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Siempre queremos ser quienes no somos. Nos pasamos la vida emulando actitudes, talante, porte o conducta de los que consideramos mejores que nosotros y remedamos hasta la saciedad esas dotes que la naturaleza nos ha negado o simplemente no ha tenido en cuenta para imitar y perseguir con cierta vehemencia esa comparación, por lo que la deferencia o aprecio, seria santo y seña de nuestras preferencias. Consideramos a la otra persona ejemplo a seguir por sus cualidades que pasamos a convertirlas en virtudes.
Bien conocidas eran las fiestas que organizaba en su palacio la Condesa de los Reales Reaños. Intentaba paliar su carencia de belleza y apostura ofreciendo suntuosos ágapes y reuniones a la flor y nata del Condado en un intento de ser protagonista de algo.
Su sobrina, la princesita Cándida Ignota, joven, bella y de frágil y deseable cuerpo, acaparaba la atención y solicitudes de los caballeros de noble cuna a la que rodeaban con promesas de casamiento e intenciones que por pudor, no describo. La amiga intima de la condesa, viuda del Marques del Forum Filatélico, (erigida en rumores de los congregantes como confidente y consejera de la condesa), asesoraba a la misma sobre la necesidad de cambiar el físico y cuerpo por otro que le diera mas prestancia afín de anular en parte el protagonismo de su sobrina y acaparar mas atención de los caballeros en futuras reuniones. Para ello, le sugirió, le animo en la posibilidad de hacer una visita al brujo Toyo de Alta Resolución donde en ecos del populacho, hacia verdaderas “virguería” tipo “lifting” en cuerpos y rostros poco agraciados.
No demostró ninguna sorpresa el Brujo al ver aparecer a la condesa en la entrada de su gruta. Avisado de su presencia días anteriores, tenia todo predispuesto para el tema que tratarían y después de los parabienes y reverencias iniciales, pasaron al asunto que tan imperiosamente solicitaba la condesa:
-. Señora: - ofreció el Mago - Me he permitido confeccionar una serie de bellas y hermosas mujeres de toda época para que podáis elegir a la que mas os plazca. Aquí tenéis algunas de ellas.
El Brujo, empezó a mostrarle una serie de fotogramas ante la atenta mirada de la condesa .Entre ellas se podía contemplar bellezas tales como Greta Garbo, Marilyn Monroe, Bob Derek, Ursula Andrew, Elsa Pataky, Lola Gaos, María Antonia Iglesias, Rosi de Palma, Laly Soldevilla, etc.
La condesa, una vez finalizado el arqueo, miro fijamente a su interlocutor y haciendo acopio de un descaro y cinismo propio de cualquier tertuliano de la COPE, espetó:
-. ¡Quiero el cuerpo de mi sobrina!
-¡Pero… señora!– respondió el mago balbuceando alarmado -¡Eso seria matarla...!
- . ¡Me da igual! Ella ya ha disfrutado lo suyo. ¡Ahora me toca a mí! – respondió la condesa, indolente, indiferente y hermética hacia el posible sufrimiento y desaparición de su sobrina. Su frialdad, conmovería a los creadores de Preferentes Bancarias.
El Brujo, alertado de que contradecir a la condesa era cavar su fosa, asintió y se alío con la estrategia que había urdido la misma para hacer acudir a su sobrina a la gruta. La argucia consistía en pregonar la presencia del peluquero de la Duquesa de Alba y Eduardo Punset en la gruta presentando nuevos e innovadores peinados a las jovencitas del lugar. Animada para tal fin, la princesa, prometió su presencia.
Era las doce del mediodía cuando la presencia de la sobrina de la condesa iluminaba con su belleza la caverna del brujo… (¡Vaya!... ¡Error de cálculo!...) Eran las cinco de la tarde cuando la presencia de la sobrina de la condesa iluminaba con su belleza la caverna del brujo. Giro su vista en derredor y encontró a su tía, la condesa que yacía en una especie de lapida de mármol donde se podía apreciar otra de igual característica en paralelo. El brujo permanecía en silencio y al ver el desconcierto de la princesita, se acerco a ella, de forma decorosa, y le aclaro:
-. No te preocupes, hermosa gacela. Tu tía esta implorando al Quimérico Oráculo para que Jesulin de Ubrique sea nombrado protector y precursor de las Letras Españolas. Tú puedes hacer lo mismo para que a través de una rogativa, el peluquero no se retrase mucho y puedas hacerte unos rulos Mientras, ten a bien ocupar la otra estela.
La inocente niña asintió en silencio y se desplazo hacia la lapida que estaba vacía y fijo su posición tal como observaba en su tía. Minutos después, las dos se encontraban con las manos sobre sus pechos (cuatro en total) y con los ojos cerrados en paciente espera.
El mago, espero un tiempo prudencial. Mas tarde, se intercalo entre los dos cuerpos y recitando un ritual ancestral aderezado de palabras esotéricas como: Banco Malo, Rescate, Escraches, Desahucios, Cohechos y un video de Rajoy bailando el Zumba-Fitness, hicieron posible el hechizo que levitaron los cuerpos hacia lo alto de la gruta y una vez allí, se fundieron uno en el otro de modo que en la caída, ya estaban mutados los mismos. En la lapida donde estaba la condesa, cayo el cuerpo de la niña y donde se encontraba el cuerpo de la niña, reposaba la condesa ya convertida en su sobrina. La pobre niña, ya embutida en el cuerpo de su tía, fallecía en el acto, (tengo que matarla, si no, esto, se alargaría demasiado), mientras la condesa, ya convertida en su sobrina, miraba al mago complacida y depositando unos pagares de Banco Banesto Mario del Condado, salio de la gruta sin volver la vista atrás personificando toda la malicia de los programadores de Intereconomía.
Primera fiesta y los mismos invitados: Su amiga, la viuda del Forum Filatélico, conocedora del caso, sonreía perversamente al explicar a los interesados la ausencia de la condesa aludiendo una cita a una conferencia bajo el lema: “Como camuflar posesiones teniendo un titulo nobiliario”. Mientras; la “pseudo-princesita,” acaparaba todas las atenciones. Emocionada; radiante de felicidad y provocadora en sus ademanes.
El Duque de Ferias Bacanales y Orgías, favorito de la condesa, ahora transformada, trucada en princesa, le pidió el baile y al primer revuelo de tirabuzones, la misma, cayo, ausente del más mínimo decoro, inerte; muerta en el suelo ocupando varias baldosas.
Si la condesa, en sus tiempos no tan victoriosos, no hubiera atentado con celos, envidia y resentimientos hacia su sobrina y preocuparse y saber más de ella, podía haber percibido que a través de una belleza esculpida y un cuerpo embriagador, se escondía un corazón tan débil y frágil, que vivía condicionaba a que una fuerte emoción, detuviera sus latidos.
Siempre queremos ser quienes no somos. Nos pasamos la vida, etc.…
Juan Marcelo
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