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Antonio Amérigo Fernández
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Siempre es importante saber adónde lleva el camino que uno va recorriendo, o al menos saber adónde se quiere llegar. Tener un objetivo claro es imprescindible para tener éxito en un proyecto político. Hasta hace un par de años, Carboneras llevó un camino claro, gracias al trabajo de todos los ciudadanos y sus representantes políticos. Ya por entonces las dificultades eran muchas, pero todos los carboneros íbamos unidos y el proyecto común iba creciendo. Sin embargo, el escenario cambió con las últimas elecciones municipales, de las que salió una nueva Corporación Municipal compuesta por cuatro concejales del PP, cuatro del GICAR y cinco del PSOE. Desde entonces, gobierna la coalición conformada por PP y GICAR, pero no podemos decir que sigan un camino claro, y ni siquiera podríamos decir que PP y GICAR sigan un mismo camino.
La incapacidad de liderazgo ha provocado que el actual equipo de Gobierno se dedique a recurrir incesantemente a gobiernos anteriores y a revisar cuestiones pasadas que no tienen ninguna repercusión en la actualidad. Nuestro Gobierno local no tiene ninguna estrategia para Carboneras, para generar empleo, riqueza o ilusión. Desconozco cómo será la relación entre los concejales de uno y otro partido político, y no quiero entrar en habladurías, pero lo que es manifiestamente claro es que el alcalde no propone nada para generar empleo y no explica proyectos o propuestas para el desarrollo de Carboneras. No lo hace en los plenos municipales pero tampoco lo hace en la prensa, donde invierte mucho dinero.
Si este Gobierno de PP y GICAR tuviera una fábrica de ruedas, el 45% saldrían cuadradas, otro 45% no tendría agujero en el centro y el 10% restante de ruedas en buen estado estarían guardadas en la casa de algún familiar de los concejales.
Esta fobia a liderar el presente para ganarse el futuro, que sería motivo suficiente para abandonar y dejar paso a alguien más capacitado, es aliviada con el ingreso de la nómina a fin de mes. El dinero mantiene unidos a unos concejales que no tienen ningún proyecto político para Carboneras, pero que deben de pensar que, asistiendo a los plenos y echando un rato en los despachos con la puerta bien cerrada, han cumplido con sus obligaciones.
Estamos al amparo de un gobierno PP-GICAR de ocurrencias e improvisaciones, donde el alcalde invierte más esfuerzos en la distribución de las baldosas sobre el césped del Castillo que en una estrategia para el crecimiento del municipio.
La mayoría de los proyectos que un ayuntamiento puede emprender tienen que contar con la colaboración del resto de administraciones. Por eso, si algún día nuestro Gobierno local decide emprender algún proyecto para beneficio de los carboneros, les animo a que se acerquen a las instituciones públicas de la mano, para que al menos esa mañana parezca que están unidos y que tienen un plan.
Antonio Amérigo Fernández
Secretario de Política Municipal del PSOE de Carboneras
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