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El antropólogo y siquiatra español, profesor, Don Impoluto Cepillado, ha concedido una entrevista al quincenal científico Elucubraciones con motivo de la última revelación de dicho profesor realizada en explorar la mente de un político.
A este prestigioso profesor, la ciencia le debe el reconocimiento a tantos años de ardua labor y exhaustivo trabajo para llegar a la conclusión de que al morir, perdemos gran parte de nuestra vida. Asimismo; como los varones de raza negra, aprenden a montar en bici antes que cualquiera que no sea negro.
- Creo que cayo en el más puro ostracismo – me apunta mi regadera- vilipendiado y odiado por la nefasta idea de crear un aula taurina en cierta Universidad.
- Si: A quien se le ocurre –corroboro- Digna enseñanza a nuestros universitarios. Un apasionante e idílico panorama de un animal destrozado por dentro, vomitando sangre y el verdugo recibiendo vítores y aplausos. Brillante futuro educativo. Esplendida asignatura del arte de la tortura.
La redacción de dicho quincenal, delego a la reportera, Exuberancia de Ubres de la sección, “Crónicas de lo Absurdo, para cubrir dicha información.
- Profesor: ¿Podría decirse, sin temor a errar el tiro, que a través de tantos años de investigar la mente de un político, solo se haya en el, buenas o malas intenciones?
- Mire usted: Cuando el sol llega a su ocaso, la luna aparece y…
- Profesor: ¿Podría decirse, sin temor a errar el tiro, que a través de…
- ¡¡¡Ya la he oído!!! En primer lugar, usted sabrá que…
- ¡Perdón profesor!: Lo que yo se; no lo pregunto. Solo quiero la repuesta de lo que ignoro. Curiosamente, por eso estoy aquí.
- Se esta usted balanceándose de una aureola de impertinencia que no estoy dispuesto a consentir. Bien. A lo que íbamos: Como usted ignora, un político tiene que ser un servidor de la sociedad. Destinado al bien común. Por eso, hay que rodearle de ánimos, prebendas y privilegios para que cumpla su noble misión que no es otra que servir al pueblo. Hacedor de la confianza que los votantes han depositado en el.
- Entonces: Contando con esos recursos de estímulos: ¿Qué hace que el político se corrompa?
- El cráneo de un político, es más intrincado de lo que parece. Si trazamos un círculo y lo rellenamos por porciones, vemos como la ética, la moralidad, ocupa un 50% mientras el otro cincuenta se rellena con las posibilidades que tiene al ocupar un cargo como el suyo. A veces, se dejan seducir por tentaciones que provienen de campos muy alejados para lo que ha sido votado. Tentaciones e incentivos ofrecidos por los que tiene ya el culo pelado de tanto sobar escaño y el cuento de Ali Baba siempre presente. Todo eso hace, que cuando un político se corrompe, no piensa que ha traicionado a la justicia, la honradez y sobre todo, a la verdad. La tentación de ocupar un cargo con cierto poder, hace que el escrúpulo no sea tan repulsivo. Sacar tajada de la situación y desoír el clamor del pueblo por lo reiterativo y cansino. Cuando llegan a ello, saben de la inutilidad de sus funciones para lo que han sido elegidos pero se consideran necesarios hasta para alterar, perturbar, aturdir la conciencia colectiva.
- ¿Son demagogos por naturaleza o repetitivos hasta la saciedad?
- En cuanto a los demagogos que resultan, los políticos nunca creen en lo que dicen y hasta se sorprenden de que alguien les crean. Cuentan la hipnosis de la película por que la trama entera le hace pensar y no hay secuencia más ardua y sacrificada que someter a un político a tener un pensamiento. Sobre todo si no es coherente. En lo repetitivo, es más de lo mismo: Exponer las mismas ideas de su primer discurso que también le ha ido para ocupar ese puesto. Como dijo alguien: “Mas de lo mismo”.
- Hemos pasados de la mente de un político a meterlos a todos en el mismo saco, en el mismo caldero. Profesor: ¿Todos los políticos son iguales y con las mismas tentaciones o acicates al fácil enriquecimiento?
- Ni mucho menos. Hay políticos honrados que se desviven por su trabajo y son leales a sus ideales de honradez, generosidad y dedicación al pueblo. Hay otros, que amparados en su posición, esquilman al pueblo y hay otros que el pueblo se la trae floja mientras sigan gozando de inmunidad poco escrupulosa especulando con todo lo que le resulta lucrativo. A mi me toco explorar, por desgracia, al primero; quizás por ello, tengo poco que contar.
-¡Vaya! Que mala suerte. ¿Fue por imposición o no tenia donde escoger?
-¡Me lo trajeron a rastras! ¡Decía que se sentía desfasado!
- ¡Pobre hombre! Perniciosa honradez. Profesor: ¿Podríamos llegar a una definitiva conclusión? ¿Un análisis final o un embriagador pensamiento como usted acostumbra a deleitarnos?
- Pues vera usted…
- ¿A donde, profesor?
- A mi, míreme a mi: “En política, - dijo Alfonso guerra en un brillantísimo pensamiento solo consignado a quien posee una brillantísima testa – la única posibilidad de ser honrado, es siendo aficionado” Esta frase la dijo cuando la Viagra política no estaba muy extendida. Cuando su hermano Juan, se estaba haciendo el traje de cola para la Feria de Sevilla. Cuando mentes privilegiadas de la Real Academia de la Lengua, no daban con la definición de la palabra; “Corrupción” Es más: Aun los hilillos del Prestige no habían azotado el desprestigio del ocurrente “literato” y hasta Zapatero - años después - se negaba a descender de la nube donde le habían colocado. ¿Qué es lo que ha cambiado?
- ¿Que es lo que ha cambiado?
- En armonía y concordia con mi pregunta, le contestare que nada. Nada ha cambiado: Lo que antes se ocultaba, ahora sale a la luz. La pillería como tótem de culto. Los Pinochos y Cenicientas siguen la misma trayectoria que antaño pero a estos de ahora, que visten mejor, tienen la fatalidad de que se les vean más. Están mas controlados aunque algunos se escapen o emprendan la socorrida huida exponiendo cierta decencia a su maltrecha dignidad. Pero eso si; contando con más y mejores recursos para incidir y perseverar con cierto descaro el aumento de su patrimonio a costa de los de siempre.
- Profesor: ¿Incide en su buen hacer la dualidad de que algunos políticos son altos, atractivos y de frondosa cabellera tipo Posada Moreno y otros bajitos, poco resultones y encima calvos. tipo Gaspar Zarrias? ¿La imagen condiciona la labor?
- No: No tiene nada que ver. Aunque el alto siempre inspira cierta confianza y al bajito siempre se le supone en mitad de la escalera, pero…no. Nada que ver.
- Profesor: De todas formas, mil palabras de agradecimiento por su tiempo dedicado a esta entrevista aunque me quedo con la sensación de que no me ha aclarado nada.
- ¡Jolín! ¡Hablamos de política y políticos! ¿Que esperaba?
Juan Marcelo
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