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El río Alías a su paso por el Argamasón. Aspecto del río y el Molino de Juan Ramos al fondo
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El Ministerio de Medio Ambiente para dar solución a la aridez que presentaba el Campo de Nijar con sus casi 9.000 Ha de tierras de regadío construyó la desaladora de Carboneras. No dudó en cortar la corriente subterránea del río Alías, a su paso por el Argamasón, para albergar las inmensas tuberías que darían agua a la comarca nijareña. Con esta construcción, aseguraba el riego a los invernaderos vecinos pero sacrificaba el cauce del río a su paso por toda la jurisdicción carbonera. Los vecinos y la asociación de regantes claman por sus derechos y la situación de sus tierras después de este atentando contra la naturaleza, ya de por sí deteriorada por la escasez de lluvias.
Como fuente documental para lo que escribo en mi próximo libro “Carboneras, siglo XXI”, me he puesto en contacto tanto con responsables de Acuamed como con el Ayuntamiento, para trasladarles la realidad de la situación. Una situación que, evidentemente, conocían y que lamentablemente no ha avanzado desde el comienzo del problema hace unos doce años. La Desaladora me remite al Concejal de Barriadas del Ayuntamiento de Carboneras que ya había puesto en conocimiento de esta empresa estatal la situación del río. La empresa puso en contacto al concejal con un representante del Ministerio de Medio Ambiente quien confirmó la desaparición del cauce en ese punto aunque estudios posteriores confirmaron la presencia de la corriente a una profundidad de unos 12 metros. Le comunicó que habría que comenzar gestiones para permitir el afloramiento y conducción de esas aguas y así restablecer el cauce.
Han pasado muchos años y aún no se ha iniciado ninguna gestión oficial. Quizá la burocracia que impone el Ministerio ante una tropelía cometida por él mismo haga eterna tal gestión. La desaladora ofrece agua de mayor coste que el que proporcionaría unas perforaciones existentes río arriba. Pero todos olvidan que el agua llegaba “libre de impuestos” por su propio curso hasta el campo de Carboneras.
Los vecinos exigen una respuesta. Los vecinos exigen que sus representantes en las instituciones luchen por sus derechos y rescaten lo que les pertenece.
Exigen que el Ayuntamiento se ponga a la cabeza y reclame oficialmente ante el Ministerio el restablecimiento del cauce del río o, en su defecto, aflorar las aguas que con sus obras taponaron el discurso del río.
Exigen a la Consejería de Medio Ambiente que cuide y limpie el cauce del río hasta su desembocadura en la playa de El Algarrobico por el evidente peligro que supone la maleza que se encuentra a lo largo de su recorrido que hace casi imposible seguir las rutas o senderos que la propia Junta ha organizado.
Piden a la sociedad carbonera que se sensibilice ante la situación de indefensión ante las instituciones mientras su campo se muere. Y les recuerdan que en las propias “escrituras” de sus fincas figuran las horas de riego y volumen de aguas que legalmente les corresponde.
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