|
|
José Antonio Segura Orta, secretario general de Juventudes Socialistas de Almería capital
| PUBLICIDAD
|
Erasmus es ahora no sólo un término académico sino todo un universo formativo y cultural que contribuye cada año a fortalecer el conocimiento mutuo de los jóvenes europeos y al desarrollo de experiencias vitales comunes. Experiencias, intercambios culturales y lingüísticos, viajes, relaciones personales…. Todo aquello que, en conjunto, nos hace sentirnos verdaderos ciudadanos europeos.
Como sus colegas de otros países, muchos universitarios españoles conocen y se forman en centros extranjeros. Para muchos de ellos esta etapa educativa de uno o dos semestres llega a convertirse en una puerta abierta a nuevos horizontes vitales. No estoy hablando de la emigración forzosa a la que las políticas del PP obligan a muchos de nuestros jóvenes sino que me refiero a que una beca Erasmus supone una plataforma de formación integral que pueden aplicar en distintos ámbitos.
Pero para hablar de las Erasmus resulta conveniente remontarse al origen de este magnífico programa del que se benefician anualmente decenas de miles de estudiantes europeos. Y es que es de suponer que no son tantas las personas conocedoras del inicio y creación del programa Erasmus y de los que lucharon para que la Comisión Europea aprobara su puesta en marcha. Para eso hemos de remontarnos a 1987 y ubicarnos en Francia, cuna del programa.
Fue en Paris donde un grupo de jóvenes liderados por Franck Biancheri vio la necesidad de impulsar la movilidad europea con un programa bien definido desde la Comisión Europea y que tuviera como objetivo garantizar el reconocimiento académico en Universidades de países distintos a los de la nacionalidad de sus estudiantes. Por entonces solo existían convenios propios entre Universidades y la financiación sólo permitía que unos pocos privilegiados pudieran gozar de esa gran experiencia de movilidad. Echando la vista atrás se puede comprender que no fuera tarea fácil convencer a Europa de la importancia y el papel que podría jugar el Programa Erasmus entre los jóvenes europeos.
Como uno de los pioneros e impulsores de este movimiento asociativo hay que citar a Franck Biancheri, uno de los padres del programa Erasmus. Él tuvo la osadía de reunirse junto a una treintena de jóvenes con el presidente de la República Francesa por entonces, François Mitterand, para exponerle este gran proyecto. Mitterrand, un político precursor y reconocido, entre otras cosas, por el establecimiento de políticas sociales como el salario mínimo, la despenalización de la homosexualidad y la derogación de la pena de muerte, dio al proyecto el respaldo que precisaba.
Más abajo de los Pirineos encontramos a un joven socialista español que jugó un papel fundamental para promover y apadrinar el programa. Era el entonces Comisario Europeo Manuel Marín, licenciado en derecho y experto en Derecho Europeo. Siento orgullo al hablar de él y me gusta mencionarlo porque como Secretario de Estado para las relaciones con las Comunidades Europeas del Gobierno socialista de Felipe González se convirtió en pieza clave en la elaboración y propuesta de las becas Erasmus. Poco se sabe, y por eso he querido destacarlo, el papel que jugó el socialismo en la creación e impulso de este programa, de que los gobiernos socialistas de España y Francia fueron los padres de este proyecto, y de las dificultades que tuvieron que superar para llevarlo a cabo.
Creo por ello que conviene recordar al infausto ministro de Educación, José Ignacio Wert, cuál era el propósito de este programa y que surgió de la necesidad de acercarnos a Europa y de romper las barreras culturales, lingüísticas y políticas. Erasmus Plus, ministro, significa más movilidad para todos. Europa apuesta por ello sumando recursos, mientras que el Gobierno del PP los reduce.
Y en esa línea, debo apuntar que los andaluces tenemos que estar orgullosos de tener en nuestra tierra un gobierno socialista consciente de la necesidad y la importancia de la movilidad internacional y que apueste por ello ampliando la dotación económica de las becas a los jóvenes andaluces. Veo en Andalucía un Gobierno que traduce la movilidad en medidas concretas para impulsar la internacionalización de jóvenes empresarios y profesionales. En Andalucía pervive el Programa Erasmus. Pero es de lamentar que en muchas partes de España haya entrado en decadencia por la racanería y la insensibilidad de los gobiernos de la derecha.
José Antonio Segura Orta
Secretario general de Juventudes Socialistas de Almería capital
|
