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El Auditorio Maestro Padilla vivió ayer una de esas noches mágicas que confirman a Almería como una ciudad que vive la cultura, y la música en particular, con una pasión desbordante. Los almerienses se volcaron con la labor solidaria de Proyecto Hombre en un espectáculo que reunió a 150 músicos sobre el escenario en un concierto que encandiló al público con los clásicos de Schumann, Appermont y Borodin.
La iniciativa, ambiciosa, parte de la unión de tres formaciones musicales que quisieron poner su talento al servicio de la solidaridad. La Banda Municipal, la Agrupación Musical San Indalecio y la Banda del Real Conservatorio Profesional se dieron la mano para colaborar con una ONG que ayuda a más de 200 familias en Almería.
El concierto, que arrancó pocos minutos después de las 19.30 horas, estuvo dividido en dos partes bien diferenciadas. En la primera, la Banda Municipal acompañó al célebre pianista Carlos Martín en la interpretación del ‘Concierto para piano y orquesta’ de Schumann, en un aperitivo de lujo que serviría para abrir boca de cara al gran final que regalaría la noche. Tras ello, centenar y medio de músicos se acomodaron sobre las tablas del Maestro Padilla para un sobrecogedor concierto en el que sonaron piezas de Bert Appermont como ‘ÁngelesAlós’ o ‘El Arca de Noé’ y también de Aleksandr Borodin, como ‘Danzas guerreras del príncipe Igor’.
Colaboración
Como ya afirmó el concejal de Cultura, Ramón Fernández-Pacheco, en la presentación, la Banda Municipal es una asidua de estos actos solidarios “y realiza una intensa labor a favor de la popularización de la música clásica y española y es frecuente además su colaboración con otras agrupaciones y músicos y que ofrezcan actuaciones solidarias”.
Como introducción al concierto, cuya entrada tuvo un precio simbólico de cinco euros, desde Proyecto Hombre se quiso agradecer la colaboración tanto del Ayuntamiento de Almería, como de los músicos y al público por su asistencia, recordando que “esta es la razón por la que Proyecto Hombre sigue vivo”.
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