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Datos a tener en cuenta en pleno rebote de la pandemia: El Cementerio de Carboneras se amplia y me tiene todo el día acariciando madera cual lagarto que se precie. Echo de menos los chistes de mi amigo Miguel Parra que me saque de la normalidad y me adentre en el Edén del desarreglo mental y la confusión. Criminalizar a todos los que no se han quedado admirados de mi mascarilla con el escudo de mi Elche… ¡cabrones! - proclamo resabiado…, el amigo sevillano, Macareno Giráldez, que no quiere jugar al dominó conmigo…
Dato verdaderamente curioso es que este maligno rebrote, la ambición, la avaricia y codicia se toma su descanso y apacigua su inercia, apego y propensión. La corrupción se torna y blinda en una recomendable siesta esperando dar tiempo a otra normalidad que febrilmente esperan para accionar y hacer funcionar el génesis de su condición para volver a sus “costumbres”.
El Obispo de cierta ciudad costera, Canastillo Vacío, ha lamentado el impacto de las restricciones impuestas para controlar la pandemia en “la capacidad de autofinanciarse de su chiringuito para poder sobrevivir y seguir viviendo a cuerpo de rey” Se queja que, “apenas ha entrado nada en la canastilla ya que ha estado medio año cerrada al culto” Se refería, sin duda, a que el “culto” también come y se nutre anteponiendo lo espiritual. (Lo espiritual se deja como algo accesible y da respuestas a lo cotidiano) Canastillo, añade “que los donativos de la ignorancia son pocos y que gracias a la casilla del Hacienda vamos sobreviviendo sin que crezca la capacidad de “sucursales” de nuestras parroquias en su financiación” para concluir que “nos falta el hábito de donar a la Iglesia” para, imagino, mantener la multinacional y que los “productos” que fabrican sea los más asequibles y perdurable al mercado internacional…, su Credo productivo en la cadena de “embalaje”
Don Canastillo, no hace baladí ni pueril su mensaje: Santo Varón dedicado a su culto y semejanza del que lo sostiene, reconoce que nebulosas extrañas también necesitan de soportes materiales. No son todos cánticos o salmos de aleluyas a textos fabricados y confeccionados por hombres en una Biblia donde nadie se pone de acuerdo porque distorsionan fechas y orden, sino que su baño se ha atascado y no soporta que su menú diario sea en base a panes y peces. “Las catequesis de niños y adultos “sacramental” sustenta y formaliza el clero y apostolado laical en atención a los más necesitados aumentando la acción de Caritas en que el Papa acoge e integra” Este fervor mensaje, significa que vivamos por un Evangelio caduco, nulo en su práctica, ya que Caritas ya solo recibe el 04% de los 11.000 millones de euros que nos rapiña la Iglesia a través de dogmas sin sentido que la Ciencia demuestra cada día. La Evangelización es un método, técnica, para someter a Gobiernos que dicte mucho de que impere condiciones somáticas a través de dogmas surrealistas, por lo tanto, el enemigo es un Gobierno de izquierda que deje al pueblo libre de cualquier tendencia religiosa. Eso, no le conviene a la Iglesia siempre usurpando mentalidades. La iglesia católica necesita números actuales que no lean, estudien ni razonen igual que las tabacaleras Philip Morris mundial o la española Altadis necesitan mil fumadores al día.
Me quedo extasiado y atónito con la coletilla final del excelso con exceso de Don Canastillo cuando afirma que “algunos tratan de imponer su voluntad amenazando a los demás” sin saber o notar que siempre se nos ha amenazado con un infierno que no existe ni un cielo que no es un lugar físico, mientras, con la pandemia ofreciendo su menú de nuestra gente fallecida y nos ofrece el postre del rebrote, la Iglesia desaparece, se esconde y se cobija en catacumbas mística y no reparte entre los más necesitados los beneficios de la exportación de sus arengas y encima protestan y se lamentan de que encuentran su “canastilla” vacía. “Mientras hacemos votos de pobreza, nuestras arcas están repletas de oro” (Papa León XIII, el tercer Papa con más tiempo de pontificado)
La Iglesia más que exponer, tiene mucho más que ocultar…, de hecho; se pasa la vida pidiendo perdón por lo escarnios cometidos y que curiosamente necesita lo “material” para sobrevivir. (Hasta en eso se han dado cuenta mientras haya gente “comulgando” con sus tesis)
Juan Marcelo
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