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…y entonces, usted, recibiendo la flecha en el pecho de un tal Rivera con perro incluido y expeliendo torturas franquistas económicas del preboste Casado y decidido a defender el fortín, exclama, ahhhhhhhhhhh…y se arroja de la cornisa del Congreso. La cámara, enfocara quien tira la flecha y quien la recibe, o sea usted. Abajo, le esperará un extraño colchón que sujeta Santificado Abascal, nostálgico neo-fascista por una punta y en la otra punta Gabriel Rufián defendiendo una independencia para depender de otros. Le recuerdo que es usted un extra de la película y si le asignamos un sueldo, poco nos importa que después de 48 cotizando, tenga que lavar los cordones de las alpargatas cada día. ¿Va usted adentrándose en la trama de la película?
-Si…, pero un ahhhhh con tantas “h” no sé si yo…, me falta pulmones y…
-Tranquilo; recortaremos las “h” si Hacienda nos permite “royalties” y la DGA no nos penalizan aunque no sea una expresión agónica de cualquier disco de J. Luis Perales. La sinopsis de la película, es cuando unos/algunos, intentan conquistar un castillo.
Heredades usurpadas que no están documentadas ni mucho menos legitimada sino a través de Credos y dictadores de nuevas hornadas con palabras sacadas del pleistoceno. ¿Una Mafia que no nos deja avanzar? ¿Sigue usted el computo y finalidad/ guion de mi película? ¿Se entera de que va la cosa? ¿Algunos argumentos que nos traslade al siglo MVII?
- Todavía me encuentro –arguye el pensionista extra - arrojándome y tropezándome con leones de fauces abiertas que me esperan hambrientos con lo poco que tengo y sobre todo, con lo poco que me han dejado. ¿Me quedara algo al finalizar la película? ¡Soy un jubilado y tengo mis reservas con mi situación y penalidades, sobre todo, cuando me asocian a un jubilado con júbilo? Alegría, desenfreno y otras cosas que no tengo. ¡Esperar mi pensión todos los meses, ya la considero un Deporte de Alto Riesgo!
-No se preocupe. – exclamo el director - Reconozco que tengo muchas dudas de usted: Mucho me temo que la responsable del casting, no ha estado acertada con usted. Hay diez millones de jubilados que están propensos a defender su escaso cortijo y que no les sorprenden una flecha más. Han recibido tantas… Están inmunizados; detalle que implica que no les faltan fuerzas para rebelarse. Bien: ¿Qué tal si en vez de recibir la letal flecha y arrojarse por la cornisa, se queda usted dentro? Podíamos cambiar el guión y su agonía y esos estertores sean amparados por un Gobierno en Funciones donde tiene la cualidad de hacer de sus mentiras verdades? ¿Cobijarse ante alguien digno de crédito que certifique que sus pensiones están seguras? ¿Alguien con cierta cordura que comprenda y acepte la decadencia de un País pisando asfalto y andando caminos reclamando algo que cualquier mortal reconocería no por pensamiento sino por derechos de gente que reciben menos de lo que han contribuido? Yo, me propongo que mi película sea…
-¡Por favor! ¡¡¡Soy jubilado pero no imbécil!! Imbéciles, son los que les esquilman la pensión y encima, les votan. Por lo visto, el guionista no se ha enterado que batallamos y salimos a la calle protegiendo nuestros derechos sin un castillo feudal que defender ¿Por qué no nos dejáis hacer nuestro propio guion y película que seguro que va a ser más comprensible y realista que el que ustedes me proponen? ¡No pienso arrojarme del Castillo ni para adelante ni para atrás! Voy con pecho descubierto y no necesito coraza. Mi coraza la tengo protegida de los años que me he pasado trabajando y eso, parece que tampoco está valorado. Con mi trabajo, he enriquecido este país y ahora, la horda materialista me recrimina el no haber aprovecharme de los demás y sangrarlos como hacen ellos. He sacado a mi familia adelante con honradez y cierto grado de dignidad y me han condicionado a que no sea un pasivo jubilado, simplemente, consciente de las vueltas que da el mundo, sino que a través de una exigua pensión, compartido con los míos y que tenga que contribuir a su bienestar porque su futuro está en el aire. No he descolgado la espada. Muchos de los míos, jubilados, miran a esa espada de reojo porque a la hora de defender a los suyos, tardan muy poco en quitarle la vaina. Era su lucha: Ahora es su batalla.
-Entonces…, mi película de la conquista de un castillo…
-Tu película y tu castillo – contesto el jubilado – la mandas a tomar por culo: Rodéate de guionistas que accionen e impliquen en la realidad del País y adéntrate en condenar a la Mafia gobernante que nos han robado nuestras premisas. Nuestras supervivencias: Los que nunca se han imaginado que nuestra pensión, las que no han dejado, han sido para que nuestra prole -que nos sigue - no sufran carencias. Yo no sirvo de extra en una película y que después me indiquen en qué lugar caer, ya que la flecha, la llevo clavada desde que una caterva gubernamental atravesó mi coraza recortándome mi pensión y estabilidad mientras otros, que no participaban en el guion, se apropiaba de ella. Muchos protagonistas a cara descubierta. No se ocultaban: Adalides del descaro. No había una cámara de cine de “secuencias discontinuas” sino continuas y a plena luz. Se han comido mi pensión los que nunca han trabajado y la han considerado como menú diario. Han usurpado mi sudor y lo han hecho suyo sin darle un palo al agua. Plagio gastronómico consentido y encima, rayando la ilegalidad.
¡Amigos jubilados, hagamos nuestra película! (No se imaginan las sorpresas que se van a llevar los que nunca han vivido al sol, sobre todo, de cómo hemos llegado hasta aquí y por favor, no votemos a los mismos) Cierta realidad: “vamos a ver si logramos entendernos sin destrozarnos! (Ana Belén) Con que asuman nuestros derechos de haber participado en la riqueza de este País, es suficiente para que asuman el débito que nos corresponde.
Juan Marcelo
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