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Percibo como va evolucionando España dentro de mi consternación, posterior a dos huelgas generales, cientos de manifestaciones y los 4.800.000 parados. Observo el día a día las quejas de padres de familias en paro, y de mujeres que no pueden poner un plato decente para sus hijos. De una nación que cada vez se aleja más de las palabras Democracia y Libertad escritas con sangre, a través de su historia. Puedo ver a millones de españoles observar que nuestros gobernantes del PP no cumplen con lo prometido en su campaña electoral.
Quisiera luchar y lucho para que nada hubiera pasado, con promesas engañosas y votos llenos de ilusión, ensamblados por el ansia de poder. Nuestra lucha, desde el PSOE, es para que cada uno de los españoles de clase humilde y/o clase media, tenga una vida digna con un final donde la verdad y la libertad allanen el camino tan deseado, el de la Democracia y fracturen los eslabones de un gobierno lleno de quimeras.
Pero todo se desvanece, solo tengo que abrir los ojos en un nuevo día, o agudizar el oído para poder observar y oír que no llega el cambio tan deseado por millones de españoles, porque cada día que va pasado, es un sinfín de sufrimientos para familias que creían votar por algo mejor. Familias que lo intentan con fuerza y esperanza, en un mundo gobernado por unos políticos que sólo buscan su bienestar.
Me encuentro lleno por dentro de esperanza, y vacío por fuera como si no pudiera hacer nada. Simplemente veo como pasa el tiempo. Es como estar atado a una cuerda, que cada vez se va estrechando más y más para personas que votaron por un cambio con el que creían que alcanzarían algo mejor.
Sólo me queda el pundonor de la lucha de otros partidos políticos, de los militantes y simpatizantes, como los del PSOE, y la de los ciudadanos que anteponen su lucha por mantenerse dentro de un equilibrio, de una España mejor, a unas siglas. Sólo piden justicia, a tantas injusticias, que cesen tantos recortes, el paro, la corrupción, los desahucios, la emigración de 60.000 ciudadanos entre los 25 y los 45 años a otros países buscando un puesto de trabajo.
Pero aún así me siento, a veces, maniatado. ¿Cuántos gritos quedan ahogados ante la impotencia de no poder hacer nada? ¿Cuándo se darán cuenta nuestros gobernantes del PP, aleccionados y dirigidos por el señor Rajoy? Espero y deseo que el presidente presente su dimisión, al menos antes de que España quede destruida en toda su totalidad.
Francisco Domínguez. Secretario de Relaciones Sindicales, PSOE de Carboneras.
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