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En esos dos conceptos, austeridad y buen gobierno, basan los andalucistas su programa electoral para Almería, tanto a la hora de gobernar, como de entender el camino hacia una sociedad menos consumista, más solidaria y más sostenible. “Este principio debe manifestarse en los gastos e ingresos públicos, así como en las orientaciones que proponemos sobre la producción y el consumo y, sobre todo, en la configuración de los valores colectivos e individuales”, ha asegurado la candidata a la alcaldía de Almería por el Partido Andalucista, Carmen Mari González Piedra.
Basándose en el objetivo de la austeridad, proponen la racionalización de todos los organismos supramunicipales (mancomunidades, consorcios, fundaciones…) en una administración única comarcal, el control y la reducción del déficit público mediante la mejora de los servicios de gestión y recaudación, establecer el sueldo máximo en 5 veces el salario mínimo interprofesional y, sobre todo, la supresión de las diputaciones provinciales, algo que, según la candidata, llevan muchos años proponiendo y, ahora, los que gobiernan, lo pregonan en sus declaraciones públicas, pero nunca se lo toman en serio.
Según Carmen Mari González, “para nosotros, los ayuntamientos son algo más que gestores o administradores y necesitan un nuevo impulso democrático. Hay que potenciar la participación frente a la democracia mediática del marketing y conseguir que las personas se involucren en la esfera pública y colectiva”.
“Nuestra máxima prioridad consiste en formar un gobierno local bueno y eficiente. Convertiremos el programa electoral en la hoja de ruta de la gestión pública, a modo de contrato público con los electores. Nos comprometemos a desarrollar una gestión absolutamente transparente y a elegir a los y las mejores para desempeñar cada función por encima de cualquier otra consideración” ha dicho González. Por ello, los candidatos y candidatas andalucistas asumen públicamente un compromiso ético ante los almerienses. Su labor al frente de la vida pública se concretará en la honestidad y la altura de miras de las personas que ocupen puestos en las instituciones, a través de un código ético que prometerán o jurarán en la misma toma de posesión del cargo.
También reclaman los andalucistas financiación suficiente para los gastos derivados de las funciones que tienen asignadas los ayuntamientos. “El objetivo es alcanzar el 25% de los presupuestos públicos, para ello trabajaremos por llevar a cabo de manera urgente la reforma de la financiación y fiscalidad local sobre la base del incremento de la participación de los municipios en los tributos estatales y autonómicos; en la sustitución de las subvenciones autonómicas por la creación de un fondo incondicionado y en la capacidad para crear una fiscalidad verde”
Con este propósito los andalucistas introducen en su programa una serie de medidas de financiación, entre las que destacan, por ejemplo, la compensación automática por las disminuciones de ingresos derivados de la legislación estatal o autonómica con incidencia en las haciendas locales, la exención o compensación del IVA en las inversiones públicas realizadas por los Entes Locales (fondo de compensación del IVA), la participación de estos en los rendimientos tributarios derivados de la utilización del espacio radioeléctrico por parte de las empresas de telefonía móvil, la cesión de un tramo del Impuesto de Sociedades derivado de la actividad económica en el municipio y desvincular la gestión catastral de la gestión del IBI, atribuyendo a la competencia municipal la gestión del impuesto.
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