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No se puede caer más bajo aunque algunos finjan sorpresa. Los nazis okupas de “hogar social” de Madrid se autodenominan ¡ socialistas! Con el ejemplo de los métodos arribistas y el último “putsch” de Susana Díaz a nadie debería extrañar tamaña osadía.
El grado de desprecio a los Derechos Humanos en algunos “líderes” oblados de opinión y partidos políticos -incluso “andalucistas” de opereta y sacristía- al que estamos llegando, alcanza cotas de bajeza e inmundicia que nos retrotraen a los tiempos de los Konzentrationslager y los Kuláks. Ya no se cuentan por cientos, sino por miles anualmente los que están cayendo en las listas de espera del Horror, los muertos por pobreza energética, los “suicidados” por el desamparo y la injusticia, por las consecuencias de malnutrición crónica sobre la salud... y nada, ahí siguen las mercenarias gallinitas cluecas de su obispo cacareando sus edulcoradas sandeces, al servicio fiel del señorito con alzacuello.
Ya nos previno la gran periodista canadiense Naomi Klein acerca del gran peligro de la denominada Doctrina del Shock, elaborada por la Escuela de Economistas de Chicago para hacer tragar brutales directrices laborales mediante un inducido terror de Estado, o imperialista. Fueron ensayadas por vez primera al liquidar en Chile al presidente Salvador Allende, ejecutadas por Pinochet. Lo importante es que los dividendos no mermen, aunque para acrecentarse haya que pasar por golpes de Estado, millares de “desaparecidos”, masacres con bandera falsa, desastres medioambientales, orquestaciones parafascistoides de los media... Provocar guerras tampoco constituye un freno. Si el pueblo vive paralizado por el pánico teleprogramado, no se rebelará contra sus expoliadores, ni prestará atención a las condiciones esclavistas de los indígenas machacados de turno (pongamos por caso, ¿protestan muchos por el subproletariado explotado en las cárceles españolas, o porque los “sindicatos” mayoritarios no se diferencien mucho de los verticales de -Queipo dixit- Paca la Culona?).
No nos remontaremos a muchos pretéritos antecedentes, como aquel inventado suceso del santo niño de la Guardia, supuesto infante católico asesinado en macabro crimen ritual por judíos del S.XV, con el único objetivo de que se activase el “pogrom” racista, esquilmarles con total impunidad y “animar” -claro- a su conversión; el autoatentado del Maine para que los EEUU se cepillasen las últimas colonias de ultramar en 1898; el “incendio del Reichstag” o la Operación Gladio para fumigar a los comunistas; el Caso Scala perpetrado por la policía franquista para liquidar el Movimiento Libertario; el 11M de “fue ETA”, y acto seguido fue la morisma con txapela... un listado pormenorizado daría lugar a toda una Enciclopedia del Espanto.
Con tantos precedentes terroríficos, hasta el avezado periodista inglés John Carlin ante las truculentas performances sangrientas e indiscriminadas en Francia y Bélgica, no comprendemos porque se mostraba estupefacto: ¿Por qué no se manifiestan los musulmanes en masa?”, clamaba en retórica jeremiada. ¿Y el MI7, servicio secreto británico internacional, no nos podría ilustrar con algunos archivos desclasificados con permiso de sus camaradas de la CIA y el Mossad? El primer interrogante tiene fácil respuesta: no es lo mismo montar escabechinas usurpando el nombre del Islam y tratar de convencer a analfabetos, que pretender que todos nos convirtamos en gilipollas, creando estaditos de opinión. Cualquier persona con un mínimo conocimiento sabe que el respeto a las Gentes del Libro, cristianos y judíos especialmente, es un mandamiento coránico, por tanto atentar contra ellos obedece a otras motivaciones. Si alguien en la historia ha tratado de contravenir esa Ley milenaria, por hacernos una autocrítica, hemos sido precisamente los andalusíes exiliados en el norte de Africa, que imploramos a las autoridades de allí, que hiciesen padecer a sus moros de confesión cristiana la misma barbarie que la Inquisición nos infligía. Fue el sabio Gran Mufti de Argel, el que con argumentos no de legos como los nuestros, les explicó que arrastrarse por la ciega venganza no era humano ni lícito. Sólo por eso, ese inmortal hombre merecería tener un monumento en cualquier capital de Al-Andalus. Aunque tal vez de ese modo se estropearía el cuadro sarraceno xenófobo, al igual que si se divulgase la evidencia histórica de que los musulmanes andalusíes celebraban la Nochebuena, por considerar también a Jesús de Nazaret su Enviado.
Eran otros tiempos, con muchas menos guerras y muerte que los actuales. Suponemos que con la nueva administración Trump, una vez que los EEUU hayan reculado como nenazas de Siria dejando a un tirano genocida en el poder, deberán cesar a ineptos estrategas del Pentágono en cascada, ya que la garantía de que los millones de refugiados jamás vuelvan a su patria es que el carnicero Assad siga en el poder. ¿O no dimitirá nadie en el alto mando estadounidense por el fracaso colosal de las mismas recetas que si bien funcionaron en Afganistán contra el imperio soviético -inolvidable Rambo III acaudillando talibanes-, son de imbéciles para ¡el país mediterráneo protagonista de las Mil y una noches!? Sí, lo sabemos, desde un despachito enmoquetado en Washington un pastor de cabras afgano no se diferencia de un fabricante de narguilas de Damasco, y ambos amaestran cobras con su flauta sobre su claveteada tabla de faquires. Pero como el gran politólogo belga Michel Collon denuncia, al desenmascarar los mecanismos propagandísticos de los conflictos bélicos, sobre todo de la OTAN, lo relevante es qué sucede “después” de la guerra, tanto en los países devastados como con los éxodos provocados. ¿Después de la guerra qué, para dejar un escenario mucho peor del mal que tratábamos de combatir, merecía la pena el desplifarro de recursos y la sangre derramada?
