|
|
| PUBLICIDAD
|
“No podemos conducir por ti…” fue un slogan gestado por la Dirección General de Tráfico para que en momentos dado de meternos en carretera, dejemos cuestiones ajenas en nuestro complicado vivir y nos impliquemos simplemente en la conducción. Es de imaginar que dicho slogan estaba condicionado a la buena conducción vial y no a la persecución de los conductores. De todos es sabido que hay asesores gubernamentales encargados de implantar nuevas normativas.
Gentes pensantes, (siempre bajo contrato) para exprimir recursos crematísticos a la población. Implantar métodos y reglas novedosas con el ánimo no de aleccionar sino de recaudar. Hay que sangrar a la población y para ello, se necesitan “expertos” en la materia para qué todo este bien atado aunque resulte a veces incomprensible:
Simplemente para que esos versados en la conducción justifiquen su sueldo aunque no tengan ni idea de los componentes que rodea el asunto. Se sientan en una mesa y no tardan en llegar a la conclusión de penar cualquier hecho o circunstancias que entra en los parámetros de sus estrechas seseras. Eruditos girifaltes del asunto vial que analizan que un poseedor de un automóvil, deja cuantiosos beneficios al Erario Público. Conductores que pagan un porcentaje increíbles sobre los impuestos en carburantes. Tasas administrativa donde estos “sabios expertos” la gravan cada año.
Impuestos municipales que llenan la bolsa al Ayuntamiento. La ITV donde el simple hecho de que la rueda de repuesto no lleve el consiguiente ABS (ITV Puerto Lumbreras, un prometedor inspector en prácticas) que lo rechaza y que dan ganas de que el coche no salga del garaje. Dictaminan sobre normativas de conducción cuando la mayoría de ellos, disponen de coches oficiales. Nos invaden a través de impuestos ya que es la principal vía de que Consistorios y otros organismos oficiales dependientes del Departamento de Tráfico, que se sustentan y mantienen en este apartado. Siguiendo con ese perfil recaudatorio, tenemos las que pomposamente divulgan como “sanciones pecuniarias” que no sirven para educar o aleccionar al conductor sino para meter mano en sus bolsillos que según esas “mentes privilegiadas de Tráfico” son las que joden más al personal. Para ello; es necesario sacar de un día para otro en modificar los límites de velocidad. Si antes eran a 50k/h, ahora lo ponemos a 30.
Si el límite en una intersección estaba a 80 k/h, la ponemos a 60 siempre, y si se puede, detrás de un arbolito para que sea poco visible y no capten el radar que previamente se instale. Lo que se trata es de confundir al personal para que esa confusión, la pague en euros no en educación vial. El conductor, en el momento de coger su coche y salir la carretera, ya sabe que va a pasar de chofer a víctima. Se desea suerte y se propone secundar y respetar todas las señales que encuentre en su camino deseando no encontrar una Patrulla de Trafico en su camino que le pare porque la leyenda de su matrícula es poco visible. Sabe el conductor que las multas por radares y paradas de Agentes, supusieron un 33% más en la recaudación del 2014.
Viene a su memoria los 393 millones de euros en multas a costa de algunos, que como él, olvido limpiar la matrícula y que tiene la precaución de que le han informado que ya ponen radares hasta detrás de la señales ordinarias debidamente camuflado con “ánimo no recaudatorio” como son las señales de “ceda el paso” o el “paso de animales” que no precisamente, con camuflada alegoría, se refiere a ciertos conductores. No está en mi ánimo el defender posturas temerarias en la conducción de aquellos que consideran de que la carretera es suya. Al contrario; alejarlos del asfalto.
Me resulta irresponsable esa temeridad de meterse en carretera cuando se va beodo, drogado, se come las uñas (¡cierto, 250 euros de multa!) mientras se conduce o se es adicto a Facebook. Mi crítica va hacia la saña y persecución que se tiene en los responsables de Tráfico en anteponer sanciones monetarias antes que aleccionar al personal en la educación vial. A eso sesudos “expertos” repito, sacándose de la manga nuevas normativas con la sesera clavada en la recaudación. Disfrazando radares en los espantapájaros colindante de la carretera.
Despistando al conductor con nuevos vehículos de gama alta como Mercedes de clase-E o viejas furgonetas simulando ser la encargada del transporte de melocotones. Todo dirigido y bien amañado para que un despiste cualquiera, suponga a la víctima al volante, meterse la mano en el bolsillo. Ya estamos en nuestro paso por la vida demasiado controlados para que acabemos todos robotizados penalizando el instinto de pronta decisión. Ese instinto natural en la persona que se toma sin analizar/razonar en momentos fatídicos/adversos cuando decide en segundos acudir a sus reflejos/intuición. Propongo una solución factible y racional como es la foto junto a tu coche en señal que alguna vez lo has conducido, lo has poseído o lo tenias añadido a tu patrimonio. Secuencia testimonial de que has tenido coche pero que debido a impuestos, tasas, zona azul, mantenimiento, talleres/averías y demás impuestos que tienes que pagar para tu desplazamiento con él, acabaste desolado abandonándolo y acudir a taxis, líneas urbanas o haciendo auto-stop. Que has tenido la ilusión de pagarlo por una escueta cuota de 180 euros al mes, sin saber o notar que has sido embaucado/timado. ¡Que caíste en una trampa! Que lo consiguiente que vas a pagar por disponer de un vehículo” que te lleve a todas partes” una cuantiosa parte se la lleva no precisamente el que te guía sino el que te sigue que no es otro que el que te va a exigir que pagues ese disfrute. Que cada vez que arrancas tu vehículo, siempre te fijas en su estado esperando en que su respuesta sea la que deseas y que no haya un piloto que se encienda y te amargue el desplazamiento con la mente puesta en el mecánico de turno con todo lo que ello significa. -Todo ello – me recuerda mi regadera – aparte de una lucecita que se encienda, que ya no escusa ante los Agentes de Trafico ni atenúan la infracción en que no lleves el cinturón de seguridad porque esta sujetando el motor. -Cierto – memorizo – Recuerdo que fue nuestro amigo, Motorizado de Circunstancia: Le pusieron una multa por olvido grave: Quedo sin infracción el cinturón del motor pero lo sancionaron por no sujetarse el. Volviendo al asunto: el tener coche hoy en día es una renta inacabable. Que lo utilizamos hasta para ir saludar a nuestro vecino sin saber o notar que el giro de las ruedas, disminuye nuestra economía y en ese escaso recorrido, siempre hay un uniforme que nos vigila. Hay quien se preguntara si el automóvil es un bien necesario. Que es imprescindible en nuestros desplazamientos. Que hay necesariamente que acudir a él para facilitar nuestra comodidad y alejamiento.
Pues bueno…lo mío ya esta explicitado sin temor a represalias.
Eruditos pensadores de Trafico convertido en maquinas recaudadoras. No hay cosa más triste que una maquinaria a falta de engrase, encima te de órdenes.
Juan Marcelo
|
