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A última hora de la tarde del pasado día 12, agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Puesto Principal de Roquetas de Mar (Almería), logran impedir con su inmediata actuación que una persona se autolesione con un arma blanca.
Sobre las 20’00 horas, un amigo de la víctima informa a la Guardia Civil, a través del teléfono de emergencias 062, del aviso que ha recibido de una amiga, que reside en la localidad de Roquetas de Mar (Almería), en el que informa que tiene la intención de autolesionarse e incluso llegar a quitarse la vida.
Tras recibir el aviso y de inmediato, los operadores de la Central Operativa de Servicios (C. O. S. – 062) de la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, emiten un comunicado a las patrullas de servicio en la zona, acudiendo en escasos minutos, una dotación de servicio del Puesto Principal de Roquetas de Mar.
Una vez en la entrada de la vivienda, los agentes comprueban que la misma está cerrada y nadie responde en su interior, por lo que tras obtener el número de teléfono móvil de la víctima, y ante la extraña situación creada, los agentes deciden llamar al teléfono móvil de la mujer.
En ese momento los agentes se sorprenden al escuchar el móvil sonar en el interior de la vivienda, por lo que ante el complicado escenario del que habían tenido conocimiento, los agentes deciden acceder al interior, para lo que tras estudiar los exteriores de la vivienda, los agentes logran entrar escalando por un balcón.
Una vez dentro, la Guardia Civil observa a una mujer muy nerviosa y alterada, con un arma blanca de grandes dimensiones en las manos, con la que amenaza a los agentes con autolesionarse, por lo que estos ante la gravedad de la situación instan a la mujer a tranquilizarse.
Este complicado escenario se prologa durante varios interminables minutos, periodo en el que la Guardia Civil persiste en el diálogo con la mujer, consiguiendo que finalmente permitiera a los agentes acercarse a ella, hasta tal punto que logran hacerse con el arma blanca.
Poco después acude al lugar los servicios médicos, que se hacen cargo de la víctima, trasladándola hasta el Hospital del Poniente.
El rápido aviso del amigo, así como la inminente y eficaz intervención de los agentes de la Guardia Civil fueron fundamentales para evitar la actuación de esta persona, impidiendo así que se hubiera autolesionado e incluso falleciera.
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