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Produce escalofrío sólo pensar que en un futuro Juan Manuel Moreno pueda ser el factótum de Andalucía. Lo digo simplemente por la poca entidad que hace falta para poder ser un personaje relevante en el mundo de la política. Lo que en principio, años setenta, pudo significar un alarde de notoriedad y si se quiere de pundonor, hoy se ha convertido en un motivo coyuntural por el que jóvenes como este, dominantes y ambiciosos, pugnan por hacerse un hueco aunque sea a espaldas de la opinión e incluso enfrentados a ella, porque lo que interesa no es aparecer como un sujeto imprescindible y ejemplar, no, lo importante es ser cada vez más fantasioso, atrevido y cínico, esto es, no tener en cuenta que pudo haber sido antes, y de este modo impactar haciendo caso al asesor de imagen y no a los que verdaderamente le aconsejarían como amigos o simplemente como colegas.
La ambición, la jodida ambición los hace caer una y otra vez en el abismo, y de él, desde su mismo fondo, se levantan cada vez más fuertes, más atrevidos, sin ningún recato, jamás, por meter de nuevo la pata. Y así, sucesivamente, los vemos, vemos a estos Moreno Bonilla, diciendo sandeces que ellos elevan a fantasía política: ahora voy a dar doce propuestas para tal y tal, luego voy a exigir siete respuestas para chau-chau, después voy a guardarle una silla para que venga aquí, se siente y nos diga qué piensa hacer con el siu-siu o, por ejemplo cuando empiezan a poner sobre, en la mesa, papeles y carpetas e invitan al debate etc., etc. Pero rara vez dicen que hacían cuando ostentaban cargos de cierta responsabilidad y dejaban la responsabilidad a un lado y se centraban en la ambición personal.
Qué ha quedado del paso de este muchacho por la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad. Nada. Textos escritos para no cumplirlos, Planes como el de Igualdad e Inclusión Social (hay gente que no come diariamente o recurre a la limosna para ello), o Leyes como la de Derechos de las Personas con Discapacidad (a fuerza de recortes los discapacitados se han convertido en auténticos marginados)
¡Qué hay campeón!: Andalucía necesita… qué te acuestes Moreno!
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