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Habría que imaginarse una consulta popular en plena Semana Santa. El Día de Todos los Santos o en plena canícula veraniega. Unas Elecciones Generales que coincidan con en el Día de los Emigrantes. Este Gobierno, ha pensado mas en el turrón, (que tiene la propiedad de aunar familias y que hace olvidar tragedias humanas) para que esa unión familiar acuerden bajo el influjo que ejerce el champan a go-go, tenerlos amarrados para soltarlos cuando las urnas reclamen sus presencia y no haya nadie en ese momento saltando a la comba demostrando despreocupación. La familia bien sujeta y ningún miembro saltándose lo de “vuelve a casa por Navidad.
Días de jolgorios y olvidar penas. Gentes, otrora indecisas, que debido a estas fechas tan señaladas, dejan al lado su desafección hacia la clase política y llevan su papeleta en bandolera. Un día; es un día. Las condenas, vendrán después.
Me tiene no preocupado pero si intrigado de que el Gobierno derechista de Rajoy, haya considerado como fecha aconsejable, cuasi idílica, programar las Elecciones Generales para un 20-D. Creo que hay algo tendencioso en ello. Puede ser que lo ya descrito, se asemeje muy mucho a la intención del Gobierno pero mucho me temo que hay algo más:
Por una parte, hay un cierto temor de nuestros dirigentes a desbandadas que esperan con impaciencia para ejercer su castigo a los que les han mantenido durante cuatro años en un clima de desestabilización y en un sin vivir a la población. Que una vez unidos en familia, no se siga voz del patriarca, jubilado y aposentado bajo la protección de una mísera jubilación, se vea desbordados por los jóvenes que llevan tiempo dudando entre engrosar las listas del paro o cruzar fronteras. Que las sugerencias del senil familiar, no sean oídas y sus consejos (afianzado y con la mira puesta en lo que le llega cada mes) no sea suficiente aconsejando a esos familiares la conveniencia de que se vote a los remitentes de esa paga mensual.
Que es mejor los óbolos traducidos en pensiones, que lo que pueda venir y cambiar.
Este Gobierno, aconsejado por asesores en que el Graduado Escolar les suena a algo así como una barbacoa familiar y quizás entusiastas de que el Portal de Belén ilumine sus decisiones, soslayando el comentario anterior, hayan decidido programar las Elecciones Generales antes de que surjan nuevos imputados revestidos de Reyes Magos depositando el incienso y la mirra pero llevándose el oro. Poner la maquinaria electoral en fechas donde el turrón deja atrás sinsabores, aflicciones y dolores. La gente se prepara a través de visitar comercios, viajes y traslados de una parte a otro del País. Todos con la ilusión de compartir en unidad estas Fiestas por imposición eclesiástica. Días fraternales para olvidar el resto del año, y que los medios de comunicación se encargaran de suavizar en qué situación hemos llegado hasta aquí.
Por los visto.la única carta buena que le quedaba en el tablero a Rajoy, la ha puesto en marcha y apoyado en esos asesores antes comentados, ha creído conveniente aprovechar dos días antes de una fiesta señalada a que el pueblo empiece de comilona voraz para testimoniar al ese pueblo que de votarle al él, la fiesta va a continuar. Que debido a esos vapores tanto etílicos como mentales, van a olvidar la realidad social que hemos vividos el resto de cuatro años de influencia capitalista. La desigualdad entre ricos y pobres. Que la recuperación económica bajo paraísos preconizados por los que nos mandan, no se refiere a nuestros País ya que el 90% de sus ciudadanos, son conscientes de que le han reducido el sueldo y la sanidad en un 50% a sabiendas de que ha hecho millonarios al 10% restante.
Elecciones Generales en plena Fiestas Navideñas. Un buen intento de aparentar un Papa Noel venido de tierras extrañas para poner orden e ilusión en las gentes que todavía, se imaginan, están en el parvulario. Esos parvularios que ya no creen en su Biblia del Bienestar y se han pasado al Génesis de Stephen Hawking.
Que hacen constar de forma reiterada de que es mejor lo que tenemos que lo que ha de venir a través de continuos engaños y maniobras antisociales. Turrones, mazapanes y urnas: Un amasijo de ingredientes que hasta el incombustible Argüiñano no es capaz de definir pero que algunos si nos va a importar el sabor que desprendan. Recomiendo mucho ojo en estas Navidades de Elecciones Generales: No va a ser suficiente exponer nuestra consideración y respeto hacia las personas que el resto del año ni hemos saludado. Nuestra deferencia hacia aquellos que debido a estas “entrañables” fechas toca dar el primer paso en salutaciones y deseos de bienestar. Las urnas: Unas urnas mediatizadas y puestas para tal ocasión con el propósito de que olvidemos las vueltas a la manzana que sufren los parados del INEM.
Los que familias con hijos en brazos, desalojan sus casas. Los que rivalizan con aquellos que antes nos visitaban a ahora tenemos que visitarlo a ellos. Personas dolientes en los pasillos de Centros Sanitarios en continua exposición. Bolsas de comidas y trabajadores que pagan por tener trabajo.
No nos dejemos engañar por paraísos ficticios en el 20-D: Van a seguir haciendo lo mismo.
Juan Marcelo
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