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Tenemos 4 horas muy ajustadas de la Junquera a Montelimar por la A-9. Haces los tres cuartos de hora donde puedes -siempre está abarrotada en su gasolinera/parking - y a un compañero le robaron los palets del portapalets debido a que había cargado palets azules y los suyos, europeos, los tenían bien almacenado en el portapalets. Sintió un ruido extraño mientras descansaba en su litera. Se apeó de la cabina y cogió a los ladrones en ese momento de la descarga. Imploró que volvieran a ponerlos en su sitio porque su jefe desconfiaba de él ya que no era la primera vez que le robaban y creían que los vendía para pagar el codillo que se comía en la frontera alemana en Nevenburg.
Los cacos, argumentaron que los once palets que estaban apalancados en la furgoneta ya eran suyos. Que dejarían de robarle más si accedía que se lo llevaran y no amenazarle con llevarse el resto, aunque él esté presente. El colega pensó que, si le compraba los palets que le habían robado, todos saldrían ganando, aunque no contaba con ese desembolso. Los cacos consultaron su Código Ético en el apartado Beneficios y Satisfacción y le dicen que les cobrarían a seis euros los palets que le habían quitado. Que suelen venderlos a nueve euros, pero al ahorrarse el transporte y el gasoil, le cobraría solo seis secundando el Programa Moral que los acompañaba y que ellos cumplían. El colega asintió, y le metieron de nuevo en el porta palets los once y les pagó los 66 euros firmándole un certificado que llevaban en el apartado 4/sec.13 que aclaraba el Apropio Ajeno.
Los tres hombres y la mujer interprete que formaban el grupo de ladrones ya satisfechos, le preguntaron si solía con frecuencia parar en el mismo sitio. Que la próxima vez que le robaran, le harían una suculenta y tentadora rebaja. La traductora, - solícita ella - le entrego un catálogo de derechos y obligaciones entre el atracador y la posible víctima.
¿Puede ser creíble esta historia? Pues lo creáis o no – aparte de frases irónicas que le añado - es real, contada por un colega digno de todo crédito ya bajado del camión en Hermanos Golbano.
Madrid destino Granada para descargar en el Coviran granadino. Las dos de la mañana y el Polígono Peligros desierto de camiones. Llego al sitio que estaba cerrado y aparco. Pasa junto a mi una furgoneta lentamente con tres tipos en su interior. Les pregunto donde se puede dormir tranquilamente y el conductor me dice que no me preocupe, que ellos son de Seguridad y que duerma tranquilo. No me fié de ellos y vi que, en la garita de entrada, se encendía una luz. Me encamine hacía ella, le enseñe los papeles, y me dice que no podía pasar hasta las seis de la mañana. Le conté lo de la furgoneta y si podía dormir donde el me vigilaba. El hombre me dijo que no había problemas, aunque lo preocupante era que me vigilaran ellos.
Toda la noche sin dormir y encendiendo las luces de la cabina simulando estar despierto para desechar cualquier intento de robo. Todo eso, por los putos palets y el canalla inventor del intercambio como si no tuviéramos más penalidades en el trasporte internacional.
Juan Marcelo
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