|
|
| PUBLICIDAD
|
El amplio ciclo de conciertos de Cooltural Go!, la adaptación del festival Cootural Fest organizado por Crash Music y el Área de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Almería durante dos meses a la nueva situación impuesta por las necesarias medidas de prevención sanitarias, tenía anoche la cita más destacada con el sentido de humor. Y es que el dúo onubense que da vida a Antílopez lleva ya algo más de diez años convirtiéndose en uno de los mejores exponentes de una forma de entender la música, a veces minusvalorada, pero que requiere de un talento especial, sobre todo si conquista y llega de la manera que lo hace. Ya lo asevera el dicho popular: es más fácil hacer llorar que hacer reír.
Y de conseguirlo saben mucho tanto José Félix López como Miguel Ángel Márquez y no importa que cada vez que hagan la prueba sociológica de saber cuántos les han visto ya alguna vez y quiénes no haya un buen porcentaje del aforo que ya conozca sus andanzas y cómo las manejan sobre el escenario. El resultado siempre espectacular y su concierto es vigorizante, revitalizante, antioxidante, reconstituyente y cualquier tipo de propiedad promocional que se pueda imprimir en cualquier crema o superalimento de moda.
Aunque en primera instancia este 2020 iba a ser un año destinado al descanso para la desconexión y composición de nuevas canciones, los planes saltaron a la par que la semilla vírica y en esta nueva normalidad su formato se adapta a la perfección a los conciertos con las medidas de seguridad convenientes. Pero, antes de ellos, fue el almeriense Miguel Company, guitarra y voz, acompañado por Víctor Guirado al bajo, Andrea al saxo, David a la trompeta y Ricardo a la percusión, quien abrió la sesión con una rumba desenfadada que lo mismo sonaba garrapaterismo de los Delinquentes, que a la más mestiza de referentes como los granadinos Eskorzo.
Sin disco todavía en el mercado, defendió un repertorio captando la atención de los presentes, con temas como Tan Raro, Qué Bonita Que Es La Vida, AsíPasamos Nuestro Tiempo, con una parte de ska bastante celebrada, Fuego, o Rumbia, donde no faltó un popurrí final con temas de los citados Eskorzo, Ketama o el Probe Migué de Triana Pura. Casi nada.
Antílopez, humor libre
Ya con la noche entrada y sobre las campanadas de la diez, Antílopez entraba en escena para cimentar su actuación en un repertorio bastante similar al que fue la gira de presentación de su último trabajo discográfico de estudio, el cuarto, titulado Dibujo Libre. No impidió eso que se mantuvieran en el guión argumental clásicos ya como la intro gregoriana, la copla de la Zarzuela o la rumba despechada.
Y es que, salvo la excepción de Soy Músico, un tema regrabado de su debut, prácticamente tres cuartas partes de su lista de temas formaban parte de su disco más reciente. Claro, es un defecto para aquellas bandas que ya han dado lo mejor de sí y viven de las rentas de los viejos éxitos, pero no ocurre así con Antílopez, que hacen de la frescura su razón de ser. Ahora Vas y Lo Cantas abrió la tanda, que tuvo espacio para la música disco con Nadie Pone Fin y también para el reggae, con una de las mínimas miradas al pasado con Musa En Paro Busca Poeta, una de esas canciones que los peques de la pasa se aprenden con facilidad. Y unos cuantos se podían ver entre las sillas de la Plaza de la Constitución.
Seguramente celebrarían con menos profusión los más sobrios Polinesia y Patagonia y Ser Músico. Porque es otro de los méritos de Antílopez, que entre tanta broma, son capaces de hacer textos más profundos como los citados, o como Canción Privada o Mentira, dos de las grandes ausentes… de las muchas, porque todos querríamos la discografía completa. Eso sí, no se rebajaron los vítores y honores para Antílopez, más que merecidos, como para Ana, la mujer encargada de trasladar todo su loco mensaje a lengua de signos que fue un espectáculo en sí misma, tal y como reconocieron los propios artistas.
Conscientes de las limitaciones lógicas del tiempo y el espacio, solo quedaba disfrutar del segundo tramo del concierto con la castiza Hijos de España y su historia Real, el despecho de Metralla, Medida y Viaje, la polka de La Cobradora del Track, el Country Jondo y el desahogo de Game Cover. Lejos del paripé habitual de los bises, el dúo decidió sobre el escenario los temas en los que suelen hacer las variaciones según el concierto, y que anoche fueron Suerte y Prefiero, el más escuchado en plataformas digitales de toda su discografía. Como postre final, y parafraseando el Deltoya de Extremoduro, Antílopez se despediría con Vuélcalo To Ya y su rumba canónica de fin de fiesta.
|
