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La nueva normalidad, o “anormalidad”, como la califica Carlos Goñi, es afrontada por cada artista de forma diferente encima del escenario. Y si el viernes, Mikel Erentxun se dedicó a cantar y tocar, sin casi mediar palabra, Revólver, alter ego de Carlos Goñi, convirtió anoche, sábado, su acústico en la Plaza Vieja de Almería en un café entre amigos, a los que iba contando la génesis de cada una de las canciones que luego interpretaba. Quizás porque fue el precursor de los unplugged en España con aquel exitoso Básico de 1993 (más de 250.000 copias y una gira de más de cien conciertos, que ha continuado con otros tres discos acústicos más), el madrileño, afincado en Valencia, no ha tenido tapujos para desnudarse delante de sus incondicionales, en la actuación programada para el verano del Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, y confesar las buenas o malas intenciones que se esconden detrás de los 16 temas que compartió a lo largo de más de dos horas.
Revólver es como un tren de largo recorrido, que sabes que no te fallará nunca y te llevará hasta El Dorado. Quizás no cuente con el glamour de otras estrellas, pero es una garantía de buena música y letras consistentes, ésas que aguantan con dignidad el paso del tiempo, nada menos que tres décadas, y con las que puedes disfrutar siempre de la autenticidad del rock&roll.
Sus seguidores de Almería lo sabían y, por eso, han escuchado, y coreado juntos, con reverencia y respeto cada una de las canciones. Si es tan solo amor, Esclavo de tu amor o El roce de tu piel, entre otros, son himnos que se entremezclan con la vida de varias generaciones y al oírlas de nuevo, anoche, en la voz, guitarra y armónica de Carlos Goñi, han brotado los recuerdos y las emociones de la primera vez.
El cara a cara entre los almerienses y Revólver comenzó fuerte, Esta noche tengo más de lo normal, donde cuenta “prometo hacerte socia de mi piel, de mi sangre y de mis huesos, pues no tengo mucho más”, y a partir de ahí ha viajado por un repertorio, que como es seña de la casa, ordena en función de las sensaciones que le transmite el público, sin un setlist predefinido, y escogiendo de su extensa caja de música los temas que más le apetecen. Anoche en un recinto con historia, como es la Plaza Vieja de la ciudad de Almería, pronto soltó la primera bomba, Calle Mayor, una denuncia social contra la xenofobia y el abuso de poder. Y antes de tocar el tercer tema se detuvo para explicar el punto de inflexión que vivió hace dos años, cuando tras sentir los aplausos del público con la gira Capitol, decidió hacer ejercicios espirituales en el Norte de España, y rodeado de la lluvia torrencial y la naturaleza, vaciar la mochila y repartir las cartas de culpas, para “quedarme sólo con las 15 personas más importantes de mi vida, incluidos tres perros”. Tras este retiro surgió la balada No escupas al suelo, donde se despide de las personas tóxicas deseándoles “Que la vida te trate de vicio”.
Tras soltar lastre, es el momento de disfrutar de Tu noche y la mía, muy reconocible, donde pidió al público que se anime a realizar los coros, al igual que hicieron con varios de los himnos. Siguió Frío en Madrid, el recuerdo del primer amor de la niñez, dibujado en la historia de dos niños en el invierno de la ciudad de Madrid, para continuar con el primer himno, El roce de tu piel, que tantas alegrías le ha dado a Carlos Goñi. De ahí, regresó a sus orígenes, e interpretar Dentro de ti, dedicada a la ciudad de Valencia.
La noche es agradable, sólo alterada por el repicar del reloj del Ayuntamiento que marca las horas en punto. A pesar de las mascarillas, estamos viviendo un ambiente muy cercano, y en este continuo diálogo, con café incluido, Carlos nos contó su fobia por Peter Pan al rechazar a la sensual Campanilla, una metáfora de Virginia, la primera mujer que le partió el corazón con sólo 11 años, cuando con su primer beso pasó de los juegos al enamoramiento. “El pasado no es un buen lugar para revisar”, reflexiona.
Rock americano
La versatilidad del líder de Revólver es incuestionable, se trata de un músico total, compositor, arreglista e intérprete, que ha defendido durante 30 años la banda unipersonal Revólver, llenando salas en los años 90 y también en la actualidad, y recibiendo el calor del público por la calidad de sus melodías y la fuerza de su rock. Un recorrido donde los acústicos han sido el apeadero del viaje donde recargar fuerzas y recopilar lo mejor de cada etapa. Siempre influido por el Boss, Bruce Springsteen, y el rock americano, pero a la vez abierto a diferentes influencias musicales.
Así se ha comprobado en el concierto de anoche, programado por el Área de Cultura del Ayuntamiento de Almería, donde continuó con Dónde está el amor, una canción que ha tardado varios años en recuperar para los escenarios, “porque duele interpretarla”, y resarcir las heridas con otro tema que, esta vez sí, es un fijo de sus seguidores, Si es tan solo amor.
A partir de aquí Carlos Goñi decidió abandonar el diván de las confesiones, y se lanzó a disparar canciones: Faro de Lisboa, El peligro, Esclavo de tu amor y San Pedro, para darse un respiro e introducir una rareza como es Fuera de lugar, el primer sencillo de su carrera discográfica. Quedan apenas quince minutos para que el reloj del Ayuntamiento marque la medianoche, más de dos horas de concierto, y el tren de largo recorrido llega a su destino, El Dorado. Gracias Carlos por el viaje, gracias Revólver por el rock. Sigue haciendo discos que nos conmuevan el corazón y nos hagan bailar.
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