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Señor Zapata, traspuesta se ha quedado la comunidad vegana de Almería al leer su artículo del pasado sábado, 30 de marzo, en la prensa local, titulado Vino vegano. Traspuesta y perpleja ante su lenguaje innecesariamente ofensivo, soez y grosero. Los veganos solemos estar en el punto de mira de numerosas personas y colectivos; pero, sinceramente, se lo trabajan bastante más que usted a la hora de buscarnos contradicciones. En su caso, las afirmaciones que realiza solo ponen de relieve que no se ha tomado el más mínimo interés en investigar qué es el veganismo.
De forma breve, aclararle que el veganismo es una filosofía o un comportamiento ético, que evita usar al resto de especies animales sintientes como recursos al servicio de la especie humana. Por tanto, no es una dieta o una determinada forma de comer. También evitamos llevar ropa, calzado o complementos que estén fabricados con productos de origen animal. Igualmente, evitamos los productos de higiene y cosmética que incluyan ingredientes de origen animal o que hayan sido testados en animales. De la misma forma que no acudimos a circos, delfinarios, zoológicos o cualquier otra manifestación festiva o espectáculo que implique explotación, sufrimiento o cautiverio de animales.
Pero, volviendo al tema del vino, tenemos que aclararle que las levaduras sí son veganas, pues, aunque usted las incluya dentro del reino animal, siguiendo la primitiva clasificación aristotélica de 2 reinos (animal y vegetal) debería saber que desde 1969 se acepta la existencia de 5 reinos, tras la propuesta de Robert Whittaker de reconocer el reino adicional de los hongos (Fungi).
Aunque, para nosotros, con independencia de la evolución de la biología, la clave es que las levaduras no tienen sintiencia. Con este sustantivo, que a usted le sonará a chino, nos referimos, básicamente, a aquellas especies del reino animal que tienen sistema nervioso central y, por tanto, capacidad de sentir y de sufrir. Y es obvio que las levaduras no gozan de dicha capacidad.
Si tiene un interés sincero en aprender sobre esta cuestión, le sugerimos que busque información sobre La Declaración de Cambridge sobre la Conciencia, un manifiesto firmado en 2012, en la universidad inglesa del mismo nombre, por 13 de los neurocientíficos más prestigiosos del planeta, con la presencia y el apoyo de Stephen Hawking, afirmando la existencia de "conciencia" en diversos animales no humanos.
Respecto al proceso de clarificado del vino, hay opciones animales, vegetales, minerales y sintéticas, aunque las más usadas suelen ser la clara de huevo, la harina de pescado y la bentonita. Y de estas últimas, solamente el vino clarificado con bentonita puede llevar la etiqueta de vegano. Y, aunque usted lo ignore, para un vegano es imprescindible que en su bebida no haya ingredientes de origen animal, pero es prácticamente igual de importante que ningún animal haya sido utilizado en la elaboración de dicha bebida. Por eso, aunque no queden restos de huevo en el vino tras el clarificado, lo relevante para nosotros es que una especie animal ha sido sometida a cautividad, sufrimiento y explotación para que sus huevos puedan ser usados como un recurso al servicio de la industria vinícola.
Y en relación a sus comentarios sobre Rawvana, no dejan de ser lo que en retórica se llama una “falacia de composición”, o lo que es lo mismo, pretender hacer creer que algo es verdadero acerca de un todo solo porque es verdadero acerca de una o varias de sus partes. Los veganos también enferman y mueren prematuramente.
Nadie lo niega. No nos declaramos inmortales. Pero, aunque a usted le fastidie, la realidad es tozuda, y la investigación y los estudios epidemiológicos más rigurosos ponen de relieve que las personas que llevan dietas 100% vegetales tienen una menor incidencia de todo tipo de enfermedades y una menor mortalidad por todas las causas.
Y esto no lo dicen unos veganos de provincias. Lo sostienen miles de médicos, tan prestigiosos como esos a los que usted alude, como es el caso de Caldwell Esselstyn, médico y consejero, entre otros, del expresidente Bill Clinton, que se vio obligado, en 2010, a adoptar una dieta vegana para poder enfrentar con éxito los graves problemas cardiovasculares que padecía.
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- Suscriben y apoyan el presente artículo las siguientes personas y colectivos:
• Yolanda Granados Carricondo, María del Mar Latorre Martínez y José Carlos Estrada Villegas, en nombre de la Asociación de Vegetarianos de Almería.
• Rocío Serrano Jiménez, en nombre de la Asociación La Madriguera del Erizo.
• Mari Carmen Abad Fernández y María Dolores Cabeo Prados, en nombre de la Asociación Adopta un amigo Almería.
• Carlos Mendoza Rivera, en nombre de la Asociación LaRata (Reunión Almeriense de Tutela Animal).
• Antonio Casares González y Francisco Sánchez Criado, en nombre del grupo de Facebook Veganos de El Ejido.
• Carmen Sánchez Gutiérrez, Félix González Ramos, Antonio Peralta Gervilla, Luisa Menchón Gutiérrez, Montserrat Gutiérrez González, Susana Carpintero Lozano, José Antonio Valero Gijó, José Antonio Márquez Rivero y Ramón Pascual Guirao, a título personal.
Paco Sánchez
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