Ahora nos vienen con el supuesto peligro, de factoría BND (Inteligencia alemana), de retornados fanáticos asesinos del DAESH -Frankenstein creado y financiado por “occidente”-, de incógnito (¿!) y resentidos por la derrota, por lo que “medidas antiterroristas”, más “doctrina del shock” y atropellos contra las libertades ciudadanas se intentan colar como indispensables en toda Europa. Así puede verse la seriedad con que se toma el imperio landista local esas advertencias. Aquí con empitonar entre alharacas mediáticas a un puñado de infelices o descerebrados con chilaba ya está todo solucionado. Vamos a ver si terminamos de pulir los guiones, para que no se nos ponga a todos cara de tonto. Con un nivel de alerta 4 antiterrorista alto, para ser creíbles, ante las aglomeraciones consumistas de Navidades, habría que obligar a que grandes almacenes y supermercados se doten de mamparas de seguridad tras los escaparates para evitar que sus fragmentos se conviertan en metralla letal, arcos magnéticos y controles a la entrada, protecciones fijas en zigzag para neutralizar las ondas expansivas. E inspección sistemática de los maleteros de los vehículos al entrar en los parkings subterráneos. ¿Estamos por la seguridad de verdad o para que ciertos servidores públicos -pagados con los impuestos de todos- brinden con champán gran reserva con los magnates de la alimentación y la distribución, con cara de Mariano Ozores sin boina baboseando al cortar el pata negra, regalito de los camaradas?
Por ello una digna profesionalización es fundamental. Por ejemplo, la guardia “civil”, debería ser Civil en realidad, y no proseguir con un estatus militarizado como si viviéramos en un estado de excepción permanente. Con sueldo homologado a otras policías. Sin olvidar la supresión del tricornio, símbolo en su origen infamante, heredero del sombrero de tres picos jesuítico, de las ominosas épocas de los “familiares” de la santa Inquisición.
Y la “policía política” de Fdez Díaz, denunciada por catalanes y múltiples asociaciones... ¿va a disolverse? La Contrainteligencia, ¿está para responder ante las fechorías impunes de la Inteligencia de un Estado extranjero, v.g. el Vaticano, o para malvender la anémica soberanía política de los ciudadanos defendiendo intereses foráneos de rodillas ante el Sagrario? ¿Un Estado si tal intromisión ilegal e ilegítima de otro de fuera de la UE consintiese, no debería quedar invalidado y aplicársele sanciones? Pues mezclar de modo torticero el lícito plano de las creencias personales con el ilegal del vasallaje a una potencia extranjera, aunque vaya de teocrática, no puede tolerarse en un nuevo milenio. Y encima los que con cinismo ceden soberanía van de “patriotas”... y hay que joderse. Por no mencionar el delito de traición recogido en el Código Penal, y castigado con pena de prisión mayor para altos funcionarios. ¿Vamos a empezar a vivir con dignidad en el S. XXI o continuamos jugando a hacer de fantoches marisoplas de campanario?
Envidia da por otros lares la democracia de Corea del Sur: por la corrupción y conchabeo con sectas del Ejecutivo se manifiestan millones de personas en las calles y su presidenta queda suspendida. Aquí, por el contrario con las depredadoras mafia-sectas vaticanas, inficionando en apariencia las más altas magistraturas del Estado, habiéndose incautado de lo que les place... ¡y viva la Virgen y la “aconfesionalidad constitucional”! ¿Extrañará a alguien que seamos el hazmerreír de Europa y todo el orbe por un frikismo sin parangón posible?
Si no se regulan con transparencia los lobbies eclesiásticos, y sus intereses económicos, sin favoritismos en la sombra, no hay más remedio que contrarrestarlos con la única receta posible, democrática y no violenta, la Masonería. Sin ella la epopeya de la Libertad en todas las naciones civilizadas de América y Europa no puede explicarse. Así como en la Filipinas de la independencia, la Katipunan (acrónimo de Suprema y Venerable Asociación de los Hijos del Pueblo). ¡O el Legado inmenso en la época de la descolonización de la heroica Gran Logia de la Isla de Cuba (gigantes de la talla de Martí, Maceo o Céspedes pertenecieron a ella)! Si este lamentable Estado de cosas no cambia, llamamos a una auto-organización colectiva en células masónicas independientes y populares, con el máximo secreto, procurando infiltrarnos en las de las sectas-mafias del usurpador y expoliador Estado Vaticano -fundado por Mussolini-, mientras a este cáncer usurero no se le ponga fin.
Para ir abriendo boca impulsemos una campaña anticonsumista estas Navidades y Año Nuevo. ¡Volquémonos en los valores humanos y no en las estupideces comecocos de la publicidad! ¡Pon un pobre en tu mesa en estas fiestas entrañables, anda, no sólo para que no te suba el colesterol sino para que no se te ponga cara de cerdo o de foca godos! Aunque no sé, casi eso empieza a parecer mejor que la calificación en Andalucía de “socialista español”, o posturear de patético “andalucista” con aroma a incienso...
Al-Hakam Morilla Rodríguez, Coordinador de Liberación Andaluza: @lascultura
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