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Recuerdo con cierta ira nostálgica: “la nostalgia no tiene por que ser siempre y continuamente añorada” (Sacra Parábola del Santo Varón Fa-lete en su diáspora por los Baños Turcos marroquíes) mis dolorosas andanzas por el Colegio General García Valiño de Melilla. Nuestro profesor, Juan Cano, - hoy en día fenecido en combate - nos condenaba a buscar andando su bocadillo/desayuno a la otra punta de la ciudad. Estratégicamente envuelto el panecillo por la esposa de tan insigne profesor, una vez en manos del mismo, observaba su envoltura ante la sospecha de encontrar un inoportuno bocado del recadero. Desconfiado por naturaleza, remiraba la envoltura y pliegues del papel del envase a ver si coincidía con la estrategia de envasado urdida y acordada el día anterior por el y su esposa. Cada jornada, planificaban nuevas estrategias de envoltura.
Cuando alguien no prestaba atención en la clase, lo enviaba al pasillo como penitencia ya que el Colegio carecía de taberna. .Esa formula, la del pasillo, - que la bautizamos como de los pasos perdidos - la aprovechábamos para mirar el techo y suplicar a un Dios imaginario que nos haga adulto antes de tiempo.
Jesús Posada Moreno, presidente del Congreso de los Diputados, significo la posibilidad de que los diputados que no estén atentos a lo que se dice o derive de las declaraciones de los indistintos Grupos Políticos y por consiguiente no presten atención, que se vayan al bar o se refresquen los bajos en Las Cibeles.
Es curioso que un debate tan importante como es la Abdicación de un Rey, algunos de los diputados se enfrasquen en conversaciones más acorde con sus privilegios de cobrar minutas por sus comparecencias y la aprovechen para canalizar sus pláticas a algo quizás más importante como es “Que vas a hacer este verano…”o “¿Apostamos quien es el ultimo imputado?” o ¿Han hablado algo de que nos van a subir el sueldo…?
- Hasta uno de ellos – señala mi regadera – En pleno desenfreno, se atrevió a entonar al oído de otro “donde están las llaves, matarile…” Es curiosa la dedicación de ciertos diputados en el desempeño de sus obligaciones como representante de un pueblo. Solo les faltaba, a estos ausentes en el interés del debate y en un arrebato de protesta por lo aburrido del asunto, ponerse a bailar el corro de la patata bajo la mirada complacida de Posada y los lideres de los partidos allí representados. Lideres que quizás ni han tomado nota del esperpento o hayan disculpado la incidencia como una fugaz travesura. Una chiquillada muy normal de las tantas que se dan a diario en tan magna Sala.
- Cierto - corroboro - Pienso que a estos diputados absortos en conversaciones triviales ajenos a su responsabilidad como representante de gentes confiada en su labor, son muy proclives a dar esquinazo presencial mientras, naturalmente, no se debata la subida o no de dietas y otras prebendas previstas a su encomiable labor. Cavilo que los que han sido puestos y votados para algo, merecían una purga más crítica que mandarlo al bar. Si ello es debido (en opinión de los “dormitantes”) que lo que se debate les parece algo trivial y de poca importancia, flaco favor les ha hecho Posada a estos diputados con mandarles al bar. Se va a ver en la necesidad de reducir el espacio del aforo de la Sala y acometer una ampliación de la taberna. Puesto a ello y consciente de dichas incidencias, los que se duermen: literas acopladas detrás de los escaños para una merecida siesta. Los que tengan que ir al servicio: lo mas lejos posible para que tengan tiempo de volver una vez despejado el cuerpo, y con suerte, la mente.
- Propongo – sugiere mi regadera – ubicar en la Sala de Conferencia llamada de los Pasos Perdidos, saunas y jacuzzis para que nuestros representantes, tengan unos minutos de relax después de tan arduo trabajo. Hidroterapia para los más orondos y expertas en dietética para los más flacuchos. Aquellos que utilizan la corbata como babero. Los honestos y que siguen con verdadero interés cualquier debate o asunto concerniente al pueblo, premiarle con un viaje a Disney World Paris para que vean y observen la diferencia que hay entre un Parlamento y una cita con la diversión y recriminen a esos compañeros que no prestan la debida atención.
- Sabia proclama – “proclamo” que diría Forges – No es de recibo que todo un Presidente del Congreso tenga que intervenir para acallar a diputados que están ausentes, ajenos a su cometido como agentes del voto popular. Sin embargo, si es digno de elogio la voluntad de Posada de hacer público su incomodidad ante las desidias de estos diputados de prestar atención a lo que ellos vean interesante o provechoso. Ponerles firmes aunque los mande al bar, (es de imaginar que Posada en su inmensa sabiduría, ya sabe que en el bar, todos están de acuerdo y prestan mas atención) ya es una nota positiva, Sobre todo, expone, de forma indirecta un toque de atención para indicarnos a la opinión publica que se despejen de telarañas y tengan el detalle en cuenta en su próximo acercamiento a las urnas.
- Que raro. – se extraña mi regadera - Es extraño en ti ese elogio a un político aunque se trate de Posada. Conociéndote como te conozco y amparada en la frase de Unamuno, me atrevo a preguntarte: ¿Contra quien va ese elogio?
Juan Marcelo
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