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Loli Escámez
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El 16 de Abril conmemoramos el asesinato de Iqbal Masih, un niño pakistaní de cuatro años vendido por su padre para pagar una deuda. Desde entonces, Iqbal pasó su infancia trabajando en régimen de semiesclavitud en una fábrica al mismo tiempo que se convirtió en un activista contra la explotación laboral infantil. El 16 de abril de 1995 fue asesinado.
Iqbal permanece en nuestro recuerdo por lo que representa. Al igual que él, en estos momentos hay millones de niños alrededor del mundo que son forzados a trabajar como esclavos. Si bien es cierto que los humanos nos movilizamos ante desgracias ajenas, como pueden ser niños desaparecidos o enfermos, me pregunto por qué no reaccionamos con más vehemencia ante la injusticia de los niños esclavos. Se trata de un tema serio y de gravedad ya que el porcentaje de niños esclavizados va en aumento y, en la actualidad, se estima que alrededor de 400 millones de niños son forzados a trabajar para garantizar los beneficios de las grandes multinacionales.
En esta jornada para la reflexión, se hace necesario reivindicar que todas las fuerzas políticas unan sus fuerzas para acabar con el sufrimiento que padecen millones de niños en el mundo. Sin duda, el sistema económico neoliberal ha propiciado condiciones de pobreza, injusticia y desempleo de las que los menores son especialmente víctimas.
También en nuestro país, donde los niños padecen más que nadie las consecuencias de un gobierno que promueve una España de dos velocidades, una para ricos y otra para pobres -con una clase media en peligro de extinción- y con una reforma laboral nefasta que obliga a los jóvenes a hacer las maletas y marcharse a otros países si no quieren permanecer parados o acceder a trabajos precarios o con contratos eternos de prácticas.
A muchos les sonará increíble pero la realidad nos muestra como en el siglo XXI la esclavitud no sólo no ha logrado abolirse, sino que ha encontrado formas para enmascararse, instaurarse y desarrollarse para agravar una situación denigrante para la dignidad humana.
En 2013, hay un auge a nivel internacional –sobre todo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo- de lo que entendemos como la “mercantilización del mundo” y precisamente este fenómeno es lo que está produciendo la mercantilización del ser humano y, en consecuencia, la facilitación a las mafias para que trafiquen con niños y niñas, haciéndoles presos de su libertad.
Por todo ello, Juventudes Socialistas de Almeria se suma a la petición realizada por distintos colectivos y organizaciones para declarar el 16 de Abril como Día Internacional para la Abolición de la Esclavitud Infantil. Aspiremos a que la formación y el progreso den paso a una sociedad mejor, a un 16 de abril en el que gracias a la cooperación internacional se haya alcanzado un mundo libre de explotación y esclavitud.
Loli Escámez
Secretaria de Movimientos Sociales de Juventudes Socialistas de Almería
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