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Debemos pronunciarnos ante la publicación del informe de las “33 banderas azules” de este año en la provincia de Almería, ya que una vez más, no reúne los requisitos mínimos de rigor, solvencia e independencia. Se trata de galardones fraudulentos enfocados a resaltar el reclamo turístico de las playas elegidas.
Esta concesión se creó en 1985 para certificar puertos deportivos en Francia y se amplió en 1987 a playas y puertos de toda Europa, con la subvención de la Comisión Europea. ADEAC (Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor) es la asociación que gestiona las banderas en España, pero nadie fuera de nuestro país da un valor especial a estas banderas, porque no es un sello que un turista asocie a excelencia. La acumulación de fraudes y denuncias en su obtención hizo que la Comisión Europea les retirase el apoyo económico y se desmarcarse de la campaña. Son promovidas por un conjunto de asociaciones privadas ligadas a las empresas turísticas..
Buscando más motivos para relegar la importancia de este galardón, en sus criterios de selección figuran algunos como imperativos para obtenerlo, pero no realizan inspección alguna y no evalúan con rigor el estado medioambiental de las playas. Encontramos playas que durante décadas, inclumpliendo esos requisitos, año tras año se les ha concedido la bandera azul. Como ejemplo, los municipios de Roquetas de Mar, Níjar, Carboneras, Mojacar, o Pulpí, donde la cartografía de los fondos muestra densidades de fanerógamas marinas muy relevantes y en algunas se forman arribazones (cúmulos de algas, moluscos, arena, posidonia,…) de hasta 3 m, pero donde se produce el fondeo incontrolado de embarcaciones y se incumple el criterio número 10 de La guía de interpretación de los criterios bandera azul para playas 2020, Limpieza inadecuada de la franja litoral: utilizan maquinaria pesada con gradas que además de erosionar la orilla, retiran de la playa áridos (grava) y restos orgánicos marinos entre los que se encuentra la posidonia, sin respetar la franja húmeda litoral y eliminando un recurso muy interesante desde el punto de vista ecológico.
Otro criterio imperativo incumplido es el de la calidad del agua, ya que en muchas se produce vertido de aguas residuales intermitentes o de forma continua, saliendo el agua fecal a veces a pié de playa o por los emisarios sin completar tratamiento secundario, y sin embargo durante 30 años se ha concedido la bandera azul a playas como las de Roquetas de Mar, en las que desde el puerto de Aguadulce hasta La Urbanización de Roquetas se han dado irregularidades en: emisarios de las EDAR, aliviaderos, balsas de tormentas, emisarios de los puertos, algo incomprensible al existir instalaciones para tratamiento terciario en la EDAR del Consorcio del Poniente. Durante décadas se ha denunciado desde diferentes agrupaciones, en prensa y redes sociales circulan imágenes y vídeos grabados por buceadores locales de forma particular, y hace año y medio se denunció al Parlamento Europeo y se llevará a cabo una investigación al respecto.
En el municipio de Carboneras, las playas con bandera azul están entrecaladas en el tramo de costa donde confluyen en pocos kilómetros la Central Térmica Litoral, con dos grupos de carbón (ENDESA), una desaladora, una fábrica de biodiesel, una cementera (HOLCIM) y una depuradora, de la que llegan vertidos, que generan probablemente los peores datos de sólidos en suspensión de Almería. Además, se acumula carbón en polvo en el aire, siendo la mayor fuente de contaminación para la población de Carboneras, más que la propia combustión de la central térmica, y más aún cuando por circunstancias meteorológicas negativas, se produce combustión espontánea.
Hay más ejemplo de diferentes vertidos que también llevan décadas produciéndose:
- Al Levante de Adra, entre la ciudad y la desembocadura del río, se “inundan” de residuos agrícolas: plásticos, alambres, restos de cosecha... Por el río hay vertidos de aguas residuales durante varios meses al año. Los invernaderos invaden el Dominio Público Marítimo Terrestre, en algunos casos quedándose a escasos metros del agua.
- En El Ejido, en la zona levante de Almerimar existe una cantidad relevante de residuos sólidos urbanos y de escombros de la construcción.
- En Almería, en el Alquián y en San Miguel de Cabo de Gata, la cercanía de los mercadillos a la costa constituye un grave problema por la gran cantidad de residuos, sobre todo plásticos que cada semana generan, y afecta directamente a espacios protegidos, tanto terrestres como marinos.
Durante años, la extracción de áridos y las obras litorales (urbanismo a pié de playa, espigones, paseos marítimos, puertos,...) con la consiguiente destrucción de hábitat litorales, han erosionado y modificado la dinámica litoral, siendo un grave problema mantener la arena en muchas playas con bandera azul, con el consiguiente aporte artificial después de temporales o con cierta regularidad. Así nos encontramos las playas de Balanegra, Aguadulce, La Urbanización de Roquetas de Mar, y también en los municipios de Almería, El Ejido, Adra, Mojácar, Níjar o Pulpí:
- En El Ejido, el urbanismo de toda la Bahía de San Miguel, donde ya se ha perdido el humedal de las salinas de Guardias Viejas, continúa extendiéndose y poniendo en grave riesgo la Reserva de Punta Entinas-Sabinal. Además, los espigones construidos para retener la arena de la playa de Almerimar, han provocado en los últimos 30 años (y se sigue intentando compensar con espigones) la regresión de más de doscientos metros de la playa.
- En Pulpí hay urbanizaciones a pie de playa en varios kilómetros de costa.
Los premios de Bandera Azul solo indican la existencia de servicios para los bañistas, pero no reconocen una verdadera gestión ambiental y de conservación de los frágiles sistemas costeros. Este tipo de premios no deben exhibirse como ecoetiquetas, sino como meros distintivos de calidad de servicios ofrecidos a los bañistas en playas artificiales y urbanas.
Emplazamos a los municipios litorales a que no pierdan el tiempo (y el dinero) persiguiendo estos falsos galardones y se afanen en hacer frente a los dos máximos desafíos para nuestras playas: ofrecer soluciones a la subida del nivel del mar y demás consecuencias indeseables del cambio climático, y depurar íntegramente todas las aguas residuales que van a parar al mar.
Protocolos de actuación creando sinergias entre técnicos, trabajadores, asociaciones conservacionistas, empresas y técnicos ambientales son necesarios para corregir errores y alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sostenible dictaminados por Naciones Unidas, el 2030 está muy cerca
Ecologistas en Acción Almería
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