluz. Creó nuestro himno, escudo y bandera. Creó obras de capital importancia (“El ideal andaluz”). Murió injustamente asesinado.
Y como Blas en 1918, en Córdoba, tenemos que revelarnos contra los males que azotan nuestra tierra.
Porque no es normal que los mismos males que nos azotaban en Almería hace 35 años, sigan estando presentes
Ricardo García, candidato a las autonómicas del Partido Andalucista en Almería
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