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Todo comienza con la decisión, el pasado 7 de Agosto, de repatriar a España al primer español infectado con Ébola, el misionero Miguel Pajares, que llega al aeropuerto de Torrejón donde es recibido por una comitiva formada por 14 vehículos entre Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local para ser trasladado al Hospital Carlos III de Madrid. Las medidas de seguridad parecen ser muy estrictas y nos ofrecen escenas casi de película. Cinco días más tarde Miguel Pajares no supera la enfermedad y a pesar de los cuidados a los que es sometido fallece.
Comienzan las contradicciones
Algunos profesionales ya advierten que el personal no está preparado para una enfermedad de está magnitud, sin embargo la administración afirma que el Carlos III está preparado para atender con "máxima seguridad" a enfermos de ébola, e incluso la OMS dice que el riesgo de contagio de ébola en España es «casi cero» y a su vez la ministra de Sanidad, Ana Mato, asegura que el riesgo por ébola en España se considera «muy bajo».
El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, afirmaba que el personal del centro había dado negativo en los controles para el virus ébola, sin embargo facultativos del Hospital Carlos III aseguraron a la cadena SER que no se les había practicado ninguna analítica para descartar contagios. En una rectificación, Rodriguez dice que "Las pruebas que se han hecho es tomarse la temperatura dos veces al día".
El segundo misionero afectado por el virus ébola llega a España
El 22 de Septiembre llega a España el segundo misionero infectado, Manuel García Viejo, esta vez con un avión Hércules, del Ala 31 de las Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire. El camino del aeropuerto al Hospital Carlos III es prácticamente igual al del anterior caso. Tras recibir tratamiento y cuidados tampoco logra superar la enfermedad y fallece el 25 de septiembre.
El pasado 6 de octubre Teresa Romero, auxiliar de Enfermería en el Hospital Carlos III que atendió al religioso Manuel García Viejo da positivo y se convierte en la primera persona infectada por el virus de ébola en Europa. Saltan las alarmas.
Comienzan a conocerse datos de los múltiples errores que se están cometiendo
Según apuntan muchos expertos faltó planificación y formación del personal sanitario, los profesionales sanitarios advierten que su única formación es un curso de media hora para aprender a ponerse el traje de protección, a su vez UGT denuncia que los sanitarios que concretamente atendieron a los dos enfermos de ébola en el Hospital Carlos III de Madrid solo habrían recibido un curso de 15 o 20 minutos.
Teresa Pi-Sunyer, una enfermera experta en prevención de infecciones declara al periódico El Pais "Haría falta menos parafernalia de aviones y ambulancias, cuando llega el enfermo a la habitación ni los auxiliares ni el personal médico saben cómo actuar"
Teresa Romero, la auxiliar de Enfermería afectada por el ébola comienza a sentir malestar y fiebre ya en la madrugada del día 30 de septiembre y visita un centro de salud pero no le dice a la doctora que había estado en contacto con un enfermo de ébola, esta le recomendó que tomara paracetamol. Dos peluqueras que depilaron a la infectada por ébola, están ahora bajo vigilancia.
Según el marido de Romero, esta debía tomarse la temperatura dos o tres veces al día durante veintiún días desde la última exposición al virus ébola y ella lo hacía regularmente e informaba.
Ya en el fin de semana su salud empeora y llama al 061, es trasladada en ambulancia al Hospital de Alcorcón donde permanece 16 horas.
El sanitario que recogió a la infectada en su casa avisó a la Consejería de que la paciente creía haberse contagiado del virus del ébola pero no le hacen caso.
El camillero sube a la casa de la enfermera protegido solo con unos guantes, mascarilla y una bata de papel. Tras el traslado de la enferma y sin ser desinfectada, la ambulancia recogió a siete pacientes más durante las doce horas siguientes. Más tarde fue si desinfectada.
El medico que la atendió de urgencias asegura que el traje de protección, que tuvo que ponerse más de doce veces, le estaba pequeño: “Las mangas del traje de protección me quedaban cortas". Una vez decidido su traslado de Alcorcón al Carlos III, según el médico, la ambulancia tarda cinco horas en llegar.
El médico que atendió a Teresa Romero en Urgencias, y la doctora que participó en la atención primaria ingresan en el Hospital Carlos III para su observación por haber tenido "contactos de alto riesgo" de contagio de ébola.
Otro dato que ahora sabemos es que la normativa determina que para manejar virus como el ébola es necesario que el traje tenga un nivel 4 de bioseguridad. Los equipos empleados en España en estos casos solo alcanzan el grado 2
El Gobierno admite que hubo 'relajación de procedimientos' y el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, acusa a la afectada de mentir aunque poco después el Gobierno madrileño rectifica y afirma que Teresa Romero "no mintió".
Ahora Rodríguez ha calificado de "poco afortunada" su expresión pero se ratifica en que ocultó información sobre un posible contacto con el virus.
Teresa Romero, la enfermera infectada, reconoce ante uno de los médicos que la trata que “Creo que el fallo fue al quitarme el traje”
Ya hay 84 personas que se encuentran en observación. Hasta el momento, seis de ellas están bajo observación en el Carlos III y la salud de la afectada comienza a empeorar.
Como curiosidad podemos ver esta nota de la Web de Moncloa del pasado mes de septiembre que dice:
Martes, 23 de septiembre de 2014
España ofrece a todos los Estados miembros de la UE el protocolo de repatriación de personas afectadas elaborado por España.
Pilar Farjas, secretaria general de Sanidad y Consumo:
Nuestro país ya ha llevado a cabo dos repatriaciones, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y cuenta con un "avanzado conocimiento" que puede ser de "gran ayuda" a la UE
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