La naturaleza es sabia y nos proveyó de un sentido de supervivencia y prolongación de la especie. Pero con lo que no contaba es que, como todas las actividades y tareas que se llevan a cabo de manera rutinaria, a la larga acaban siendo monótonas e incluso aburridas. Por suerte, el ser humano disfruta del sexo, lo que ameniza la carga reproductiva.
Con el paso del tiempo, la forma de relacionarse ha ido transformándose de forma constante. Ha quedado más que demostrado que las relaciones sexuales son parte muy importante de la relación, sea del tipo que sea. Así que, ¿qué se puede hacer para evitar caer en el aburrimiento y en la monotonía?
Existen multitud de opciones para probar e intentar mejorar este aspecto. Los límites siempre van a estar en la imaginación. A continuación se detallan algunos consejos de las escorts en Almería para añadir esa pizca de picante y morboso, a la vez que divertido, a la relación.
Experimenta
Probar cosas nuevas siempre está bien, pero ¿dónde están los límites? Para comenzar, si se quiere tantear el terreno y empezar a variar, es muy sencillo. Se recomienda:
Probar posturas: La vaquera, el perrito, la flor de loto, la estrella, la cucharita y un larguísimo etcétera. Dependiendo de la elasticidad y habilidad que se tenga, el famoso libro del Kamasutra ofrece un sinfín de posibilidades.
Lugares: Cuando hay ganas y pasión cualquier lugar es bueno. En la cama está claro que es lo típico y más cómodo al final pero hay otros sitios que pueden resultar muy eróticos si se propone. El sofá al “ver una peli”, la cocina, la ducha… Un “aquí te pillo, aquí te mato” de un buen empotrador que sorprenda de vez en cuando es excitante. Aunque también se puede preparar alguna estancia de forma especial para que sea más especial. Pero esto no es todo, queda todo un mundo por explorar fuera de casa. Para los más atrevidos, los lugares públicos, moteles, probadores, gimnasios...
Prácticas sexuales: Sexo oral, anal, francesas, cubanas, griegas, rusas, bdsm, masajes, tantra, sexting, swingers, orgías, striptease… En Internet se puede obtener infinidad de información sobre todas ellas para ver cuál puede resultar más interesante y atractiva para probar.
Hora de jugar
Cualquier juego de mesa u objeto se puede utilizar y erotizar con algo de imaginación, sino que le pregunten a las escorts de toda España capaces de hacerlo en su dia a dia. Aunque está claro que unos más fácilmente que otros. Lo importante aquí es dejarse llevar y disfrutar, por lo que si a mitad del juego surge la chispa…¡Que suba la temperatura del ambiente!
Strip poker y similares: Cada vez que alguien pierda, paga una prenda. Con la intención de ver quién se queda antes sin ropa. Se puede hacer con todos los juegos, no solamente con el poker.
Dados sexuales: Unos especiales en los que en vez de números aparecen palabras con acciones y partes del cuerpo. ¿Hace falta explicar algo más? Si no se quiere comprar dados, se pueden hacer con papelitos secretos.
¿Cuánto aguantas?: Sorprender a la pareja o amigo especial mientras hace una tarea rutinaria como cocinar, jugar videojuegos o ver una peli. Darle un beso en el cuello, acariciarle la pierna cada vez más arriba… Se puede empezar de forma suave e incrementar hasta donde se desee. A ver cuánto es capaz la otra persona de mantener la concentración y no ceder y caer en la tentación.
¿Te atreves a…?: Este juego viene muy bien para comprobar los límites y creatividad de las personas. Aunque primero hay que establecer el “castigo” que tendrá el primero que no se atreva a realizar algo.
Vale por…: Siempre son un buen regalo si se conoce a la pareja para que lo canjee cuando quiera. O incluso se puede dejar en blanco para que la otra persona lo rellene y satisfacer una posible fantasía.
Desempate: Es bien sencillo, un orgasmo es un punto, la idea es conseguir el equilibrio y provocar al otro para continuar sumando y que luego se sienta en la obligación de devolverla y conseguir igualar el contador de nuevo.
Body painting: Un papel en blanco, pintura corporal y mucha pasión. Esos son los ingredientes necesarios para crear un cuadro erótico. Se puede pintar directamente sobre el cuerpo o comprobar la huella que se es capaz de dejar tras el acto.
Adivina el sabor: Con los ojos vendados, se trata de ponerse algún alimento en los labios y besar a la otra persona para que lo saboree y adivine de qué se trata. También existe la versión similar en la que tan solo con el tacto de los labios y sin ver debe adivinar qué parte del cuerpo está besando.
¿Solos o acompañados?
Está claro que incluso una persona sola se lo puede pasar maravillosamente consigo misma y sus dos manitas. Pero sean las que sean, se pueden añadir a la fiesta algunos objetos que pueden hacerlo más divertido. Se puede probar con cosas como:
Juguetes sexuales: Bolas chinas, vibradores, dildos… e incluso el tan conocido succionador de clítoris. Hay infinidad de tipos, modelos, formas, colores, materiales… Todo un mundo que explorar.
Lubricantes, aceites, cremas: Para asegurarse de que todo fluya como toca y se pueda centrarse solo en lo importante, el placer.
Vendas, esposas…: El placer de atar a la otra persona y poder hacerle todo aquello que se desee, eligiendo postura, ritmo, intensidad… ¡Imagina si tampoco lo ve venir!
Imaginar, crear, interpretar
Todo el mundo tiene fantasías, filias y demás que disfruta haciendo realidad. Normalmente, esto incluye recurrir a ciertas cosas o personas, como las escorts de Granada, que también puede tener un resultado muy picante y divertido.
Disfraces: Para convertirse en cualquier cosa, persona o personaje que desee y adoptar su nombre y personalidad. ¡Que comience el juego de rol!
Ver alguna película erótica o grabarse: Se puede escenificar y aunque seguro que no sale tal cual, seguro que al final es igual o más placentero que el original.
Al final es una cosa interactiva y cuestión de que se involucren todas las partes. Innovar y probar hasta donde todo el mundo esté dispuesto, estableciendo previamente límites y siendo muy claros. Ante todo siempre, lo más importante es la comunicación para evitar problemas de cama. ¿Si se puede pasar increíblemente bien, por qué pasarlo mal?
Fdo.: Deborah Salas
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