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Siempre son los más pudientes los que intentan estafarnos. En la época de la España gris, Aquella España donde los poetas se guardaban el mendrugo de pan en los bolsillos del descolorido y raído abrigo. Esa España muy bien plasmada por Camilo José Cela en su Colmena donde el intelecto era sinónimo de subversión siempre bien acompañada de la repulsa del dominante poder. Donde las ideas se estrellaban contra las tapias y la imaginación a un mundo más justo era un atentado a lo establecido.
En esa época de continuos nubarrones negros, iban dos hombres en un carro llevando a un cerdo como contrabando. Al cerdo, como previsión de un alto de la Guardia Civil, lo habían asentado entre medio de los dos en el pescante simulando ser otro arriero más; fingiendo y camuflándolo con un abrigo y en un alarde de señorío y buen gusto tocado con un sombrero de anchas alas.
El alto de la Guardia Civil no se hizo esperar. Un Guardia, registró el carro y encontró restos de harinas y cebadas. El autor del registro, miro a su compañero que no apartaba su mirada del supuesto arriero del medio y le dijo:
- Hemos llegado tarde. Posiblemente el contrabando ya se ha llevado a cabo. Solo queda restos de café y cebada. Vamos a dejarlo ir. Son unos pobres hombres.
Lo dejaron marchar, secuencia que aprovecho el otro guardia para comentarle:
-Este acto de humanidad, ennoblece a tu persona... Pero: ¿Te has fijado en la cara de guarro que tenía el que iba en el medio?
Campana - Sevilla: La Guardia Civil detiene a una furgoneta donde se hallaban diez cerdos que habían sido robados de una granja próxima. El conductor de la furgoneta aclaro a los agentes que su compasión le había llevado a apropiarse de los mismos por las condiciones insalubres en que se hallaban. Revolcados en la pocilga, bajo un sol abrasador, y obligados a entonar una y otra vez la canción, “Como en España ni hablar…” Que solo había cogido diez por la premura de tiempo que, si no, arrastra con toda la piara en un acto de soberana compasión y que, en su opinión, más que condenarlo, tenían que premiarlo.
La que le va a caer a este buen hombre, como penitencia a su desvelo porcíl, solo el juez lo sabrá. La estrategia oral y poder imaginativo de este hombre, habla por sí mismo para que (en mi particular opinión) no me importaría que me saquen unos euros más de mis impuestos para pagar su penitencia. Son la fauna de los “pocas ropas” que hacen de la picaresca pueril su método vivencial. Personajillos de a pie. Los que no dañan la imagen de un País. Los que viven a salto de mata. La picaresca consentida/tolerada. La pillería tradicional tan española que no empaña hojas de periódicos. No utilizan corbatas de seda ni caras vestimentas. No sonríen con perversas intenciones y a veces la ingenuidad de sus actos, a veces, hace que se pierdan en su propia casa.
Mi cabreo/encono, va contra los que viven a cuerpo de rey en las cárceles españolas; santos varones que disponen de celdas individuales; TV de plasma y hasta piscina…, que se llevan parte de mi dinero para que su estancia en reclusión sea lo menos traumática.
Viviendo a cuerpo de rey entre barrotes de plástico. Por lo regular, son mentes viven a cuerpo de rey: Los que no creen en la democracia intentando derribarla. Estos pillos actualizados de renombre, ducados e ideología de estirpes añejos sospechosos siempre envueltos en portadas de revistas y mensajes subversivos. Últimamente sale a la palestra de los que nunca han vivido al Sol. Un “feriante mancebo” que debido al sufrimiento de su País negocia con mercancías protectoras desechables. Guapetón y exponiendo tipo y ralea, Estos sanguinarios sujetos que ocultan el cuerpo del delito económico por lo rentable en que no lo encuentren. Comisiones a flor de piel y empobrecido cuando la fiscalía le encuentra 267 euros en sus cuentas portando trajes de 5.ooo euros. Un yate en Portugal que no tuvo la prudencia de poner a nombre de la ONG “Niños Famélicos” Ahora aquí, mañana allí. Este truhan que aprovecha nombre, contactos y cargos relevantes para atesorar los que otros, con mucho sufrimiento no han llegado a adquirir lo que cuesta al día el amarre del yate. Esos de Empresas Fantasmas, pero de enriquecimientos reales. Corruptos cuya conciencia expande a través de una bandera o un apellido.
- Hubo una época – reflexiona mi regadera - que quizás de no tan feliz memoria, pero más efectiva - donde el apartado “según seas vos” era efectivo en una sociedad de vasallos y en nada hemos prosperado en juzgar a esta calaña de nombres y títulos. Ni un duro costaba al contribuyente comprobar la incriminación de estos patentes “patriotas”. Otros modernos métodos. Otros procedimientos para incriminar a esta gente. Otros modos o táctica actual.
- Si – asiento - Hoyen día, estos privilegiados escondiendo bien la mano izquierda mientras en la otra exponen la portadora de hidalgos o nobleza y que roban a cara descubierta, se están riendo de nosotros metiendo en el mismo saco de la “feria” a todo el ente judicial. Estos canallescos que saben muy bien de la fragilidad de nuestra justicia y endosan a nuestros magistrados en un laberinto de supuestos: falsos y apócrifos dédalos de muy difícil conclusión. Laberintos que hace que nuestra justicia sea la preferida por maleantes patrios y foráneos. Otoñales ricos aumentado sus riquezas en pleno caos económicos y sanitarios.
Juan Marcelo
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