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-. ¡Esta Empresa; C.Y.C s,a, (Condones y Consoladores Quintanilla S.A.), se enorgullece de no haber concedido un aumento de sueldo desde su fundación! ¿Qué pretende? ¿Qué se cambie las directrices correspondientes a este apartado para satisfacer su ego personal? ¿Quién le ha incitado a emprender esa aventura poniendo en entredicho el prestigio de nuestra Sociedad? ¿Cómo, un empleado modélico como usted, señor Vasallo, se ha dejado llevar por obsesiones crematísticas sin tener en cuenta el status, el prestigio y la excelente trayectoria de la Firma? Esta usted, amigo Vasallo, socavando; minando, los principios genéricos de la dirección poniendo en evidencia situaciones y peticiones que tambalean dicho principios alterando la normalidad entre fuerzas laborales y dirección. De esa petición a la huelga, solo hay un paso. Siempre hemos sospechado de su carácter inquieto, legalista y algo revolucionario, pero esta petición, colma el vaso de nuestra paciencia y consideración que siempre hemos tenido hacia usted. Necesita una nueva terapia integradora con su jefe de sección, el señor Pringao.
-. Pido perdón por este lamentable suceso. No se lo que me ha pasado. Ha sido un repentino e inconsecuente impulso imputable a mi futuro. Proyecto casarme y para ello, mi actual sueldo, al que consideraba algo exiguo, me ha abocado a esta precipitada e irresponsable tentativa, que agradezco mucho, se hallan encargados de disiparla. Juro y perjuro que no volveré a mostrarles ninguna exigencia material en el futuro. Alejo de mí y rechazo de pleno algún aumento de sueldo o estipendio que evidencie, dañe o suponga alguna traba a la impoluta imagen de esta Entidad. ¡Me siento avergonzado!
-. ¡Así nos gusta!: Fíjese en su compañero, el señor Sumiso Pardillo; Hombre humilde e identificado con nosotros que asumiendo su reconocido y abnegado esfuerzo laboral, no ha dudado un momento en solicitarnos trabajo para sus dos hijos y aquí los tiene. No cobran, claro, pero se nota en sus semblantes y derroteros, lo orgullosos y felices que están identificados y mediatizados con la labor emprendida. Necesitamos gentes así; comprometidos con nuestra iniciativa empresarial obviando exigencias baladíes y sin sentido para que no desequilibre el buen funcionamiento de la empresa. Una empresa que a la larga… ¡es su empresa…!
-¿Mi empresa?
-. Que duda cabe que hablo en sentido alegórico. Es de imaginar que lejos de usted, no estará el pensar que su participación en el accionario pueda llegar a ser futurible. Usted no deja de ser un empleado más de esta familia que cuidadosamente hemos establecido y posteriormente formado en un intento de que los únicos que a la larga se enriquezcan sean el dueño; o sea, yo y mis seis socios. Sabemos de buena fuente que su novia, la señorita Pardillez, se halla actualmente en una empresa de escaso futuro. Hago hincapié en el escaso futuro de la citada empresa ya que tiene la insana costumbre de abonar la totalidad del trabajo realizado a sus empleados. Queremos que su novia, pase a engrosar la plantilla de esta firma. La relación con su actual empresa, da pie a pensar que su carácter y temperamento visiblemente servil y manejable, pueda hacer de ella y usted en el futuro, una vida conyugal deseable y feliz encuadrada en nuestro ámbito. Que duda cabe que el periodo de su puesta a punto y formación, esta exento de emolumentos algunos. Una vez superada esa etapa, pasara a engrosar la nomina de la empresa contando solamente con nuestra simpatía y comprensión al no exigir en el futuro, ninguna demanda reivindicativa en sus futuras y en nuestra opinión, injustificables mejoras salariales.
-. Trataré de convencerla, Don Tirano, pero no veo que en que sección pueda ser de utilidad ya que todas están debidamente confeccionada.
-. Ya hemos pensado en ello. Será encuadrada en la sección de la señora Docilidad Disciplinada. O sea; en el P. C. (Probador de Consoladores) Sustituirá a la señorita Candidez Subyugada que ha causado baja debido a un desafortunado desgarro vaginal.
-. ¡Pero…!
-¿Objeción y cortapisas, señor Vasallo? ¿Impedimentos de conciencia? ¿Boicot y obstrucción a nuestras decisiones? ¿Sabotear o torpedear iniciativas hacia la estabilidad laboral? ¿Obstaculizar proyectos futuribles de mejoras y avances? ¡No! No es este el camino. Observo entristecido un total desarraigo de su persona en favorecer o allanar cualquier dinamismo e impulso de creación y evolución de nuestra empresa. La idea es el progreso de la Firma y usted, desde su barriobajero status, saja y corta cualquier seña de progreso que tiene a bien implantar la Dirección. Se esta ganando usted a pulso, su pase a la Sección A.
-¡A que viene tamaña tortura? ¡Pero… lo que yo pretendo es que...!
-. ¿También con pretensiones? De ahí ha tener ideas propias u opinión es un acto de rebeldía que no vamos a consentir. Eso dista muy mucho de lo que el autor de este escrito apuntaba anteriormente ¡Que se sentía usted avergonzado! ¿Qué artimaña prepara ahora? ¿Desmentir también al autor de este escrito? Hombre de mediana cultura que se pasa la vida escribiendo chorradas y usted, no contento con ello lo trata ahora de desdecir, de refutar. Mucho me temo que amparándome en mi recto proceder, y debido a que me embarga en estos momentos cierta ofuscación e ira, vayan los dos, el autor de este escrito y usted, derechos a la Sección A.
-. Bueno…yo no tengo nada que ver. He empezado este escrito…
-. ¡Usted se calla y siga escribiendo! Imperativos de fabricación, nos obliga a tomar severas medidas en cuanto a ubicación y destino interno de los trabajadores, por ello, decido que debido al déficit operacional de la sección A, pasen ustedes dos a engrosar dicha sección. Hemos recibido un pedido de consoladores anales del PTDS (Partido del Trasero Disponible de Suecia) cuya exigencia es la confección de los mismos pero en tamaño extra. Ustedes serán los privilegiados primeros probadores.
JACULARIA:
(El terrateniente, dueño de haciendas y vidas de marginados. Poseedor de innumerables empresas, enseñaba a un empleado sus dominios, su consolidado feudo: “Estas son mis posesiones; mi hacienda, mi cuadra de caballos, mis tierras, mis cuentas en Suiza, mí regalada vida, mi seguridad, mi consistente y firme economía. Mi familia y herederos." ¿Qué es lo que usted puede ofrecerme?
El empleado bajo su mirada al suelo y con un rictus de resignación se bajo los pantalones ofreciendo sin ningún pudor su trasero).
Era toda su riqueza. ¡Su patrimonio! Algo que defender mientras no peligre su puesto.
Juan Marcelo
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