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El deporte no entiende de religiones ni de tradiciones y está por decidir, con buen criterio, si el próximo Domingo de Ramos capirotes y bufandas, del Sevilla y del Betis, compiten deportivamente junto con palmas y olivos,en un mismo ambiente, cuando la ciudad acoge a miles de turistas y devotos de la Semana Santa Hispalense.
El derbi de Ramos,se vislumbra complicado, al coincidir en el calendario del día a los dos equipos de fútbol de la ciudad,en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán,y las cofradías de La Paz, La Borriquita, el Despojado, La Hiniesta, la Cena, S. Roque, La Estrella, La Amargura y el Amor en la calle, dos eventos que requieren del gran esfuerzo de muchos efectivos de las fuerzas de seguridad.
El derbi de Pasión será un encuentro deportivo, de fervor local, tan significativo que quedará demostrado que la pasión futbolera va más allá de lo que muchos profesan y que en el Barrio de San Julián, el Domingo de Ramos, el Betis y el Sevilla estarán muy presentes porque los escudos de ambos clubes están grabados en los candelabros de cola de algunas de las hermandades, como detalle llamativo de pura sevillanía.
El 14 de abril, talento y humildad deben estar al servicio de los palanganas y de los verdolagas para vislumbrar unos mágicos resultados. La afición entre los dos equipos es muy pasional porque la rivalidad entre sevillistas y béticos, es muy grandiosa. El fútbol sevillano se vive en las calles y hasta en las Hermandadespor eso si finalmente se decide esta significativa fecha será el mayor despliegue de seguridad de la historia de la Semana Santa de Sevilla.
Fernando Borbón Vallejo
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