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(Este escrito lo tenia apartado para que cuando se resaltara cualquier reivindicación enarbolando banderas nacionales, sea el momento idóneo de su publicación. Esta secuencia que narro, ocurrió hace tres años y vemos como un retal de vivos colores, cada uno lo lleva al huerto de su particular cosecha siempre y cuando no dañe o perjudique sus intereses. Se enarbola una enseña como pantalla pero se camufla la intención. Pasan del lábaro ferviente a la demanda. Del estandarte a la pretensión. Del blasón a la exigencia. Todo en nombre de esa bandera. Cuando sus conciernas peligran, cambian los colores y enarbolan otras de conveniencia. Son aquellos que emplean su tiempo en alardear se su patriotismo y acaban viviendo del patriotismos de los demás. Ejemplo a constatar:)
Aun conservo entre mis reliquias favoritas, la colección de todos los cómics de Asterix y Obelix que guardo con mimo en mi exigua biblioteca que para animarme la llamo pomposamente de Alejandría. Habitantes de un pueblo galo resistente a todo lo que intentara cambiar su placida y genuina existencia. Defensores a ultranza de sus “modus vivendis” batallando por sus ideas y con la colaboración valiosa del bardo Assurancenturix con su arpa como método de dispersión a los invasores. Mostrando fiereza a cualquiera que se interponga en los designios vivenciales que ellos mismos se habían implantado.
Gerard Depardieu encarno a Obelix en tres filmes cuyas actuaciones en los mismos nos deleito. Figura y porte no le faltaron en escena. Impenitente francés, nos dejo una muestra de su puesta en escena muy consecuente y acorde con la causa de defender su aldea pretendida por las persistentes y pesadas avalanchas romanas. Patriótico reconocido, no dudo en encarnar esa figura como los valores tradicionales del pueblo francés. Resistencia y lucha para que prevalezcan la personalidad, peculiaridad e idiosincrasia gala desde su revolución en 1789 en que dejaron de ser vasallos para convertirse en ciudadanos.
Rene Goscinny y Alberte Uderzo, los artífices de los cómics, pasaran a la historia. Aunque la historia no tiene marcha atrás, si se puede repetir. Y aquí tenemos que la historia se ha repetido con cierto panorama histriónico y digno de reseñarlo como moraleja en lo paradójico del caso:
Gerard Depardieu ha tenido que abandonar su “aldea” por que su asesor económico Panoramix, no encuentra los ingredientes para su marmita, así que Gerard- Obelix no ha podido ampararse ni protegerse con la pócima mágica que deje intacto sus “menhires” La misma, la pócima/impuestos, que duda cabe que hubiera quedado absoluta por la tecnología moderna diseñada por el centurión Pierre Moscovici, Ministro de Hacienda francés muy bien asesorado por el Julio Cesar de turno Francois Hollande.
Debido al asedio constante que sufre su aldea y antes de ser desprovisto de parte de su “arma” más relevante, no ha tenido mas remedio (contando con el beneplácito de su jefe Abraracurxic) que exiliarse a Belgiun e implorar un pasaporte ruso donde no le van a presentar batalla para defender lo que considera suyo, o sea; los menhires económicos y a su perro/asesor económico, Idefix, que como buen can, bien ha husmeado lo que le caía encima a su dueño si se quedaba en la “aldea” .No le importa renegar de su reconocido patriotismo y hasta cuenta con la comprensión de la bella Falbala/ Catherine Deneuve como apoyo a su decisión. El bueno de Gerard no ha podido echar raíces en su tierra imitando a su anciano vecino de aldea, Edadepiedrix. El poblado se le ha quedado pequeño y no precisamente por su enorme masa corpórea.
El patriota y la bandera es un reflejo simbiótico. El uno se nutre de la otra. Pero cuando esa exaltación y lealtad patria exige aligerar los bolsillos del fiel y leal patriota, cada uno se busca su particular aldea. Un poblado distinto donde sus bolsillos queden intactos importando muy poco la tonalidad del paisaje. El nuevo arrebato de patriotismo lo manifestara según los “jabalíes” que tenga que pagar o que le exijan. El bonachón Gerard-Obelix cansado de luchar con los romanos, ha decidido que es más importante librar otra batalla: Una batalla que tiene que ganar ya que arriesga el tener que desprenderse del 75% de sus “menhires”. Para ello, no ha dudado en ofrecer amistad y vecindad a otros dignos “patriotas” que residen en otra aldea de su predilección: Familia CARREFOUR, herederos de ALCAMPO, Gerencia de EDF, AXAL GROUP, DECATHLON, ALCATEL, DEXIA, E. LECLERC, etc. Todos ellos buscaron refugio huyendo del lábaro de la tricolor para pasar a otra de franja negra, más acorde con su acumulación de fortuna desechando la filiación de su origen.
- Uno, se siente importante y orgulloso de haber nacido, criado y vivido su existencia en un País en donde nació y vivió un gran músico, un reconocido literato o un afamado arquitecto – apunta mi regadera – Enseña con desmedido orgullo su bandera todo ello sin saber o notar que en todas partes, hay la misma cantidad de patriotas que después de enarbolar dicha bandera, siempre tiene en mente lo que tiene para cenar esa noche. Esa es la medida exacta para comprobar el entusiasmo del patriota. Al que carece y al que le sobra. Son más dignos el paria en ayuno que el opulento en plena digestión. Todos ellos enarbolando los mismos colores.
- Sabio pensamiento – corroboro - Quizás por ello, hay patriotas de vía estrecha donde sus mentes se estancan entre la virtud de los depravados y el amor a su patria con todas sus consecuencias. Hay salva-patrias de ocasión que se torna en fugitivos cuando ven la ocasión de poner a buen recaudo su deforme conciencia. “Aquellos que lo oscuro acaba viéndolo y lo claro les llevan más tiempo” (Edward Roscoe)
Poderoso hidalgo es Don Poder: Eficaz cobijo da la bandera. Poderoso caballero es el patriotismo mercantil.
Juan Marcelo
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