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Escucho, veo o hablo con vecinos de mi pueblo, Carboneras, y siento aflicción al observar a determinadas personas que viven en la sombra del pasado, en páginas amarillentas por el paso de los años, presas de rencores, agravios o rivalidades entre familias.
Me llena de inquietud ver a esas personas, porque, con el paso de la vida, los años terminan mostrándonos lo que en realidad somos: ‘nada’. El tiempo es juicioso, y las personas aún más, y cuando pasa tu etapa de ocupar un cargo público te das cuenta que fuiste un granito de arena para muchos de tus votantes, para familias que se quedaron atrás, ya sea con mentiras o con verdades, con promesas cumplidas o incumplidas.
Los que gobiernan en Carboneras no tienen el don de la verdad. Nada es del todo blanco ni negro, hay muchas más gradaciones de colores que muchos no saben ver ni distinguir. Y molesta, es obvio que a los vecinos de Carboneras les molesta, que sus gobernantes se conviertan en personas imperceptibles.
El pueblo de Carboneras está siendo golpeado por el paro, ya hemos llegado a los 1.000 parados. Hombres y mujeres con una media de edad de entre 23 y 45 años están teniendo que abandonar sus casas y a sus familias para emigrar a otros países. Y entre los que se quedan, hay cientos de pensionistas y familias que no pueden llegar a último del mes.
Tenemos muchos vecinos pasando necesidades o incluso hambre. Señores gobernantes de PP y GICAR: en Carboneras se pasa hambre y ustedes sólo utilizan palabras vacías y se escudan en eventos del pasado. Señores gobernantes de nuestro pueblo: vivan el presente, abran las puertas de la vedad y den puestos de trabajo a los carboneros, no a empresas privadas. Bajen los impuestos, atiendan a los necesitados que en su día les dieron su confianza y no vivan del pasado.
Conforme pasan meses y años de las últimas elecciones municipales, los vecinos están empezando a mirar hacia atrás con cierta nostalgia. ¿Y por qué? Pues porque hoy los carboneros miran a su alrededor y no ven nada, ya que PP y GICAR no están dando cumplimiento a ninguna de sus promesas electorales.
Nunca es tarde para rectificar y buscar lo mejor para tu familia y tu pueblo. Muchos carboneros queremos un pueblo unido y no es por capricho ni por obstinación. Simplemente estamos cansados de castillos en el aire.
Los vecinos de Carboneras no pueden darse por vencidos. Sencillamente deben mirar lo que está ocurriendo, y cuando llegue la hora de votar, recuerda: tú les diste tu confianza y nada te han dado. Y que no te hablen de las imprevisiones. Hoy muchas familias lo han perdido casi todo, menos su orgullo y su voto. No tenemos nada que perder, pero quizás sí que tengamos mucho que ganar. No dejes que te embauquen con falsas promesas. Al final el tiempo pone a cada uno en su lugar, pero recuerda que, en política, ese poder primero lo tienen los ciudadanos.
Francisco Domínguez
Secretario de Relaciones Sindicales del PSOE de Carboneras
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