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- Perdone ¿Es usted don Indulto Carliño Fabril?
- Si: Pero me va a permitir expresarme como acostumbro:¡¡¡ Yo no he tenido nada que ver!!! ¡En todo caso he sido influenciado por los demás que…! Bien: Ya puede usted preguntar.
- Vera usted…
- ¡Diga rápidamente lo que tenga que decir! Me espera una Junta de Control para aclarar mi patrimonio, mis bienes, y mis frecuentes aciertos en la Lotería.
- Precisamente para eso lo he parado. Para que me diga como es posible que al inicio de desempeñar usted un cargo público, la suerte le acompañe y no haya un mes que no le toque la citada Lotería Nacional o algún Cupón de la ONCE y que cuyos bombos, a no dudar, deben de estar muy familiarizado con usted.
- Señora: Desempeñar un cargo público, conlleva ya de por si, un golpe de suerte. Si a eso añade que dispones de ayares suficiente para destinar un poco de mis emolumentos para consignarlo a comprar ilusiones: Si ese conato hace que estés mas cerca de que te toque y no a aquellos que en precaria situación, decida antes comprar una barra de pan que gastar ese dinero en un ilusionario golpe de fortuna. Fácil deducción le expongo el por que nosotros, los cargos públicos, estamos abocados a tener mas suerte que al que juntando la calderilla, no le sale las cuentas.
- Ya. Pero: ¿No le resulta sospechoso que tanto a políticos como a cargos públicos como es su caso, la demasía de su patrimonio trate de englobarlo a que todo se debe a unos dígitos y que no recuerden la administración donde compro el agraciado número?
- ¡No podemos estar en todo! Uno, tiene sus obligaciones. Aunque para su satisfacción, le podré en conocimiento de que el último décimo que me toco, era de un lotero ambulante rumano que desapareció y lo encontraron congelado en un paraje desconocido del Tibet tibetano ¡El podía haber confirmado que le compre el décimo, pero claro, ¡como murió…! Pues…eso…
- Extraña coincidencia. Envidiable Carliño: ¿Podía decirme la expresión del rostro del Consejero Inocencio Cándido cuando abrió la Caja del Presidente de la Extrapolación Monetaria Comunitaria y se encontró que habían desparecido trece millones de euros destinados al Hospital Provincial? Que ese dinero, nunca mejor dicho, se había extrapolado. ¿En las declaraciones del presidente, no consta que había acertado la Quiniela ni ningún sorteo de los usuales en nuestro País?
- El Bingo: Según tengo entendido; el jugaba al bingo. Se cuidaba de desalojar a la gente de la sala y jugaba el solo. Siempre le tocaba. Por eso es la acumulación de premios. Así un día tras otros, fue enriqueciendo su patrimonio. Algo legal y fuera de intoxicadoras sospechas.
- ¿Pero si jugaba el solo, no comprendo…?
- ¡¡¡Impertinente y suspicaz parroquiana!!! Tengo la desagradable impresión que usted hasta sospecha de dignos patriotas que de vez en cuando jugaban a la lotería pero, adversos en su suerte, disponían de Tarjetas de las llamadas opacas que es otra suerte destinadas a triunfadores sin bombo por medio. Vuelvo a reiterar lo de dignos patriotas por que ellos se han encargado de que las Tarjetas Opacas luzcan en sus manos y las hagan rivalizar con el sol andaluz. Dotándolas de tal brillo que hasta ha logrado resplandecer la faz de Ruiz-Gallardón en su nuevo cargo. Esa luminiscencia que les imprimían a esas Tarjetas Opacas, sus destinatarios, la dotaban de tal energía que las Eléctricas tuvieron que condenar algunas de sus Líneas. Afirmo - para su limitado entendimiento - que son meritorios españoles llevando la Marca España en la sesera y afianzando su patriotismo en la chequera. Algo loable en nuestros días pero que los desarraigados, los anti-sistema, los Grupos de Presión y los que reclaman un mundo, una sociedad mas equitativa, son los únicos que condenan tales gestos y acciones de estos loables españoles que se posan ante la Estatua de la Libertad neoyorquina y hacen de la gastronomía en restaurantes de lujo, las excelencias de nuestro País. Importa muy poco, debido a estos detalles, que la Tarjeta sea opaca y encandilen a la hora de pagar: ¿Supone que esto pueda ser punible, no ya por un Juez, sino por el populacho?
