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Rotundo: Después de muchos años de celebrar fiestas y festejos por imposición, ahora me rebelo y proclamo a los cuatro vientos que solo voy a darme una juerga cuando a mi me apetezca o el cuerpo me lo permita.
- Haces mal – me aconseja mi regadera – En el ultimo festejo organizado por la Fundación de Amigos de Luis “El Cabrón”, todo iba bien hasta que te dio por bailar. Y eso que nadie te invito...
- ¡Sana envidia! me dijeron mientras me empujaban brusca y desconsideradamente a la calle. Sigo: Que se ha acabado de secundar una fiesta a través del calendario. Que finalizo y corto todo festejo concertado por un almanaque. Que mi diversión, a partir de ahora va a ser por decisión mental aislando lo conveniente o racional acordado por el día propicio gestado y consensuado sin mi permiso para la ocasión. Que si me tengo que emborrachar, no va a ser precisamente por contemplar el panorama de un Belén adornando mi casa. Que no voy a asociar fechas señaladas, (bautizos, comuniones, bodas, separaciones, divorcios, etc) para dar rienda suelta a mis euforias más íntimas o deseables simplemente por que no este marcada por estamentos sociales o convenientes para la ocasión. Que no me van a condicionar o mediatizar mi decisión de delirios eufóricos íntimos porque no se encuentren presentes familiares o allegados en la mesa aconsejándome en mejorar mi figura. Estoy harto de beber para no desentonar. En mostrar complacencia o sonreír ante cualquier “parida”. todo ello debido al condicionante festejo. Que mi avenencia a juerga interior y mental, a partir de ahora, tanto etílica como de verborrea insoportable, va a ser cuando yo quiera sin temor a que me cataloguen o definan como un aberrante disidente de la tradición popular.
No voy a divertirme porque es la ocasión o día señalado. Tampoco por que es la fecha idónea para perdonar y comprender actos de ridiculeces por el estado anímico en que se encuentra el que secunda a rajatabla esa tradición.
Unos, buscan el amparo del alcohol y buena disposición por que en estos días es lo conveniente, entendible y hasta indicado. Otros, sujetos a cánones y normas sociales porque en su guía numérica, indica hacer el desmadre. Esta aplicación es la referencia, el padrón a seguir ya que la fecha es la aconsejable. Por lo visto, la diversión tiene que ser colectiva si no, no es de recibo ver a cualquiera “desarraigado” anti-social organizándose su propio festejo. Aquí, hay que divertirse bajo la supervisión y visto bueno del socorrido y tendente calendario.
La Asociación; Di -CUCU. (Diviértete Cuando te salga de las Cuestiones) hace estos días de luz y color, un llamamiento al colectivo para advertir a los acólitos reservar fuerzas y energías para que marginemos toda diversión simplemente por que la fecha es favorable a ella. “Concienciar a la población que cuando el cuerpo se lo pida, no respete efemérides ni agendas y de rienda suelta a su diversión, jaranas y responsables desenfrenos no alterando, por supuesto, a los que esperan un acontecimiento para significar su compostura jocosa e hilarante simplemente por que es la “fecha”. “Respetar a los que conservan la tradición, al mirar a los demás con miradas tiernas, conmovedoras y cierta benevolencia. En ellos, la fiesta es de unos días y encima señalados. En nosotros, son todos los días sin recordatorios. Simplemente con soslayar el compendio de dígitos. Simplemente con aislarse del tendencioso almanaque.
Tiene cierto sentido lo de esta Asociación: Viene a decir más o menos que…
- ¡Tiene el sentido que tu le quieras dar! – me ataja mi regadera echándome un hilillo (palabra muy en boga cuando se quiere ocultar una tragedia) de agua por el agujero numero 12 - Nadie se organiza su propio festejo al percatarse de que le han subido los impuestos. Nadie brinda por la absolución del Párroco de Borja a pesar de que si tiene efemérides y cierto efluvio magnético-erótico que desprende su arcaica boina. No es digno de alborozo y euforia el levantar las copas y brindar por que Sánchez Gordillo haya sufrido un esguince de tobillo. O sea: ¿Tú te organiza tu propio festejo y tienes la mala pata que esa fecha coincida en que se proclame la inocencia de los encausados del Caso Gürtell? ¡Es que no le veo pies ni mucho menos cabeza!
- ¡Me da igual! : Mi intención es utilizar la zambomba cuando yo quiero y no cuando su sonido sea en consonancia a la fecha que marca un almanaque. Que la pandereta la toque cuando quiera sin temor a que sus notas no sean apropiadas con el tiempo y días que marca el calendario. Que mi diversión no tenga ni fecha, ni vencimiento. Ni orden, ni referencia numérica. Que cada uno se divierta cuando quiera y no cuando “toque” Nuestro ramalazo y ánimo a la diversión sin plazos, seria un calco de nuestro ánimo y nuestra reseña espiritual, todo ello, sin depender de festejos colectivos y por tanto mediatizados.
- En cuanto: – indaga mi regadera - a felicitaciones y afectos que…
- En cuanto a que me feliciten y muestren cierto afecto en las Navidades, saldré a la calle con unas pancartas advirtiendo: “Si el resto del año has pasado junto a mi y no me has dicho ni un protocolario ¡hola!, ¿Por que me felicitas ahora? ¿Que supone que tanto he cambiado para que te dirijas a mi cuando el resto del año ni a hurtadilla me mirabas? ¿Soy mejor persona estos días? ¿Eres tu mejor? ¿Te has vuelto mas sociable y yo mas comprensivo? ¡Le recomendaré a endosarle ese saludo a COFIDIS que seguro que le sale más “rentable”!
Finalizada esta soflama, he pedido suscripción a la reseñada Asociación: Di -CUCU.
Juan Marcelo
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