|
|
| PUBLICIDAD
|
La compleja crisis en la que estamos inmersos necesita de cohesión social, de un arco parlamentario que de verdad represente a las personas de Andalucía. Con el sistema actual el desapego hacia la política, de proporción nada desdeñable, no hace más que crecer y se manifiesta en las altas tasas de abstención.
El actual sistema ya sabemos que favorece al bipartidismo, como le favorecen también las reglas de acceso a los medios de comunicación de masas y el voto útil, sin embargo nos encontramos en una coyuntura decisiva, Andalucía necesita un gobierno potente que defienda sus intereses. Un parlamento que sea capaz de incorporar a los nuevos movimientos políticos que aparecen con ideas renovadoras, con una vinculación más directa con los y las ciudadanas de Andalucía, que potencie una cultura de la política como quehacer cotidiano no profesionalizado que se esfuerza por mantener su estatus de ciudadano implicado en política.
Los militantes de EQUO-Andalucía creemos que es necesario modificar la ley electoral porque vivimos una grave situación de desigualdad. Las cifras macroeconómicas señalan que el PIB andaluz se sitúa en el 75% con respecto al del estado español. La deuda histórica para con nuestra tierra viene de lejos.
Nosotras, los militantes de EQUO-Andalucía, sabemos que llevaríamos un viento fresco al parlamento andaluz si este con la reforma que se propone permitiera incorporarnos a la política institucional. En nuestro ADN está una ética y democracia radical, una visión de un modelo económico imprescindible como es la economía verde, capaz de aprovechar nuestra riqueza natural y nuestro potencial tecnológico con un decidido desarrollo de las energías renovables, que generan un ahorro en combustibles fósiles, de los que depende nuestra economía pero que hay que comprar fuera, desequilibrando la balanza de pagos.
Una defensa de nuestro patrimonio natural con el desarrollo de otro tipo de turismo que ponga en valor lo que realmente “llama” de Andalucía, que es una cultura milenaria inserta en un territorio bellísimo unido a nuestro modo de ver la vida; pero para eso no se pueden permitir más destrozos sino muy al contrario potenciar y restaurar lo dañado. En cuanto a la pobreza y desigualdad social que padecemos pensamos que no se puede dejar pasar ni un día más con este sufrimiento, que vivimos en una tierra rica, desaprovechada en pocas manos, teniendo por el contrario una población agrícola importante a la que hay que dar respuesta y esta respuesta pasa por la agroecología y la agricultura ecológica. La mujer sufre más los quebrantos de la desigualdad y el paro, la vuelta al hogar y a los cuidados que no están ni reconocidos, ni pagados. En este sentido la ley de la dependencia dio un tímido paso hacia adelante pero en estos últimos años vemos cómo se recorta cada vez más. El raquítico estado del bienestar está en peligro. Por último el gravísimo problema de los y las jóvenes en nuestra tierra entre los que el paro alcanza una proporción aterradora, más o menos preparados, nuestros jóvenes están condenados a salir o malvivir si se quieren quedar aquí, desaprovechando todo un capital humano y generando mucho sufrimiento a las familias y a nuestra sociedad, sufrimiento que se ha repetido históricamente durante generaciones.
Una ley electoral más justa y representativa animaría a participar en política, porque no cabe duda de que los andaluces hoy por hoy se encuentran desvinculados de su Parlamento. Sin embargo contamos con herramientas como las que ha presentado ayer EQUO-Andalucía, desarrollada por el grupo GIME liderado por Victoriano Ramírez, reconocido internacionalmente, que permiten una participación más directa y justa, una demanda social a la que hay que dar respuesta.
María Merelló, co-portavoz de EQUO-Andalucía
|