- En base a esa condena popular que usted alude. ¿No hubiera sido mas sencillo recurrir a un golpe de suerte – secuencia muy extendida entre el sui-generis de ciertos “patriotas” – de que la Lotería haya engrosado su patrimonio sin recurrir a Tarjetas Opacas donde tarde o temprano iban a tener que participar como teloneros en el Concierto patrocinado por el Tribunal de Cuentas? ¿Es que en este País no hay imaginación para componer música propia sin tener que depender de composiciones ajenas, tipo Rodrigo Rato, exhausto de los trabajos que le encargan y que no aparezca ni en las mezclas? Quisiera que me aclarara: ¿Cómo es posible que cada mañana, cuando aparece el sol, ese sol no tiene ningún impedimento para desplegar sus rayos y depositar en España, las ultimas novedades de patriotas que desayunan con la obligatoriedad de presentarse ante el Juez?. Que cada día, surgen, “edificantes” conducta vía estafa dispuestos a colaborar con la justicia. ¿Como el fervor del enriquecimiento fácil, rápido y a veces enajenador de los estafadores, no prevén cierta alarma a sabiendas que tarde o temprano, su vena prosaica y su desmedida elocuencia no van a ser creída?
- Hay una cosa; un pequeño detalle que tengo a bien que usted considere ya que parece ser, que la critica y reprobación, que no trata de disimular en este caso, le lleva a caminos que obnubila su mente y olvida algo tan importante como es el ADN.
- ¿El ADN? : ¿No me diga usted que la desmedida trinca es una cuestión de Genes?
- Si: Le participare que mis antepresentes, que no antepasados, ya eran asiduos al Cupón de la ONCE cuando los ciegos aun podían distinguir unas atrayentes curvas femeninas. Después, para disimular, pasaron al Colirio: Siguiendo la tradición familiar, hice unos cambios y tuve cierto acierto acertando en acertar (*) y soslayar ese erótico detalle y me implique en sacar partido de ello. Aprovechando mi función de cargo publico, arrase con todo lo que me fuera útil o de provecho. Así empecé a gestarme una reputación de pudiente y gentil hombre cuya utilidad a la sociedad fuera merecedora de algún premio incluido algún cupón de vez en cuando para no levantar sospechas. La cosa iba bien pero no me di cuenta que había que innovarse y estar al día así que seguí divulgando que la lotería y cupones eran la base de mi fortuna. No percibí, que otros muchos, con distintos genes, también declaraban lo mismo. No me dio tiempo a rectificar ni pude convencer que mi fortuna era la herencia de mi padre ya que este murió entre estertores de risa en el solemne acto de poner la primera piedra al Aeropuerto de Castellón. No declaro ninguna fortuna aunque si fue agraciado con alguna que otra pedrea.
Hoy, me encuentro en la tesitura, como le dije al principio de su molesta intromisión hacia mi persona, de declarar ante el Juez si mi fortuna partió en el acierto en los juegos del azar o exponer cierto atenuante que implique la total responsabilidad de los genes adquiridos. Esos genes espero que implique cierta condescendencia en el Juez ya que el rumano que desapareció en el Tibet, deja entrever ciertas dudas. ¡Ya veremos!
- Ya. Lo malo es que tiene usted una numerosa familia y son portadores de los mismos genes Si siguen su rumbo, el sol determinara no contribuir al esfuerzo cada vez más arduo de cubrir la distancia entre el cielo y la heredad, para muchos, hispana, y saldrán nuevos jugadores de lotería y si es verdad que entonces, al carecer de luz solar, las tarjetas más que opacas serian negras por lo tanto, más fáciles de encubrir. Solo quedaría como acto de enmienda, que el Bingo Caja Madrid o la Casa de Apuestas Bankia, cambiara su slogan e ideario de “Todo un futuro juntos” por “Un futuro juntos sin ludopatía” todo ello bien acompañado con la carátula del libro “La hoguera de las vanidades”en continua alarma y previsión, de que no surjan en el futuro tarjetas Azul Marino o Topacio de muchos y variados colores y algunos tengan que recurrir al genuino colorido que desprende el Cupón de los Viernes que “reparte” mas.
Juan Marcelo
(*) Eso.
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