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El meritorio y prestigioso profesor de la Universidad de Ouagadougou, (Burkina Faso) el ilustre Don Queh Poko Komo en su aparición en la revista científica japonesa Ke de Ke, y en declaraciones hechas a la reportera Nikito Nih Pongo, certifica que uno de los factores mas deprimente y sangrante de nuestra sociedad es la de comer pollo todos los días. “El pollo diario, esparce insatisfacciones en la pareja”.
El Magazín científico español “Elucubraciones” presente siempre en actos de innovaciones y primicias científicas, delego a su reportera, Exuberancia de Ubres a entrevistar a dicho profesor. Se proponía indagar en la aseveración y cierto testimonio del profesor ya que tres de los cinco miembros de la Redacción, después de leer la entrevista nipona, habían pedido el divorcio a sus parejas:
-.Profesor: la depresión que usted alude de comer pollo todos los días, me imagino que será también una velada alusión en lo cotidiano y tedioso que resulta en las parejas la convivencia y sexo…
-. ¡Que morbosa es usted!
-. Profesor: la depresión que usted alude de comer pollo todos…
-. ¡¡¡La he entendido!!!
-. ¿Puede usted responderme a mi pregunta sin mediar ningún plato de Decretos Ley con guarnición o Ajustes con ensalada por medio?
-. Si: En primer lugar quiero participarle que no quiero erigirme ni ser ningún precursor del Kamasutra de la alimentación. Mi aseveración a la revista nipona fue una de las tantas que se dan en una entrevista. Aunque tengo que confesar y admitir que en esa reflexión, la del pollo, forma parte de mis estudios y análisis durante largos años.
-. ¿No hubiera quedado mejor proclamando que todo lo cotidiano es cansino y a veces molesto? Podía haber significado que el pasarse la vida golpeando un yunque, fuerza a la gente a revelarse y cambiar ese sonido por otro menos sostenible.
-¡¡¡No me dio la gana!!! ¡El pollo es el culpable de nuestra desidia e insatisfacciones tanto para la mujer como para el hombre! Ahondando en su morbosa interpretación le participare que la presencia del vil pollo en la mesa diaria y constantemente, hace que la pareja se indigeste, aboguen con cambiar sus hábitos alimenticios y recurran a cambiar de menú con las consecuencias que usted ya pueda imaginar.
-¿Y por que el pollo y no el conejo?
-. Por que esa dualidad da pie a aviesas interpretaciones. En la pareja, cada uno dispone de ese menú. Han nacido y crecido con el. Es el hombre el que a cierta edad va careciendo de esos poderes nutritivos mientras la mujer conserva sus vitaminas hasta bien entrada en años. Es de reconocer, no se si usted llega a eso, que si hay un tratado genérico sobre el tema, mi voz es la mas autorizada.
-. Profesor: ¿Sabia usted que el pollo sale de un huevo?
-. ¿Cómo?
-. Profesor: ¿Sabia usted que el…?
-. ¡¡¡La he oído!!! ¿A estas alturas usted me va a decir que el pollo, (llamado cariñosamente pollito al salir del cascaron) saber como nace, se desarrolla y llega finalmente a la mesa distorsionando, hastiando a los comensales y no aportando ningún consenso a la pareja? ¿Cuantas parejas han decidido caminos diferentes debido a la presencia letal del pollo presidiendo una mesa Consistorial una y otra vez? ¿Cuantas insatisfacciones ha producido la simple aparición de la pertinaz ave como plato rey en una Mesa Redonda? Eliminar al pollo de nuestra dieta es asentar un proyecto en común. La fantasía sexual de la pareja es perdurable siempre y cuando el pollo permanezca en el corral. En respuesta su pregunta le diré que…
-¿Es que todavía no me había contestado?
-. ¡No!. Me faltaba por decirle que si uno de los conyugues se empeña en que el pollo sea parte interesada en el día a día, sugiero la posibilidad de que una de las parte cambie esa vianda. Si no se consigue, consiente en ello y se resigna, más que necesitarse van a recurrir a intentar soportarse. Apelo a la necesidad de que ninguno de los dos se asiente en el corral de resistir, sobrellevar, transigir o simplemente sufrir el deterioro que conlleva el tener un pico decisorio cerca. Hay que cambiar el mismo por otra ingesta más nutritiva que sacie a la pareja por igual. Cambiar el jodido pollo por un menú más suculento y esperanzador. Fantasía y creatividad explorando lo nuevo, no les van a faltar aunque eso si, las plumas del pollo Líder, lejos.
-. Profesor: ¿Sabia usted que la cáscara del huevo no es reciclable?
-¡Observo cierta maldad en su pregunta!
-. Quizás por la dureza en que sale de la gallina y lo frágil que resulta romperla.
-. Mire usted, joven española: No se trata de cambiar para que todo siga igual. El cambio se produce por que ya se ha agotado el entendimiento. No tienen nada que decirse ni menos que echarse en cara por que esta todo dicho. Hasta las miradas que se dedican de reproches buscando un halo de comprensión, no hallan respuestas simplemente porque el genuino adalid pollo, va a estar presente distorsionando sus pensamientos e iniciativas postreras.
-. ¿Sugiere la posibilidad de que el pollo este presente en contadas ocasiones y no sea a diario para que las buenas relaciones en Coalición puedan ser fructíferas y perdurables? ¿No ha oído la frase cariñosa y ciertamente prometedora de que “contigo pan y cebolla”?; “hasta que la muerte os separe” Le recuerdo que no aconseja un menú especifico para que esos parabienes y deseos sean firmes, llenos de ilusión acentuando el camino fácil para no dejándose llevar por “lo que tu digas...”
-. Eso son frases populares sin sentido que les dicen a los novios en cuando hay una certificación, un Consenso pero no un pollo por medio. Una vez formalizada la convivencia, la cosa cambia. El primer edil, al cabo de los años se vuelve apático y la mujer opositora, engorda. El hombre razona, reflexiona y llega a la conclusión con otra genuina frase: “¿Como se me ha ocurrido a mi aliarme tan pronto…?” La mujer, piensa, deduce y exclama “Si lo llego a saber, abandono el Acuerdo…” Ahora usted, seguro que me preguntara: ¿Que es lo que ha pasado?
-. ¿Que es lo que ha pasado?
-. ¡Acertada pregunta! Pues bien: Finalizando su entrevista le participare que tengo datos confidenciales de que la producción de pollos de la factoría avícola Parlamento ha caído un 37%, mientras en el mismo periodo los divorcios y separaciones han bajado el 22%. ¿Que significa esto? ¿Han alterado el sonido de su yunque? ¿Han rectificado el menú a tiempo? ¿Le han dado, nunca mejor dicho, ala al pollo? ¿Son conscientes de lo que se juegan teniendo a la fea ave como materia recurrente? ¿Siempre lo mismo?
-. ¿No será que el divorcio cuesta más dinero que saciarse de pollo todos los días? ¿No será que la recurrente frase de “vamos a llevarnos bien” antes de tramitar el “cada uno por su lado” sale mas barato? ¿No es preferible un empacho que el “quedarse en pañales? ¿Sabe si en un Consejo de Ministro, donde todos están emparejados, el pollo lider es la nota discordante?
-. ¡Pues…!
-. ¡Pues eso…!
Juan Marcelo
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