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Esta semana se ha cumplido un mes desde que Rajoy pronunció las palabras más desalentadoras que uno puede escuchar por boca de un presidente de gobierno. En lo más duro de la crisis, el 28 de abril de este año, el líder del PP dijo textualmente: “Pensar que cuando la actividad económica se contrae se puede reducir el número de desempleados es creer en varitas mágicas”. Efectivamente, no existen varitas mágicas para crear empleo, pero lo que no puede permitirse un presidente es desistir incluso de intentarlo.
Mariano Rajoy pretende encontrar la salida a la crisis como un caballo con orejeras: sin mirar lo que ocurre alrededor y acatando órdenes. Lo dejó claro cuando dijo también, para rechazar el pacto contra la crisis que le propuso Rubalcaba, que el Gobierno “tiene un rumbo fijado” (¿pero por quién?) y “sabe lo que hay que hacer”. Me sabe mal decirlo, pero difícilmente “sabe lo que hay que hacer” un Gobierno que ha truncado la creación de un millón de puestos de trabajo en España sólo con su decisión de paralizar las energías renovables.
Mientras Rajoy deja que pasen los meses en modo ‘piloto automático’, el Gobierno de Andalucía está haciendo las cosas de otro modo. Aquí los socialistas no hemos tenido remilgos en sentarnos a hablar con los sindicatos y la patronal, y con quien haya querido sumarse, para pactar una hoja de ruta que permita la creación de empleo.
Fruto de ese Acuerdo para el Progreso de Andalucía, firmado por el Gobierno andaluz con UGT, CCOO y la CEA, la Junta de Andalucía aprobó en febrero un Plan de Choque por el Empleo, que esta semana ha terminado de definirse a través de un decreto-ley. Entre las medidas que incluye, destaca la creación del Bono Empleo Joven, que beneficiará a más de 3.100 jóvenes con una ayuda de 4.800 euros para que sean contratados a jornada completa y por un periodo mínimo de 12 meses. El decreto también prevé ayudas para los autónomos, los mayores de 45 años y las empresas de economía social.
Con las medidas de este decreto, junto con las del Decreto contra la Exclusión y el Plan de Choque para el Empleo, el Gobierno andaluz prevé crear 46.000 nuevos empleos. Y no lo hará con una varita mágica, sino con una inversión de 500 millones de euros. Como dijo Rubalcaba este martes en Sevilla, Andalucía es el ejemplo de que los acuerdos que propone el PSOE para salir de la crisis son posibles, no son quimeras.
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